miércoles, 27 de febrero de 2019

Las implicaciones del artículo 187 numeral 11 de la CRBV y el “falso positivo” que se cocina contra el procónsul autoproclamado, desde Colombia.


*JUAN MARTORANO.
Había señalado en el artículo que precede a  este, que daría mis apreciaciones sobre la interpretación del artículo 187 numeral 11 de la Carta Magna, referido a las competencias de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Pero también cabe destacar, estamos obligados a formular una necesaria advertencia, y tiene que ver con lo expresado por el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, después de leída la declaración del denominado “Grupo de Lima”, referida a las supuestas amenazas a la integridad física de Juan Guaidó, por parte del gobierno que encabeza Nicolás Maduro.
En cuanto a lo primero, importante es recordar que al inicio del numeral antes señalado, se emplea el término “autorizar” y no “solicitar” ni otro término que infiera algún equívoco. Es importante recordar que el modelo constitucional venezolano posee un sistema de pesos y contrapesos que permite la democratización del poder y que ninguna de las ramas del Poder Público a nivel nacional se solapen y avasallen entre sí.
Esta es una de las intenciones del procónsul autoproclamado “presidente interino”, y lo hace para concretar la tesis de supuesto Estado Fallido, como aval para la invasión militar encabezada por EEUU sobre territorio venezolano.
Como lo señalábamos en el artículo anterior, el artículo 150 numeral 4 de la Constitución de la entonces República de Venezuela de 1961, establecía expresamente que la Cámara del Senado podía autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país, previa solicitud del Ejecutivo Nacional.
Y esto debe ser así, puesto que es el Presidente de la República, quien es Jefe de Estado y de Gobierno en la República Bolivariana de Venezuela, quien dirige las relaciones internacionales de la República, además de celebrar y ratificar los tratados, convenios y acuerdos internacionales.
Asimismo, dentro de las atribuciones y obligaciones constitucionales que tiene el Presidente de la República, tenemos la de dirigir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en su carácter de Comandante en Jefe, ejerciendo la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar su contingente, además de ejercer su mando y promover a sus oficiales a partir del grado de coronel o coronela o capitán o capitana de navío, y nombrarlos o nombrarlas para los cargos que le son privativos.
En ese orden de ideas, en el texto constitucional y en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación, se contempla la creación del Consejo de Defensa de la Nación, el cual es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asunto relacionados con la defensa integral de la Nación, su soberanía e integridad de su espacio geográfico. Asimismo le corresponde a esta instancia establecer el concepto estratégico de la Nación. Pero lo más importante de estas definiciones, es que el mismo es presidido por el Presidente o Presidenta de la República, y está conformado, además, por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional, el Presidente o Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral Republicano y los Ministros o Ministras de los sectores de la defensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la planificación, y otros cuya participación se considere pertinente. Es en la ley orgánica antes mencionada donde se fija su organización y atribuciones.
Así que, para el señor procónsul que pretende erigirse en “presidente interino” (de más está recordar que dicha figura no existe en nuestra Constitución) y al abogado José Amalio Graterol, quien es una de las figuras más representativas de la oposición, que piden a gritos que se “autorice” una misión militar de EEUU para que invada Venezuela y derroque a Nicolás Maduro, pues las propias consideraciones realizadas a la luz de las disposiciones del propio texto constitucional, y someramente de la Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación no avalan su aviesa pretensión.
Pero lo más importante a señalar en estas líneas, es que de momento, la operación militar por parte de EEUU no termina de concretarse en estos instantes, porque la administración Trump no cuenta con el respaldo de la opinión pública a nivel internacional, lo que disuade dicha amenaza y permite ganar tiempo y margen de maniobra al gobierno venezolano.
Es por ello, y como lo hemos expresado en anteriores artículos, que la operación militar contra Venezuela, se ha venido dando por fases, las cuales han venido siendo neutralizadas por la conducción serena y firme de Nicolás Maduro.
No obstante, y aunque parezca un lugar común, a medida que va siendo derrotada cada una de estas fases del plan de agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez, se entra a su vez en una fase mucho más peligrosa, por lo que no podemos bajar nuestra atención y debemos extremar nuestros cuidados.
A través de las redes sociales digitales, expresé algunas consideraciones, lo cual me permitiré reproducirlas en estas líneas.
Hace un par de días, esto para el momento en que escribo estas líneas y las mismas sean publicadas, pensé que había perdido mi tiempo al monitorear la XI Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del denominado “Grupo de Lima”, el cual fue un hecho público, notorio y comunicacional, pero el cierre que le dio a dicha reunión el canciller  Carlos Holmes Trujillo con aquella máxima de que el colombiano “si no la hace a la entrada, la hace a la salida” es una completa realidad.
Señaló Holmes Trujillo luego de leer la declaración del inefable grupo, que poseía informaciones creíbles y de buena fuente, sobre serias amenazas a la integridad física del diputado Juan Guaidó, su esposa Fabiana Rosales, y demás integrantes de su grupo familiar. Tales aseveraciones confirman que para los gobiernos de Colombia y EEUU, les convendría más  un Guaidó muerto que vivo.
Holmes Trujillo, sin darse cuenta, ha puesto en bandeja de plata al Gobierno venezolano la posibilidad de detener a Juan Guaidó y que se haga justicia. Ya el tema de la detención del parlamentario no se trata de un mero asunto de cese a la impunidad o de la aplicación de leyes inexorables como lo señaló el Libertador Simón Bolívar, a 200 años de su discurso pronunciado en Angostura (hoy Ciudad Bolívar). El Estado venezolano está obligado a cuidar a Guaidó y a preservar su vida, aunque estemos en desacuerdo con su ideología política.
Es por ello que, a mi juicio, una vez que Guaidó pise territorio venezolano (si es que lo pisa) debería ser detenido de inmediato. No olvidemos el caso similar de su mentor político, Leopoldo López hace cinco años ya, y que gracias a las gestiones de Diosdado Cabello y del entonces Comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana y hoy Gobernador del estado Bolívar, M/G Justo Noguera Pietri, López fue detenido y salvada su vida del atentado que grupos vinculados con sectores de oposición pretendían en su contra, para originar una conmoción nacional y que dicho evento actuará como detonante para la concreción de un Golpe de Estado en contra del presidente Nicolás Maduro.
Confieso mis temores, y entiendo que otros analistas coinciden en mis apreciaciones, de la permanencia de Guaidó en territorio colombiano. Se encuentra en el país campeón en la violencia política, del paramilitarismo, del sicariato, y de la generación de “falsos positivos” inaugurada durante la gestión de Álvaro Uribe Vélez y su entonces ministro de Defensa y sucesor, Juan Manuel Santos. Dios quiera que en Colombia no asesinen a Guaidó.
Así que, camarada Iris Varela, actual ministra del Poder Popular de Servicios Penitenciarios, vaya alistando de una vez el centro penitenciario y la celda donde será recluido Juan Guaidó, por el concurso de delitos en el que está inmerso (Usurpación de funciones, traición a la Patria, instigación para delinquir, simulación de hecho punible, malversación de fondos, por sólo mencionar algunos) y que por razones de espacio y tiempo no explicamos por las plataformas tecnológicas y redes sociales digitales, pero que ahora hacemos a través de esta vía.
¡Leales siempre! ¡Traidores nunca!
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional  Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail  ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)

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La Tormenta

Luisa Estela Morales L.- Narra Winston Churchill sobre la segunda guerra mundial que el presidente Roosevelt, ya en medio de los hechos que desataron la confrontación, le interrogó sobre el nombre que debía colocarse a ese nuevo desastre para Europa…respondió “La guerra innecesaria”… Acertó porque el surgimiento de una guerra, el derramamiento de sangre con él solo fin de la ambición hegemónica, es una abominación no obstante más abominable aún son los Judas apátridas que se venden por un plato de lentejas. Los hechos que hoy ocurren podemos decir sin temor a equivocarnos que tienen por destinatario a Venezuela pero se desarrolla fuera de nuestras fronteras. Las tropas extranjeras pisan suelo colombiano brasileño o de las islas colonias de los Países Bajos. La decisión de invadir Venezuela ha sido promovida desde el extranjero  y “convalidada“ por un ciudadano que sin ningún asidero legal mucho menos constitucional, fuera absolutamente de las normas democráticas, se auto proclama Presidente, en defensa de la democracia.
¡No pasarán!  Afirma la nación venezolana. Esa injerencia abstracta comienza con el desconocimiento de nuestra Carta Magna, y por ende de nuestra soberanía, al obviar absolutamente nuestra jurisdicción, es decir nuestra soberanía.
Es sobre la negación de nuestra soberanía que se convocó a intervenir Venezuela por vías de hecho por los EEUU, asumiendo una vez más como acostumbra a hacer en cualquier país del mundo el papel de Big Brother.
Difícil describir con coherencia los acontecimientos por la prominente escasez de lógica  y sindéresis, pero aún más difícil predecir las consecuencias a priori y después de ocurridos los hechos juzgar a posteriori.  ¿Quién asume las consecuencias de tal irresponsabilidad? Luego de provocar una guerra en un país pacífico, democrático, soberano, con una gloriosa historia de libertad e independencia, responderán con la desfachatez que acostumbran. ¡Me equivoqué!
El cabecilla prófugo, luego de observar junto a su pandilla de cómplices su derrota en el intento, anunció que se reunirá de nuevo con sus jefes para recibir nuevas órdenes…..La historia juzgará esa demencial conducta. Escribirá nuestra Patria otra gloriosa página que consolidará nuestra independencia. De eso no tenemos duda; no obstante lo que se debate en nuestro suelo es un nuevo paradigma que  establecerá el nuevo orden mundial.
Luisa Estela Morales L.
lemoralesl@gmail.com

Washington: de fracaso en fracaso

Guerra de VI generación: destrucción del socialismo

Nicolás Maduro en entrevista con cadena ABC de EEUU, Tom Llamas, 25 febrero 2019

Declaraciones del diputado Freddy Superlano desde la Fiscalía Administrativa

Nicmer Evans catalogó de "maldad y destrozo" las acciones del régimen el 23F

Caracazo: La insurrección popular de 1989

Hugo Chavez: 27 de Febrero Dia de la Revolucion Popular

Comandante Chávez: El 27 de febrero de 1989 dio paso a una nueva historia, la del siglo XXI

domingo, 24 de febrero de 2019

Discurso completo de Nicolás Maduro ante gran marcha este 23 febrero 2019

Juan Guaidó, sobre el intento de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela

42 personas heridas tras disturbios de la oposición en Táchira para intentar ingresar la "ayuda humanitaria" por la fuerza (II).

42 personas heridas tras disturbios de la oposición en Táchira para intentar ingresar la "ayuda humanitaria" por la fuerza (I)

Hugo Chávez Calle 13 Grammys El embarazo precoz CELAC Caribe negro

The Assasination of Hugo Chavez

Hemos obtenido una importante victoria, pero no envainemos nuestra espada, pues nuevas batalla se avecinan en el horizonte*

Recuerdo mucho a nuestro inolvidable Comandante Hugo Chávez, quien al iniciar su gestión gubernamental en 1999, citaba mucho un pequeño libro de Lucas Estrella, llamado “El oráculo del Guerrero”, y una vez que  éste obtenía un triunfo, citaba ese fragmento de la referida publicación, con la que decidí titular las presentes líneas.
La jornada cumplida el día 23 de febrero de 2019, donde a su debido tiempo se escribirá con mayor lujo de detalles sobre la operación militar envolvente que pretendió invadir a Venezuela por tres puntos: La fachada occidental del corredor colombo- venezolano por los lados del Norte de Santander y el estado Táchira; el corredor sur por los lados del corredor brasilero- venezolano, en Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana del estado Bolívar; y la fachada caribeña, con el envío de una embarcación desde Puerto Rico, fue frustrada. Y no solamente por la participación de efectivos de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) si no también por la coordinación con el Poder Popular.
No sólo se trató de manera simplista de que amanecimos el 24 de febrero de 2019 con Nicolás Maduro al frente de los destinos de Venezuela, sino que fue neutralizada de momento, el plan para destruir el Estado- Nación llamado República Bolivariana de Venezuela. Los rostros de Guaidó, Almagro y Duque en horas de la noche del día de ayer, donde se denotaba la derrota, la cual, y pese a los eufemismos, se vieron obligados a reconocer, nos insufla del ánimo y la moral necesarios para continuar la resistencia.
Sin embargo, y esto es importante expresarlo, tanto el presidente Nicolás Maduro en su intervención en la marcha de ayer en Caracas, como la del Primer Vicepresidente del PSUV e integrante del Alto Mando Político y Militar de la Revolución, Diosdado Cabello, ha sido muy clara al señalar que los enemigos imperialistas no van a rendirse, y es ahí en donde tampoco los revolucionarios y revolucionarias, los patriotas, tampoco lo vamos a hacer ni podemos bajar la guardia.
Como lo he venido señalando en mis más recientes artículos, el plan de invasión militar a Venezuela activado para este año 2019 tiene diferentes fases, y la sabia conducción de Nicolás Maduro lo ha venido neutralizando, confinando y derrotando. Una de las primeras fases, la de la insurgencia y la del Golpe de Estado, fue derrotada de manera temprana. El plan del despliegue de la operación de fachada de asistencia humanitaria pautada para el 23 de febrero de 2019, fue derrotado también, como es un hecho público, notorio y comunicacional.
Sin embargo, como cuadro militante de la revolución, y que la dinámica me ha conllevado a labores de análisis e investigaciòn, es mi obligación a través de estas líneas, que el peligro y las amenazas a nuestro país aún no han cesado, y ahora se activa una fase mucho más peligrosa del plan de invasión militar contra la Patria de Bolívar y Chávez, y es lo que me quiero permitir advertir.
Es importante recordar que, para el día de mañana lunes 25 de febrero de 2019, los gobiernos de los países del denominado “Grupo de Lima” se reunirán en la ciudad de Bogotá, capital de la República de Colombia, donde es evidente que redefinirán su “hoja de ruta” y planificarán nuevas acciones en contra del gobierno de Nicolás Maduro y la República Bolivariana de Venezuela.
Lo que cabe destacar de la reunión del día de mañana del Grupo de Lima, es que acudirá a la misma nada más y nada menos que el vicepresidente de Estados Unidos de Norteamérica, Mike Pence, quien irá a dictar directamente las líneas para la nueva arremetida y agresión contra Venezuela.
Asimismo y no por casualidad, Juan Guaidó señaló que participará en la referida reunión, además de señalar y exhortar a la comunidad internacional a mantener “todas las opciones sobre la mesa” en el caso de nuestro país. Casualmente, es la misma postura sostenida por el propio presidente de EEUU, Donald Trump en sus más recientes intervenciones públicas.
Minutos previos al pronunciamiento de Guaidó con el presidente Duque de Colombia y Luis Almagro, Secretario General de la OEA, en el canal EVTV Miami, el abogado y dirigente de la organización Vente Venezuela, José Amalio Graterol, llamaba de manera abierta y descarada, a una intervención militar por parte de EEUU a Venezuela.
Tal y como lo advertimos en su debida oportunidad con lo que ocurriría con la interpretación tendenciosa y manipulada de las disposiciones del artículo 233 del texto constitucional, ahora lo harán con el artículo 187 de nuestra Carta Magna en su numeral 11, donde se autoriza al Parlamento Nacional el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país.
Tal artículo y numeral es una mala copia del artículo 150 numeral 4 de la Constitución de la República de Venezuela, promulgada el 23 de enero de 1961, la cual es importante recordar en estos momentos, ya que la misma establecía que el Poder Legislativo Nacional era ejercido en aquel entonces por el Congreso de la República, el cual era bicameral (Cámara de Diputados y Cámaras de Senadores), establecía que la Cámara de Senadores o Cámara Alta ciertamente podía autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país, pero a solicitud del Ejecutivo Nacional. Me permitiré transcribir textualmente el artículo de marras.
Artículo 150 CRV de 1961: “Son atribuciones del Senado:
4.- Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país, a solicitud del Ejecutivo Nacional”; (Destacado, resaltado y subrayado del articulista).
Ciertamente el proceso constituyente en 1999 indica que ahora el Poder Legislativo Nacional es ejercido por la Asamblea Nacional, la cual tiene una composición unicameral, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dispuso en el artículo 187 de 24 numerales que resumen las atribuciones del actual Parlamento Nacional. El numeral 11 del precitado artículo trató de ser una copia del artículo 150 numeral 4 de su antecesora aprobada por el entonces Congreso de la República de aquel entonces, pero lamentablemente, tal y como está redactado actualmente, permite una interpretaciòn ambigua que constituye una rendija por donde se podría activar la invasión militar a Venezuela. También me permitiré transcribir textualmente el referido artículo:
Artículo 187: Corresponde a la Asamblea Nacional:         
11.-Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país… (Destacado, resaltado y subrayado del articulista).
Si bien pudiéramos interpretar que esa autorización del parlamento se le debe dar al Ejecutivo Nacional, de la lectura y transcripción del artículo se observa que esa coletilla no fue colocada en el texto constitucional vigente, y representa un detalle que aunque parezca una pendejada, es un gazapo que nos dejamos meter y deja abierta la posibilidad de concretar una invasión militar a Venezuela.
De ahí que las advertencias tantas veces hechas por el Comandante Chávez sobre la importancia no solo de ganar las elecciones parlamentarias de la Asamblea Nacional, sino de conservar la mayoría revolucionaria en el Poder Legislativo Nacional no eran un mero capricho, sino que tiene una importancia capital para la vida de nuestra República. Estos hechos y eventos confirman la razón que tenía, tiene y tendrá durante muchos lustros el pensamiento y la obra del Comandante-Presidente.
Es muy cierto que la actual Asamblea Nacional se encuentra en desacato y que sus actos son írritos. Pero esa mera explicación jurídica por sí sola no basta, porque un Golpe de Estado o una invasión militar por parte de EEUU no es un asunto meramente jurídico sino un asunto de fuerza bruta. No quiero señalar con esto que las implicaciones constitucionales o legales  no haya que explicarlas (y de hecho trataré de hacerlo en el próximo artículo) sino que el desespero de la administración Trump, ante el año electoral que se avecina, y la apertura del impeachment al actual mandatario, que amenaza con desalojarlo del poder antes de tiempo, lo hace desesperarse y que quiera antes de irse infligir el mayor daño a Venezuela. Por ello no podemos descuidarnos y bajar la guardia.
Creo que es muy importante que los abogados bolivarianos nos pongamos en la tarea, ya que hasta donde tengo entendido, no ha habido ningún recurso de interpretación que indique los alcances  del artículo 187 numeral 11 ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, así como se dirimieron los alcances de las disposiciones del artículo 233 del texto constitucional a propósito de la coyuntura de salud vivida por el Comandante Chávez, y la “toma de posesión” que éste tenía que hacer el 10 de enero de 2013. Dicho conflicto fue resuelto mediante la sentencia Nª 2 de la referida instancia el 9 de enero de 2013, mediante recurso de interpretación intentado en aquella oportunidad por la colega abogada Marjorie D Arpino, si la memoria no me falla.
Lo otro sería explicar ante instancias internacionales y diferentes bloques de integración esos alcances, a fin de denunciar y develar la nueva fase  del plan que se pondría en marcha a partir del día de mañana.
Cuando la Patria está en peligro, está permitido todo, excepto no defenderla.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!

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El cuento del cochino pelón



Por: Jessica Dos Santos Jardim
“Probablemente de todos nuestros sentimientos
el único que no es realmente nuestro es la esperanza.
La esperanza le pertenece a la vida,
es la vida misma defendiéndose” J.C

Para mí, estas navidades fueron algo atípicas.
Por lo general, estas fechas me agarran de guardia periodística o durmiendo, en una suerte de grinch.
Pero, este año, de repente me dieron ganas de decorar la casa, y como no tenía dinero para hacerlo, pues recorte cositas alusivas a la navidad  para pegarlas en la puerta y en el tururito del timbre, transforme frascos de vidrio en adornos decembrinos para mi sala, hubo un desayunito vecinal, y hasta organice varias reunioncitas navideñas con mis afectos.
Al principio, concluí que quizás me estaba poniendo vieja. “Debe ser la cercanía con los 30”, me dije. Pero, con el paso de los días supe definir mejor mi sensación: NADA ni NADIE me iba a arrebatar la festividad, porque este año, como a buena parte del país, ya me habían quitado demasiado.
En esta tónica, fui el 24 a celebrar la navidad. En la zona donde me encontraba los autobuseros estaban cobrando 70 bs, se fue un par de veces la luz, etc. Pero, yo estaba firme en mi determinación de pasarla bien.
En medio de la reunión, donde había personas con los más variados pensamientos políticos, se hizo presente, otro diciembre más, el tema del pernil.
Cada uno expuso su experiencia. Yo también lo hice: A mi edificio le prometieron 11 perniles para 55 familias, serían unos 800 gramos por cada una. Se pagaron mucho antes del 24. Pero el 31 en la mañana avisaron que no llegarían y habría que esperar la devolución del dinero por parte de Inmerca. Algunos le sacaron el lado jocoso a la situación, otros armaron tremendo peo.
Entonces, a algunos presentes  les molesto eso, les irritó que la gente saliera a protestar por el pernil y no por cosas más esenciales como la falta de medicinas, los precios, el transporte, etc.
Para un sector del chavismo, esas personas no tienen “conciencia política”, “noción de los peligros que nos acechan”, “venden el país por un cochino”, etc. Mientras, para los representantes de la oposición, se trata de unos vulgares lambucios.
Ambas visiones demuestran porque estamos donde estamos: un sector del chavismo culpabiliza y le pide más y más y más esfuerzos a la gente sin tan siquiera reconocer que prometieron y prometen de forma  irresponsable lo que saben que no podrán cumplir.
Pues de todas todas: no se trata de un pedazo de cochino, sino de la decepción, rabia , y hasta tristeza que genera esta suerte de juego donde atentan una y otra vez contra la confianza y la reserva de esperanzas que le queda a la gente.
Mientras que la oposición no es gobierno ni tan siquiera una opción política viable porque el desprecio hacia el pueblo les brota por los poros y prefieren insultarlo o burlarse de él, antes que hacer algo útil.
Quizás  también por eso, a horas del 2019, el presidente Nicolás Maduro convoca a “una Gran Campaña de Motivación, en la que todos, y en especial quienes gobiernan, hagan un gran esfuerzo para ser más eficientes en la búsqueda de soluciones inmediatas a los problemas del pueblo”
Primero, habría que decir que la gente hace esfuerzos inimaginables a cada instante y ya está bueno de exigirnos todos los días algo distinto (sin tan siquiera reconocer que el país se encuentra en pie gracias a nosotros).
Y segundo, ¿en serio? ¿Ahora resulta que nuestras autoridades se encuentran desmotivadas? ¿Entonces para qué los cargos?
No hay mayor motivación para querer resolver los problemas que conocerlos.
Tal vez bastaría con que las autoridades encargadas de la salud buscasen medicinas o visitaran un hospital sin previo aviso, los responsables del transporte usaran perreras una semana, a los de agua les saliera su tobito (en el mejor de los casos) por tiempo indefinido, el encargado de alimentación se aguantase un par de colas, o el de economía intentara hacer mercado con un sueldo mínimo.
Si vivirlo de primera mano no los motiva pues probablemente nada lo haga, porque parece que la empatía ya se les agoto.
Quizás también por eso, los lideres de la oposición anden buscando sonar los tambores de guerra de cara al 10 de enero, sin que en el fondo les importe un carajo la gente y sus peos.
Mientras tanto, nosotros, los más, seguimos defendiendo la alegría aún en medio de todos los males. A lo mejor esa sea la única convicción que nos ha dejado el recibir coñazo tras coñazo: sabremos resolver. No tengo dudas al respecto.
Y buena parte de mi seguridad viene de la fuerza que nos da los afectos que nos rodean: Entonces, salud por ellos. Y por cada uno de ustedes. En mi inventario de fin de año, agradezco tenerlos. Seguimos.

El Discurso de Angostura y la voluntad soberana