*JUAN MARTORANO.
A un mes del triunfo del presidente Nicolás Maduro en los comicios legislativos y presidenciales del 20 de mayo, todo indica que tiene los elementos para la realización de una buena gestión: 19 gobernaciones, 308 alcaldes, una Asamblea Nacional Constituyente, parlamentos regionales, y sobre todo, una oposición atomizada y fracturada que no da pie con bola.
No obstante, cabe recordar las máximas de Chávez, que en innumerables oportunidades nos advirtió: “No nos estamos enfrentando a los cuatro currutacos de aquí sino al imperio que maneja el complejo- tecnológico militar industrial más formidable que se haya conocido sobre la faz de la tierra”. Y sin duda esta frase aún tiene pertinencia y vigencia.
Desde el mes de febrero de 2018, el Comando Sur de Estados Unidos firmó la orden de operaciones mejor conocida como “El Golpe Maestro”, donde se detallan un conjunto de acciones a fin de generar las condiciones para el derrocamiento del gobierno que dirige Nicolás Maduro. Este plan, conocido gracias a la valiente investigación de la periodista argentina y aliada de Venezuela, Stella Calloni, y de las valientes denuncias del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, han sido importantes elementos disuasivos de este perverso plan.
Indudablemente, estas denuncias, acompañadas de la acertada labor de los cuerpos de seguridad e inteligencia han logrado neutralizar en algunos casos, y golpear en otros, perversos planes y atentados. Ha sido encomiable la labor de estos funcionarios en la preservación de la paz en nuestro país, sin disparar ni un solo tiro y sin que se haya producido hasta ahora derramamientos de sangre.
No obstante, y debemos estar claros, que los comicios del pasado mes de mayo y a diferencia del proceso para elegir a los y a las integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, no neutralizó el plan desestabilizador, sino que todo lo contrario, lo acelera, planteando la posibilidad real, de que si la oposición venezolana no lograse la consolidación de un frente interno o captar algunos oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a fin de derrocar al presidente Maduro, están trabajando fuertemente en la conformación de una fuerza multilateral encabezada por Estados Unidos, a fin de propiciar una invasión a Venezuela.
Por ello, lo único que les queda a los enemigos de la Patria, a fin de tratar de truncar el camino de nuestra Revolución y del Gobierno Bolivariano, es el frente internacional. Más que los intentos desesperados del gobierno estadounidense de “expulsar” a Venezuela de la OEA, está la amenaza de Colombia y del ABC del Caribe (Aruba, Bonaire y Curazao, colonias holandesas) países pertenecientes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como ariete militar para esa acción armada en contra de nuestro país.
En ese orden de ideas, la embajada estadounidense en nuestro país no se ha quedado de brazos cruzados, al intensificar la labor de captación de jóvenes para el despliegue de actividades terroristas, bajo la tesis que esbozó el dirigente “converso” como lo es Freddy Gutiérrez, quien a finales del mes de agosto del año 2017 señaló de que el presidente Maduro “no aguanta una tercera oleada de protestas”, esto luego de las anteriores de los años 2014 y 2017.
La violencia no solo es física o psicológica, también puede ser semiótica o simbólica. Esto a propósito de la acción de voladura del busto del Comandante Ernesto “Ché” Guevara, ubicado en la Avenida Bolívar de la ciudad de Caracas.
Dicho busto explotó producto de un artefacto explosivo casero. Y evidentemente es una acción que pudiera constituir en un mensaje y en una advertencia.
Sobre todo, en una entidad federal que es la puerta de entrada de la conspiración contra nuestro país desde el corredor fronterizo occidental y desde Colombia, como lo es el estado Táchira. Debemos estar atentos con ello.
Esta acción, acompañada de las huelgas convocadas por enfermeras del Distrito Capital y de profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) pudiera ser la señal que necesitan para el desplegar del accionar violento.
Es decir, y de ahí la labor nuestra de todos los patriotas, de advertir una activación de las células durmientes de las bandas criminales paramilitarizadas, porque es lo único que le queda a una oposición carente de ideas y de plan de lucha. Lo de la estatua del “Ché” en Caracas, particularmente para mí, es una señal del accionar político que pudieran adoptar ciertos y determinados grupos vinculados con sectores de la oposición en Venezuela.
Así que alerta, atentos y prevenidos, pues se acercan duros y complejos tiempos de combate.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Der http://juanmartorano.blogspo. com /http://juanmartorano.w). jmartoranoster@gmail.com. @juanmartorano (Cuenta en Tuiter)
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