jueves, 18 de septiembre de 2014

EE UU decidido a destruir a quien no esté con él.

 
EL PAÍS
En las oficinas de agentes bursátiles, compañías financieras, casas de cambio y hasta en algunos bancos de Argentina funcionan las llamadas cuevas, donde se compran y venden dólares de forma ilegal. También están los arbolitos o vendedores ambulantes que ofrecen “cambio” en el centro de Buenos Aires. Ese mercado negro o blue ha ido creciendo desde que el Gobierno de Cristina Fernández impusiera controles a la compra de moneda extranjera en 2011 ante la escasez de divisas que sufre el país sudamericano.
El dólar, el billete en el que ahorran y adquieren inmuebles los argentinos de clases media y alta desde la primera hiperinflación de Argentina, en 1975, llegó a valer en 2013 el doble en la plaza ilegal que en la oficial. El blue es un mercado pequeño, pero influyente en las expectativas económicas. El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, especula con que EE UU puede estar detrás de él.
En esa plaza la cotización del dólar batió este miércoles una marca al alcanzar los 15,10 pesos, frente a los 8,42 que cuesta en la legal. La brecha entre un precio y otro ya casi llega al 80%.
El dólar cuesta en la plaza ilegal 15,10 pesos, frente a los 8,42 que cotiza en el controlado segmento oficial
El ministro Kicillof reaccionó al encarecimiento del dólar blue y lo vinculó a las declaraciones del pasado lunes del embajador interino de EE UU en Buenos Aires, Kevin Sullivan, en las que opinó que “es importante que Argentina salga del default (impago)” de julio pasado. "En el programa de los buitres (fondos norteamericanos litigantes contra Argentina) estaba pautado este ataque a la moneda. El representante de EE UU en Argentina habló de default y no es casual”, declaró Kicillof a Radio del Plata. Buenos Aires niega que haya entrado en impago porque aduce que ha depositado el dinero que debía abonar en julio a los acreedores de deuda reestructurada en 2005 y 2010, pero los recursos no llegaron a destino por un fallo definitivo de la justicia de EE UU.
La opinión de Kicillof le sigue a la amenaza de su par de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, contra Sullivan de adoptar contra él “las más severas medidas” contra un diplomático extranjero si volvía a inmiscuirse en asuntos internos de Argentina.
Kicillof comentó que en agosto recibió en su despacho al exsecretario de Comercio de EE UU Carlos Gutiérrez, quien según el ministro, le propuso mediar ante los fondos buitre y le advirtió que estos planeaban “ataques” contra Argentina. El presunto plan consistiría en el “ataque a la moneda para forzar una devaluación". El ministro añadió que después del encuentro con Gutiérrez se enteró por la prensa internacional que ese exfuncionario del Gobierno de George W. Bush (2001-2009) trabajaba para los fondos buitre.
El blue es "un mercado pequeño, no es difícil que se mueva rápido”, pero “no hay razones económicas para que el dólar esté a 15 pesos, hay una intención de generar pánico”, opinó Kicillof. A esa plaza recurren los que buscan ahorrar en dólares y los contrabandistas. En el mercado oficial solo se pueden comprar pocas divisas para ahorro, pero es el que rige para las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y para el arribo de inversiones. Después de la crisis de deuda de julio, el Banco Central ha reaccionado con más restricciones al acceso a las divisas para las importaciones, mientras se devaluaba el peso en el mercado ilegal.
"La cuestión de los ataques especulativos ahora está relacionado a los fondos buitre”, opinó el ministro de Economía argentino. “Los fondos buitre están diciendo que no van a negociar hasta 2016. Están esperando al próximo gobierno porque hubo algún candidato (presidencial) que dijo que hay que hacer todo lo que dijo Thomas Griesa (el juez de Nueva York que falló contra Argentina)”, apuntó Kicillof contra el conservador Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires.

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