Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Jorge Rodríguez, alto vocero del PSUV, declara luego de las elecciones de la oposición. Leamos fragmentos de la noticia:
“Jorge Rodríguez advirtió este lunes en rueda de prensa que la oposición ‘está tratando de tapar el más grande descalabro electoral que haya conocido la historia de Venezuela. El más grande fracaso en participación que haya conocido el país’.”
Las
caras de los voceros del PSUV eran de triunfo adelantado, sonrientes.
Es importante para los revolucionarios reflexionar acerca de esos
resultados más allá de la fiesta electorera.
No
se trata de la elección en un centro de estudiantes de la UCV, que se
despacha sin mayores consecuencias, a lo sumo una toma. Al contrario, es
un síntoma fundamental de la política nacional, de estos resultados
podemos deducir para dónde se dirige la sociedad, qué reclama, con
cuáles metas palpita.
La
democracia burguesa que los socialdemócratas intentan restablecer exige
la participación de dos actores que simulen lucha feroz, pero que en
realidad todo sea como la lucha libre mexicana, con sangre de remolacha y
piruetas inocuas. En el pasado eran ad y copei los protagonistas de
estas batallas de papel. Para esa democracia bufa se dirigen los
socialdemócratas, se lo exigen los gringos y el capitalismo
internacional, ese es el meollo de las furtivas visitas de shannon.
Entonces, los resultados de las elecciones de la oposición tienen dos lecturas:
Una,
el establecimiento del nuevo modelo de democracia burguesa no está
funcionando, le falta un contendor, hay una mitad del país, la
oposición, que exige otra cosa; el país no responde a los llamados a
recomponer el pacto de punto fijo.
Dos, que esa mitad está clamando por una solución no constitucional, no electoral, hay un peligro real de fascismo.
Preocupa
que la dirigencia del PSUV no sienta el aliento del fascismo en la
nuca, que no perciba los pasos de la bestia y haga un análisis
superficial, infantil, de los resultados de las elecciones opositoras.
Se comportan como aquel fanático del equipo de fútbol argentino Boca
Juniors, que atacó a los jugadores rivales con gas pimienta y así evitó
que ganaran, pero tumbó la mesa, no hubo más juego: Boca quedó sólo en
la cancha y fuera del torneo.
Estos
dirigentes que no supieron ir al Socialismo, parece que tampoco saben
ir a la democracia burguesa, están agotados. Debían consultar a alguien,
ramos allup por ejemplo, para que les dé una clases de democracia
burguesa, para que les explique el truco, quizá así sepan qué camino
tomar y termine esta incertidumbre.
Ojalá
comprendan que en las elecciones se juega el destino de la Revolución,
no sólo en lo meramente táctico sino en lo estratégico; que es
importante ganar y también cómo se gana, que el método del fanático de
Boca no es democrático burgués ni es revolucionario, es fascismo.
Ojalá,
pero sabemos que es remoto, tomen el rumbo que nos dejó trazado el
Comandante Chávez y avancemos hacia el Socialismo. Sólo así superaríamos
a la democracia burguesa, a la lógica del capital y dejaríamos de
alegrarnos por las señales de aproximación del fascismo.
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