Esmeralda García Ramírez
Los cristianos pregonan mucho que pedir perdón no es suficiente para ser perdonado, dicen que el solicitante del perdón debe estar sinceramente arrepentido. De no cumplirse esta condición, la consecuencia es la repetición y profundización del hecho o del daño cometido por parte del perdonado. Bolívar, Chávez y ahora Maduro no aprendieron esta tesis. Todos ellos en su momento concedieron el beneficio de perdonar a los enemigos de la Patria, sin que ellos pidieran perdón y mucho menos sin que estuviesen arrepentidos. No en vano aquellas palabras de Bolívar se hacen hoy memorables “a cada traición surge un perdón y a cada perdón sigue una traición”, hoy están más vivas que nunca. Aún los operadores golpistas de la canalla imperialista, los lacayos criollos, los medios de comunicación, sus organizaciones políticas, la OEA y la derecha apátrida desestabilizadora y criminal, no van a cesar en su empeño de llevar a Venezuela a la violencia y al derrocamiento de un gobierno legítimamente electo. Pareciera que las enseñanzas de Chávez también se fueron por la borda ¿es tan difícil aplicar las 3R al cuadrado en esta coyuntura política y económica que vive el país: revisión, rectificación, reimpulso, repolitizar, repolarizar y reunificar? ¿En realidad la tregua es a la paz o una vez más a la traición? ¿Cuánta tregua más se nos va a pedir a los ciudadanos de a pié? ¿Consideraron los traidores guarimberos, banqueros, los dueños de los medios y asesinos que sucumbieron en este proceso a sus familiares, al pueblo venezolano, a los que sufren para conseguir un alimento y a las víctimas? Aún no hemos aprendido las lecciones.
Como unos corderitos la Asociación Bancaria Venezolana pidió al presidente Maduro noventa días más para adecuarse a los cambios que exige la reconversión monetaria. Su presidente dijo que ya tenía casi listo el 98% de ésta, entonces sí solo le falta un dos por ciento ¿para qué piden tres meses de tregua? O son supinos o nos creen a nosotros como tal. Maduro lo consideró en sesenta días la prórroga. ¿Más tregua para darles el gusto a los ricos banqueros que son culpables de la fuga del efectivo y de la imposibilidad de tener dinero por la vía de los cajeros automáticos? La crisis de hiperinflación que vivimos ha sido creada por la acción de los enemigos del pueblo venezolano. El castigo que hemos tenido de esta clase burguesa ha sido la destrucción de nuestro Bolívar como moneda. Los banqueros tanto públicos como privados, controladores de la intermediación del dinero del Estado venezolano, han sido los actores principales de la crisis monetaria, aupando el golpe financiero dirigido desde el norte. Aún no vemos que pidan perdón ni mucho menos su arrepentimiento a los banqueros para darle una tregua. Estamos esperando respuesta acerca de las averiguaciones hechas a la directiva de Banesco. Serán dos meses más de castigo para los venezolanos que cada día sufren más los embates de la falta del papel moneda por ayudar a un sector de la derecha que nunca han estado del lado de los pobres ni del gobierno revolucionario.
El otorgamiento del perdón solicitado por COPEI a Maduro para los presos políticos; el diálogo con los gobernadores de la oposición para ser garantes de los mismos; la ausencia de medidas contundentes contra el empresariado venezolano, especialmente al grupo Empresas Polar, las cuales pueden considerarse todas una tregua, puede dar pie a pensar en la debilidad de este gobierno a pesar de la victoria obtenida el domingo 20/05, parece que ganaron ellos y no Maduro. Los terroristas no dejaron de serlo después de esta fecha, por el contrario vendrán con más impulso a continuar en su ruta del camino de la desestabilización. ¿Tomó en cuenta el gobierno las megas colas para comprar comida que aun hacen los venezolanos? Seguimos ganando más colas, más inflación, más injusticia, más hambre, más traición. Esto es una lucha de clase social, mientras exista la humanidad será siempre una lucha de clases sociales, de los que no tienen contra la clase pudiente. Es hora de darle al pueblo la oportunidad que está pidiendo. La prioridad no era negociar la libertad de quienes cometieron crímenes atroces, sino la de darle respuestas a las necesidades que el pueblo sufre. El pueblo aún espera por los cambios que Maduro ofreció durante su campaña. En este sentido, el pueblo le pide que comience por los cambios en su gabinete, que cesen las divisiones internas y que todo el equipo de ministros empiecen a salir de sus oficinas, que visite a los distintos estados del país, que vea y escuchen de viva voz los problemas del pueblo. Estos cambios permitirán avanzar hacia los planes o programas del gobierno. Es el tiempo es la hora presidente Maduro de transformar todo lo que tenga que ser transformado, de hacer la verdadera revolución con el pueblo. No le pida al pueblo más paciencia de la que ya ha tenido, ni más tregua a su sufrimiento porque no se lo merece, ni jugar con la tolerancia y el aguante que desde Chávez ha tenido, porque este pueblo también puede tomar las banderas de la revolución y tomar otros caminos que luego serían lamentables para la revolución. El diálogo debe iniciarse con el pueblo. El pueblo pide mano dura contra todos los que han sido partícipes del daño causado al país, para ello se tiene el poder para hacerlo. Solo el pueblo salva al pueblo.
Licenciada en Administración
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