viernes, 19 de septiembre de 2014

Pandemia mediática.

ASALIA VENEGAS S.

El uso que se hizo de los medios de comunicación horadó las costumbres, la educación y la cultura de diversos pueblos
La plataforma mediática es utilizada para diversos fines. La conformación de la denominada industria cultural, a partir de los años sesenta del siglo pasado, apuntaló al manejo subliminal de sentimientos y deseos de tal forma que el individuo -espectador, oyente o receptor- no captase el moldeamiento que hacían de su conducta. El uso que se hizo de los medios de comunicación horadó las costumbres, la educación y la cultura de diversos pueblos.

La geopolítica, los conflictos bélicos -en su mayoría propiciados por el complejo militar-industrial- nada escapa a la mira telescópica de estos medios. Los hechos históricos de mayor relevancia son vistos bajo la óptica de oscuros intereses en el campo de la información, de los que manejan la industria cultural. Es vital conocer contra qué se batalla para poder develar las máscaras que recubren el discurso mediático.

En el caso concreto del proceso bolivariano, el arma preferida por la oposición para el ataque es la plataforma mediática: prensa, radio, TV. Hace quince años, sin dar tregua, estos mecanismos han practicado las peores aberraciones del periodismo: el sensacionalismo y el amarillismo. La mentira y el irrespeto a lo que establecen los códigos de ética y de ejercicio de la profesión son caminos que se recorren olímpicamente, sin ver para los lados.

La denuncia irresponsable del vocero del Colegio de Médicos de Aragua por la supuesta propagación de un virus en el Hospital Central del estado condujo a la construcción de informaciones donde se vincula la presencia de virus con algunas muertes ocurridas en el centro hospitalario. Se comienza a especular con la entrada al país de nuevas enfermedades o de enfermedades desconocidas. Casi que el ébola en Venezuela.

Los fines son demasiado perversos. Crear pánico en la población por la supuesta “expansión de enfermedades infecciosas letales”, ante la mirada inerme del Estado. El gobernador de Aragua salió rápido en la contra ofensiva informativa, denunciando el plan de la pandemia mediática. La derecha comienza a bailar al son del chikungunya y, peor, del ébola, sin medir las consecuencias de tales acciones. Natera, el eterno presidente de la FMV -cuándo no- avala el baile pandémico.

Periodista / Prof. universitaria

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