Pascualina Curcio.
En lo económico, detener la hiperinflación inducida sigue siendo lo más urgente, no solo porque pulveriza el salario, sino también porque incide en 40% sobre la caída de la producción nacional y hace insuficiente el presupuesto público de gasto e inversión.
No detendremos la hiperinflación hasta que no destruyamos la más poderosa de las armas de la guerra económica: el ataque a la moneda.
Disminuir la cantidad de dinero que circula en la economía no detendrá la escalada de los precios. No es la causa. El haber contraído, en términos relativos, la cantidad de dinero implicó, tal como era de esperarse, establecer topes a los salarios y a la inversión social sin hacerle "ni coquito" a los precios que continuaron su escalada. En 2018 el índice de monetización disminuyó 60%.
No es el anclaje del bolívar al petro lo que permitirá derrotar el ataque a la moneda. La relación bolívar-petro, tal como ha sido diseñado, depende no solo del valor del barril de petróleo, sino del tipo de cambio oficial (DICOM), el cual a su vez está persiguiendo, como se esperaba que ocurriera, al dólar criminal.
Respaldar el bolívar directamente en nuestras riquezas, aumentar las reservas internacionales en oro, controlar el uso de las divisas que ingresan por exportación de petróleo, recuperar la producción petrolera, avanzar en la economía comunal, e ingeniarnos armas distintas a las melladas del capitalismo son tareas que pueden contribuir a derrotar el ataque al bolívar.
Combatir la corrupción, sancionar a quienes boicotean el abastecimiento de alimentos, medicamentos y transporte y a aquellos del sector privado que se han llevado las divisas baratas, son tareas pendientes.
Continuar protegiendo a la clase asalariada, activa o pensionada, mantener la paz conquistada y defender nuestras fronteras deben seguir ocupando nuestro tiempo.
Todas son tareas. El reto es superar las contradicciones que se manifiestan a la luz de las intenciones imperiales para confundirnos, entramparnos y descontextualizarnos del momento histórico que vivimos.
El reto, ante las amenazas y agresiones imperiales, es mantenernos firmes en el camino del socialismo, de la justicia social, de la independencia política y económica, de la soberanía. ¡Feliz 2019! Feliz Bicentenario del Congreso de Angostura!.
Tomado del Diario ültimas Noticias.
Economista.
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