*JUAN MARTORANO.
Había señalado en el artículo que
precede a este, que daría mis
apreciaciones sobre la interpretación del artículo 187 numeral 11 de la Carta
Magna, referido a las competencias de la Asamblea Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela.
Pero también cabe destacar,
estamos obligados a formular una necesaria advertencia, y tiene que ver con lo
expresado por el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes
Trujillo, después de leída la declaración del denominado “Grupo de Lima”,
referida a las supuestas amenazas a la integridad física de Juan Guaidó, por
parte del gobierno que encabeza Nicolás Maduro.
En cuanto a lo primero,
importante es recordar que al inicio del numeral antes señalado, se emplea el
término “autorizar” y no “solicitar” ni otro término que infiera algún
equívoco. Es importante recordar que el modelo constitucional venezolano posee
un sistema de pesos y contrapesos que permite la democratización del poder y
que ninguna de las ramas del Poder Público a nivel nacional se solapen y
avasallen entre sí.
Esta es una de las intenciones
del procónsul autoproclamado “presidente interino”, y lo hace para concretar la
tesis de supuesto Estado Fallido, como aval para la invasión militar encabezada
por EEUU sobre territorio venezolano.
Como lo señalábamos en el
artículo anterior, el artículo 150 numeral 4 de la Constitución de la entonces
República de Venezuela de 1961, establecía expresamente que la Cámara del
Senado podía autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el
exterior o extranjeras en el país, previa solicitud del Ejecutivo Nacional.
Y esto debe ser así, puesto que
es el Presidente de la República, quien es Jefe de Estado y de Gobierno en la
República Bolivariana de Venezuela, quien dirige las relaciones internacionales
de la República, además de celebrar y ratificar los tratados, convenios y
acuerdos internacionales.
Asimismo, dentro de las atribuciones
y obligaciones constitucionales que tiene el Presidente de la República,
tenemos la de dirigir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en su carácter de
Comandante en Jefe, ejerciendo la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar
su contingente, además de ejercer su mando y promover a sus oficiales a partir
del grado de coronel o coronela o capitán o capitana de navío, y nombrarlos o
nombrarlas para los cargos que le son privativos.
En ese orden de ideas, en el texto
constitucional y en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de
Seguridad y Defensa de la Nación, se contempla la creación del Consejo de
Defensa de la Nación, el cual es el máximo órgano de consulta para la planificación
y asesoramiento del Poder Público en los asunto relacionados con la defensa
integral de la Nación, su soberanía e integridad de su espacio geográfico. Asimismo
le corresponde a esta instancia establecer el concepto estratégico de la Nación.
Pero lo más importante de estas definiciones, es que el mismo es presidido por
el Presidente o Presidenta de la República, y está conformado, además, por el
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, el Presidente o Presidenta
de la Asamblea Nacional, el Presidente o Presidenta del Tribunal Supremo de
Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral Republicano y los
Ministros o Ministras de los sectores de la defensa, la seguridad interior, las
relaciones exteriores y la planificación, y otros cuya participación se
considere pertinente. Es en la ley orgánica antes mencionada donde se fija su organización
y atribuciones.
Así que, para el señor procónsul
que pretende erigirse en “presidente interino” (de más está recordar que dicha
figura no existe en nuestra Constitución) y al abogado José Amalio Graterol,
quien es una de las figuras más representativas de la oposición, que piden a
gritos que se “autorice” una misión militar de EEUU para que invada Venezuela y
derroque a Nicolás Maduro, pues las propias consideraciones realizadas a la luz
de las disposiciones del propio texto constitucional, y someramente de la Ley Orgánica
de Seguridad y Defensa de la Nación no avalan su aviesa pretensión.
Pero lo más importante a señalar
en estas líneas, es que de momento, la operación militar por parte de EEUU no
termina de concretarse en estos instantes, porque la administración Trump no cuenta
con el respaldo de la opinión pública a nivel internacional, lo que disuade
dicha amenaza y permite ganar tiempo y margen de maniobra al gobierno
venezolano.
Es por ello, y como lo hemos
expresado en anteriores artículos, que la operación militar contra Venezuela,
se ha venido dando por fases, las cuales han venido siendo neutralizadas por la
conducción serena y firme de Nicolás Maduro.
No obstante, y aunque parezca un
lugar común, a medida que va siendo derrotada cada una de estas fases del plan
de agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez, se entra a su vez en una fase
mucho más peligrosa, por lo que no podemos bajar nuestra atención y debemos
extremar nuestros cuidados.
A través de las redes sociales
digitales, expresé algunas consideraciones, lo cual me permitiré reproducirlas
en estas líneas.
Hace un par de días, esto para el
momento en que escribo estas líneas y las mismas sean publicadas, pensé que
había perdido mi tiempo al monitorear la XI Reunión de Ministros de Relaciones
Exteriores del denominado “Grupo de Lima”, el cual fue un hecho público,
notorio y comunicacional, pero el cierre que le dio a dicha reunión el
canciller Carlos Holmes Trujillo con
aquella máxima de que el colombiano “si no la hace a la entrada, la hace a la
salida” es una completa realidad.
Señaló Holmes Trujillo luego de
leer la declaración del inefable grupo, que poseía informaciones creíbles y de
buena fuente, sobre serias amenazas a la integridad física del diputado Juan
Guaidó, su esposa Fabiana Rosales, y demás integrantes de su grupo familiar. Tales
aseveraciones confirman que para los gobiernos de Colombia y EEUU, les
convendría más un Guaidó muerto que
vivo.
Holmes Trujillo, sin darse
cuenta, ha puesto en bandeja de plata al Gobierno venezolano la posibilidad de
detener a Juan Guaidó y que se haga justicia. Ya el tema de la detención del
parlamentario no se trata de un mero asunto de cese a la impunidad o de la aplicación
de leyes inexorables como lo señaló el Libertador Simón Bolívar, a 200 años de
su discurso pronunciado en Angostura (hoy Ciudad Bolívar). El Estado venezolano
está obligado a cuidar a Guaidó y a preservar su vida, aunque estemos en
desacuerdo con su ideología política.
Es por ello que, a mi juicio, una
vez que Guaidó pise territorio venezolano (si es que lo pisa) debería ser
detenido de inmediato. No olvidemos el caso similar de su mentor político,
Leopoldo López hace cinco años ya, y que gracias a las gestiones de Diosdado
Cabello y del entonces Comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana y
hoy Gobernador del estado Bolívar, M/G Justo Noguera Pietri, López fue detenido
y salvada su vida del atentado que grupos vinculados con sectores de oposición pretendían
en su contra, para originar una conmoción nacional y que dicho evento actuará
como detonante para la concreción de un Golpe de Estado en contra del
presidente Nicolás Maduro.
Confieso mis temores, y entiendo
que otros analistas coinciden en mis apreciaciones, de la permanencia de Guaidó
en territorio colombiano. Se encuentra en el país campeón en la violencia
política, del paramilitarismo, del sicariato, y de la generación de “falsos
positivos” inaugurada durante la gestión de Álvaro Uribe Vélez y su entonces
ministro de Defensa y sucesor, Juan Manuel Santos. Dios quiera que en Colombia
no asesinen a Guaidó.
Así que, camarada Iris Varela,
actual ministra del Poder Popular de Servicios Penitenciarios, vaya alistando
de una vez el centro penitenciario y la celda donde será recluido Juan Guaidó,
por el concurso de delitos en el que está inmerso (Usurpación de funciones, traición
a la Patria, instigación para delinquir, simulación de hecho punible, malversación
de fondos, por sólo mencionar algunos) y que por razones de espacio y tiempo no
explicamos por las plataformas tecnológicas y redes sociales digitales, pero
que ahora hacemos a través de esta vía.
¡Leales siempre! ¡Traidores
nunca!
¡Bolívar y
Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)