viernes, 18 de enero de 2019

¿Punto de ruptura?

Maryclen Stelling.- En el panorama mundial resalta la fuerte repercusión que ha tenido la toma de posesión de Nicolás Maduro. Instancias internacionales, políticos, analistas, medios y redes concuerdan en plantear la investidura para el período de Gobierno 2019-2025 como un hito crítico para Venezuela, la región y el mundo.
Por su resonancia geopolítica, diplomática, comunicacional y hasta religiosa se constituye sin lugar a dudas en un punto de inflexión de carácter mundial. ¿Por qué será?
Sobre el tapete la legalidad y legitimidad de Maduro. Ciertas instancias internacionales, jugando a tribunal supremo y universal de justicia, cuestionan la “ilegítima” juramentación, conminan a la realización de nuevas elecciones presidenciales y advierten que “tomarán “medidas adecuadas” condicionadas al deterioro de la situación. Riposta Maduro y asevera “Tenemos una legitimidad poderosa, histórica, pero además tenemos una legitimidad concreta de votos”.
En el plano interno, sectores de oposición concuerdan con los alegatos de inconstitucionalidad, ilegalidad, e ilegitimidad del acto y no reconocen a Maduro. Se impone un fatalismo que acrecienta expectativas y apuestas por un cambio, venga de donde venga. Deslegitimada en sus decisiones y acciones, lentamente emergerá un nuevo espacio oposicionista crítico, dialogante y negociador. El chavismo -fortalecido en torno a la figura “legal y legítima” del recién juramentado Maduro, se debatirá entre el apoyo irrestricto versus la vigilancia crítica y la negociación.
De agudizarse la crisis económica, se agravarán los conflictos y la confrontación interna. Paralelamente recrudecerá la guerra político-mediática de relatos. Narrativas que servirán para expiar las propias culpas y responsabilidades ante la crisis; asimismo para atacar al adversario, magnificar triunfos y derrotas; imaginar nuevos mundos posibles afines a las parcialidades políticas. Se diluirán razonamientos y argumentaciones frente a las narrativas de conveniencia política. Suerte de banalización transmedia, efímera y fragmentada de la nueva realidad política. Desde los relatos transmedias, se instalará la producción de sentido que promoverá un chavismo “borracho de triunfo” y una emergente oposición en la búsqueda de su propia identidad y espacio político.
Indudablemente nos encontramos en una etapa decisiva que amerita del concurso de todas y todos.
Ruptura o reencuentro.
Maryclen Stelling
@maryclens

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