Toby Valderrama y Antonio Aponte
¿Cuál
será el destino de la Revolución Chavista? ¿Le pasará igual que a los
más importantes movimientos liberadores de la humanidad? ¿Le sucederá lo
del Cristianismo, que evolucionó hasta convertirse en su contrario?
Sólo entenderemos el brutal cambio del cristianismo, su falsificación,
si a Cristo, el que se enfrentó a los mercaderes y al imperio romano, lo
comparamos con Bergolio; si confrontamos a Cristo con Pio XII y su
simpatías nazis; si pensamos en Francisco de Asís con su vida austera y
vemos el boato de los papas. Así entenderemos que el Cristianismo
Primitivo, el auténtico, se fue a las catacumbas, vive allí y es
combatido, perseguido, por los falsificadores.
Bolívar
Libertador fue un caso similar. Vio su obra, la Gran Colombia,
disolverse en fragmentos que después se dijeron bolivarianos. Páez,
Santander, enterraron el testamento bolivariano, lo falsificaron y
crearon una nueva oligarquía, naciones, regionalismos que niegan el
sueño del padre de la Patria Grande.
La gran Revolución Soviética siguió igual camino. ¿Qué tienen que ver Lenin, Trotsky, con stalin? Compárese a Lenin con Brézhnev,
o con Gorbachov, y la transmutación será asombrosa. ¿El fin del camino
emprendido en 1917 era Putin? Los leninistas primitivos, los trostkistas
verdaderos, fueron perseguidos, hasta el día de hoy viven en las
catacumbas.
Lenin,
en su mausoleo, nos recuerda que el monumento de los grandes hombres
debe ser su obra, las transformaciones sociales, y no el bronce o el
mármol.
Estos pocos ejemplos nos enseñan: las
Revoluciones pueden, en lugar de avanzar hacia el nuevo mundo,
retroceder a la esclavitud que querían superar, a vigorizarla,
remozarla, justificarla. Y es frecuente que lo hagan vestidos con el
ropaje del movimiento libertario, con el mismo discurso despojado de su
fuerza revolucionaria, en resumen, engañando a las sociedades. Pero no
pueden evadir a la historia que los condena y alerta a las generaciones
futuras.
En
Venezuela estamos en un periodo de transición, en una crisis donde se
decidirá si el Chavismo Primitivo, el original, sucumbirá, si se
transformará en su contrario. Veremos si en lugar de superar a la
burguesía, ésta saldrá del periodo más fortalecida; si la sociedad, en
lugar de unirse en un solo empeño, se fragmentará en quinientos
intereses particulares; si el egoísmo será la norma ética, en lugar de
la fraternidad, si la sociedad se organizará alrededor de egoísmos
colectivos.
En
la crisis, en este turbulento periodo de transición que hoy vivimos,
sabremos si el Chavismo será falsificado en un movimiento que remoce el
Estado burgués para hacerlo más burgués que nunca, que simplifique todo
para la creación de un capitalismo que exporte -y explote- aceptado por
la canalla internacional. Y si esa adecuación de la nueva explotación,
esa falsificación del sueño y los planes revolucionarios se presentará
como Socialismo. En ese caso pasaremos a la historia como un movimiento
más que se transformó en su contrario, el capitalismo seguirá su camino
de barbarie, no habrá quién señale el camino a otra sociedad, la
esperanza será pospuesta nuevamente.
Pero
veremos también si seremos capaces de leer la historia, de aprender de
ella. Veremos la capacidad de rectificación del Chavismo, de romper las
cadenas de una falsa lealtad a las falsificaciones, a las
transmutaciones.
Esta
por verse, el futuro dirá si el Socialismo sale airoso de la prueba y
no se transforma en su contrario sino que avanza hacia una nueva
sociedad, resuelve la ecuación que salvará a la humanidad, si se
convierte en faro y no regresa a las catacumbas donde se refugiaron los
cristianos primitivos, los leninistas auténticos, los bolivarianos.
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