lunes, 30 de noviembre de 2015

Oootra vez

Carola Chávez.

golpe1

Ooootra vez una elección, van veinte y siempre los mismo: Otra vez el CNE es tramposo. Otra vez el voto no es secreto. Otra vez las captahuellas dan miedo, no olvides que una vez tuvieron burundanga y te hacían votar por Chávez aún en contra de tu decente y pensante voluntad. Otra vez las condiciones no están dadas. Otra vez las máquinas están trucadas, otra vez ¡que vuelva el voto manual! Otra vez el ventajismo del gobierno que controla todos los medios, tal como lo denuncian todos los medios que supuestamente gobierno controla. Otra vez “yo no firmo el compromiso electoral”. Otra vez la escotilla de la violencia abierta al no me da la gana. Otra vez el coro cantando fraude adelantado, fraude selectivo, donde gana el chavismo es trampa donde gana la oposición no. Otra vez te robarán el voto pero igual, aunque te lo roben, te invitan a votar.
Otra vez el retroceso vestido de cambio. Otra vez los mismos: los del Carmonazo, los de Sabotaje Petrolero, los de la plaza Altamira, los de la guarimba, los de ¡Viva el cáncer! los de “Y nadie se los va a devolver”, otra vez los que mandaron a descargar la arrechera y la descargaron, los de La Salida, los de las guayas degolladoras, los mismos que hace años mandaron a sus seguidores a calentar aceite para lanzarlo desde los balcones a las “hordas chavistas”. Otra vez los que llevan 16 años recorriendo el mundo para suplicar intervenciones extrajeras en nuestro país. Los que en vano hicieron lobby para que no entráramos en Mercosur. Los que llamaron a los miembros de UNASUR “países chulos”. Los mismos que suplicaban una “ayudaíta” de Bush, y hoy de Obama, Hollande y el FMI. Otra vez ellos. Otra vez lo mismo, los mismos de siempre, esta vez en una campaña sin candidatos, porque el cambio no se puede proponer con las caras de Ramos Allup y Omar Barboza, reliquias cuarto republicanas; ni con la de William -Sigatoka Negra- Dávila, ni con la de Julio Borges, por nombrar a unos poquitos de este ramillete. El cambio no se puede vender con esas mismas caras embarradas.
Entonces la idiota estrategia publicitaria -permítannos pensar por usted- de quienes creen que el resto del mundo es idiota: Cuñas sin líderes, solo una musiquita genérica pegajosa, que bien podría servir para vender Diablitos o calcetines, diciéndote dónde es que vas a poner tu dedo y apretar, aquí, aquí, una y otra vez, una y otra vez… dale aquí por el cambio y no preguntes más. Y ootra vez la tradicional cuña de la señora de barrio asegurándole a las señoras de El Cafetal que el pueblo se cansó. Otra vez el “tenemos pueblo”. Ooootra vez las cuñas grises de desesperanza y tristeza que se acabará, como por arte de magia, si los dejamos ganar.
Otra vez el Departamento de Estado “deeply concerned” por Venezuela. Otra vez lo que queda de la OEA dando patadas de ahogado, otra vez voceros Europeos y nefastos ex presidentes declarando babosadas contra nuestro país. Otra vez mil frentes abiertos, amenazantes, este, oeste, norte y sur, otra vez el silencio complaciente de los que hablan de cambio, los mismos de siempre que hoy no dan la cara.
Otra vez los grandes medios del mundo coordinaditos sacando más ollas que los caceroleros de Chacao. Esta vez, más desesperados, cosa que desdice a sus encuestas que, otra vez y desde ya, cantan la derrota chavista.
Otra vez la salivante ilusión del fin de chavismo, esta vez más contenida, porque algún asesor, de esos inteligentísmos que ellos tienen, les dijo que no nos nombraran para que no nos sintamos amenazados por quienes siempre nos amenazaron. Y en su afán de no nombrarnos, pobrecitos, empiezan a creer que que ya no existimos, así, como los carajitos pequeños que juran que si cierran los ojos las cosas desaparecen. Otra vez la ceguera, la soberbia, la torpeza.
Oootra vez las zancadillas, otra vez apostando al desgaste y el cansancio, otra vez contando los pollos antes de nacer… Otra vez y como siempre, su tragedia y su derrota es que no han entendido nada.


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