José Vicente Rangel
1 En
El Nacional del 11/07/15, aparecen -en una misma página- varias
declaraciones de su propietario y director, Miguel Henrique Otero. En la
tónica que este emplea desde que está en el exterior, de feroz
oposición al proceso bolivariano y al gobierno de Maduro. En una de esas
declaraciones se refiere a lo que planteó en el encuentro de la
Internacional Demócrata de Centro -organismo político de ultraderecha,
ahora dirigido por el colombiano Andrés Pastrana- y en otras, en los
diarios El Universal de México y el italiano Il Messaggero, insinúa
peligrosas salidas para el país.
2 ¿Cuál
es el motivo por el que escribo esta vez sobre las declaraciones de
Otero? Lo hago porque en las que dio al diario mexicano y al italiano
hay un alarmante pronóstico sobre el futuro de Venezuela que hasta ahora
no estuvo presente en el tono que emplea en sus sistemáticos ataques al
régimen constitucional por él cuestionado con el derecho que asiste a
cualquier ciudadano. Considero que ahora la situación es diferente, ya
que el declarante introduce en su lenguaje una peligrosa advertencia
sobre el destino de la democracia en el país. Y como quiera que guerra
avisada no mata soldado es pertinente darle importancia a lo que ahora
dice Otero y alertar sobre sus implicaciones.
3 Cito
pasajes de las declaraciones a El Universal de México: "Venezuela es
una olla de presión; la situación económica, política y social que
afronta puede derivar en un momento crítico". No aclara de qué tipo,
pero lo sugiere más adelante cuando afirma: "Confío en que en Venezuela
habrá una solución electoral, pero advierto que los comicios
presidenciales son a finales de 2018. Falta muchísimo tiempo, entonces
el régimen, en la realidad catastrófica y de descomposición política que
vivimos, le hace pensar a uno que puede venir una salida no democrática
como ha pasado en América Latina" (Yo agrego: ¿acaso un 11-A que apoyó
Otero?). Este continúa: "Para que eso no ocurra, Maduro y su régimen
deben tomar conciencia de que necesitan hacer una elección no tan lejana
como la de finales de 2018, tienen que recortar el período para hacer
una elección presidencial. ¿Lo harán, no lo harán? No lo sé, pero el
nivel de descomposición es tan grande que Venezuela está dentro de un
tema de ruptura muy peligroso para la democracia. Lo ideal para nosotros
es que haya un proceso electoral pronto". Y remata: "Reitero que no
habrá un proceso comicial justo en las parlamentarias y para que eso no
pase es necesario un compromiso internacional importante, porque el
sistema electoral está sumamente viciado". Al diario italiano le da otra
entrevista de la que extracto este párrafo relativo a su regreso:
"Tengo que dirigir un periódico y, además, hoy el gobierno es totalmente
inestable; yo tengo que estar allí. Las cosas pueden cambiar". ¿Cómo?
El dueño de El Nacional no lo dice: apuesta a la profecía, que a menudo
suele ser el refugio de la desesperación.
4 Hace
13 años El Nacional, ya en manos de Otero, pronosticó en edición
extraordinaria del 11 de abril que "la batalla final sería en
Miraflores". El pronóstico se cumplió con las funestas consecuencias que
el país conoce -en particular para la oposición. Ahora el mismo
personaje, en el mismo medio, conjetura sin soporte, especulando
cómodamente a distancia que si no se da lo que él recomienda, es decir,
cuestionar los comicios del 6 de diciembre porque el sistema electoral
es corrupto, o si Maduro no recorta su periodo, habrá ruptura del orden
constitucional. Y apela a fórmulas neogolpistas en boga, como el golpe
institucional, el golpe blando, el golpe preventivo y tantas otras
aventuras concebidas por la derecha y el imperio para acabar con
gobiernos progresistas y democráticos que impulsan cambios sociales.
Solo una advertencia final: cuidado, el 13-A está más vivo que nunca.
Tomado de Últimas Noticias.
Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos
jvrangelv@yahoo.es
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