María Canelones.
El 1er Congreso de Periodismo Cultural realizado en el Teatro Nacional
de Caracas los días 09 y 10 de julio de 2015 -como iniciativa de la
Fundación para la Cultura y las Artes- (Fundarte), nos invita a hacer de
la palabra un acto permanente de creatividad. Significa además entrar
en un proceso de reflexión de qué estamos comunicando, cómo lo estamos
haciendo y si somos conscientes de establecer pautas de investigación y
planificación ante los temas y las realidades sobre las que informamos.
Este primer congreso debe ser motivador para continuar estableciendo lineamientos institucionales que conduzcan con responsabilidad a priorizar cuáles son las necesidades culturales que deben ser abordadas por sus comunicadoras y comunicadores, con el fin de lograr una articulación y una estrategia comunicacional acorde con el proceso histórico y social latinoamericano - mundial. Se trata de establecer un orden entre los distintos entes públicos encargados del área para sincerar y contabilizar acciones pertinentes y congruentes que aporten conocimiento y sensibilicen a la población venezolana.
Como responsables idiomáticos interesados en visibilizar la expresión cultural en todos sus escenarios, debemos organizarnos para definir desde las diversas trincheras comunicacionales del Proceso Bolivariano, qué notas de prensa, entrevistas, crónicas, reportajes y ensayos, entre otros géneros periodísticos, deberán tomar forma a través de la televisión, la radio, la web y el medio impreso. Los micros (tv-radio), los testimonios, las historias de vida, incluso los cuentos y las novelas forman parte de esa literatura periodística donde podemos involucrar a la gente desde su cotidianidad y complejidad. Me refiero a rescatar y sellar con la palabra los múltiples entornos, sabores, olores y colores. Escribir la historia desde la literatura sobre nuestra actual manera de ver y llevar la vida.
Ante la efímera dinámica de las redes sociales debemos estar alertas, pues por su fugacidad podemos correr el riesgo de convertirnos en repetidores superficiales de determinados contenidos que verdaderamente requieran de profundidad y planteamientos sustentados en argumentaciones locales, nacionales e internacionales. Más que estar alineados a informaciones que marcan pauta, nuestra premisa deberá ser comunicar materiales que en un 99% trasciendan las viejas prácticas informativas capitalistas donde la palabra es utilizada para seducir bajo criterios comerciales, de espectáculo, moda y frivolidad, teniendo como resultado consumidores zombis al servicio de las más esquizofrénicas mercancías.
Si bien debemos no ser promotores del espectáculo y la tramoya, también debemos evaluar permanentemente lo que estamos difundiendo para no imitar modelos cuestionados. Me refiero a no caer en una especie de farándula chavista donde se premie y reconozca sólo a un sector de cultores y artistas que comulgan con el Proceso Bolivariano.
La planificación será clave para materializar esta maravillosa propuesta que requerirá en lo sucesivo de debates, sumas de ideas y planteamientos individuales y colectivos que la fortalezcan en un primer intento por mejorar la comunicación cultural actual en Venezuela. Sin duda, este 1er Congreso de Periodismo Cultural abre un universo de posibilidades para la creatividad en la palabra y el pensamiento crítico. Es momento de darle voz a esos grandes anónimos de la música, el teatro, la danza, la escritura y las artes plásticas. Es momento de asumir nuestro compromiso como comunicadores humanistas, eternamente insatisfechos como excusa para lograr la excelencia en cada proyecto emprendido.
Este primer congreso debe ser motivador para continuar estableciendo lineamientos institucionales que conduzcan con responsabilidad a priorizar cuáles son las necesidades culturales que deben ser abordadas por sus comunicadoras y comunicadores, con el fin de lograr una articulación y una estrategia comunicacional acorde con el proceso histórico y social latinoamericano - mundial. Se trata de establecer un orden entre los distintos entes públicos encargados del área para sincerar y contabilizar acciones pertinentes y congruentes que aporten conocimiento y sensibilicen a la población venezolana.
Como responsables idiomáticos interesados en visibilizar la expresión cultural en todos sus escenarios, debemos organizarnos para definir desde las diversas trincheras comunicacionales del Proceso Bolivariano, qué notas de prensa, entrevistas, crónicas, reportajes y ensayos, entre otros géneros periodísticos, deberán tomar forma a través de la televisión, la radio, la web y el medio impreso. Los micros (tv-radio), los testimonios, las historias de vida, incluso los cuentos y las novelas forman parte de esa literatura periodística donde podemos involucrar a la gente desde su cotidianidad y complejidad. Me refiero a rescatar y sellar con la palabra los múltiples entornos, sabores, olores y colores. Escribir la historia desde la literatura sobre nuestra actual manera de ver y llevar la vida.
Ante la efímera dinámica de las redes sociales debemos estar alertas, pues por su fugacidad podemos correr el riesgo de convertirnos en repetidores superficiales de determinados contenidos que verdaderamente requieran de profundidad y planteamientos sustentados en argumentaciones locales, nacionales e internacionales. Más que estar alineados a informaciones que marcan pauta, nuestra premisa deberá ser comunicar materiales que en un 99% trasciendan las viejas prácticas informativas capitalistas donde la palabra es utilizada para seducir bajo criterios comerciales, de espectáculo, moda y frivolidad, teniendo como resultado consumidores zombis al servicio de las más esquizofrénicas mercancías.
Si bien debemos no ser promotores del espectáculo y la tramoya, también debemos evaluar permanentemente lo que estamos difundiendo para no imitar modelos cuestionados. Me refiero a no caer en una especie de farándula chavista donde se premie y reconozca sólo a un sector de cultores y artistas que comulgan con el Proceso Bolivariano.
La planificación será clave para materializar esta maravillosa propuesta que requerirá en lo sucesivo de debates, sumas de ideas y planteamientos individuales y colectivos que la fortalezcan en un primer intento por mejorar la comunicación cultural actual en Venezuela. Sin duda, este 1er Congreso de Periodismo Cultural abre un universo de posibilidades para la creatividad en la palabra y el pensamiento crítico. Es momento de darle voz a esos grandes anónimos de la música, el teatro, la danza, la escritura y las artes plásticas. Es momento de asumir nuestro compromiso como comunicadores humanistas, eternamente insatisfechos como excusa para lograr la excelencia en cada proyecto emprendido.
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