jueves, 29 de agosto de 2013

El agro y la economía nacional.


ANTONIA MUÑOZ.


Hoy hacemos un breve análisis del agro venezolano como sector fundamental de la Economía Nacional, en el marco de la línea de trabajo Nº 4 del Presidente Nicolás Maduro, la cual plantea: “CONSOLIDAR Y ACELERAR LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL (Gobierno Económico). No hay duda que el sector agropecuario es muy importante en la economía nacional y que incide en su desempeño, he ahí que el renglón alimento tiene un gran peso en la inflación. Por lo tanto, al mejorar la eficiencia en la producción de alimentos, sin ninguna duda se producirá un efecto sobre la economía nacional. Sin embargo, se debe tener presente que para indicar el tratamiento a un paciente, lo primero que se debe hacer es diagnosticar la enfermedad. Un diagnóstico equivocado, puede conducir a un tratamiento equivocado del padecimiento. En el ámbito de las Ciencias Sociales el planteamiento anterior también tiene validez, aunque con sus propias particularidades en cuanto a los métodos usados en el diagnóstico y tratamiento del mal.
Con las ideas anteriores en mente, nos atrevemos a diagnosticar a una paciente (la agricultura), en cuya recuperación estamos interesados todas y todos los venezolanos. Por eso, debemos cuidarla como la niña de nuestros ojos. Ya lo hemos dicho antes, pero lo repetiremos hasta que todos lo hayan entendido. La agricultura es un noble, arriesgado y sacrificado oficio. Por eso celebro los recientes subsidios directos aprobados para varios rubros agrícolas y para la leche. Por eso combato a los pillastres e inescrupulosos que valiéndose de argucias y amigos se infiltran en el sector, con la aviesa intención de medrar en la agricultura, y obviamente, sin el menor propósito de contribuir a producir los alimentos que tanto necesita la población venezolana. Esa es una de las enfermedades que padece la paciente, cuya salud ocupa nuestra atención el día de hoy. Por eso la decisión del MPPAT de hacer la captación de beneficiarios en asambleas comunitarias, donde todo el mundo se conoce y los productores de maletín quedarían desnudos en pelota! Para que este remedio funcione, se necesita que se cumplan varias condiciones: 1. Que se INFORME debidamente y se CONVOQUEN con antelación las asambleas; de modo que PARTICIPEN todas y todos los verdaderos productores que deseen y puedan sembrar. 2. Que las INSPECCIONES, APROBACIÓN y LIQUIDACIÓN de los créditos se haga a tiempo, para poder ADQUIRIR LOS INSUMOS y SEMBRAR A TIEMPO.
MAQUINARIAS E INSUMOS: SUFICIENTES Y A TIEMPO
Este diagnóstico es aplicable a cualquier cultivo, pero lo haremos pensando en maíz y arroz, por ser los cereales más ampliamente sembrados en el país. La planificación de las hectáreas a sembrar en el ciclo correspondiente dependerá de la cantidad de semilla y de fertilizante disponible. Sin embargo, podemos tener la semilla necesaria, pero antes de plantarla se necesita haber preparado a tiempo la tierra, lo cual depende de la disponibilidad de al menos tractor y rastra, bien sea de uso privado, de uso colectivo, de servicio prestado por la Empresa Socialista Pedro Camejo o por empresas privadas de servicio; ya que por ahora, P. Camejo no tiene suficiente maquinarias y equipos para prepararle toda la tierra o cosechar todo lo que siembran los pequeños y medianos productores.
Ahora bien, en el caso específico del maíz no basta con tener al día todo lo descrito, porque en la misma operación, en un surco paralelo a la semilla, se debe colocar la fórmula completa (10-20-20), que se convierte en el insumo limitante al momento de la siembra. Después de superado este síntoma de la enfermedad, se puede presentar y de hecho se presenta, otra dolencia, cual es la agonía por la insuficiencia de la úrea con la cual se debe reabonar el maíz; la cual en este ciclo invierno 2013 se volvió “más resbalosa que una guabina enjabonada”. Los sembradores de arroz pueden sufrir dolencias parecidas a los maiceros, pero tienen una adicional que es la necesidad de controlar malezas en la primera etapa de crecimiento del cultivo, para que no sean las “malas hierbas” las que se apropien de los nutrientes aplicados al arroz.
Al no comprenderse el origen de la dolencia, por lo general, los productores descargan los malestares que producen los dolores sobre Agropatria, que es la empresa que distribuye los insumos. Sin intención de salir en defensa a ultranza de Agropatria, me atrevo a recordarles a las y los productores, que Agropatria es un incipiente productor de semillas, y que yo sepa, no produce fertilizantes ni tampoco agroquímicos. Así que debemos auscultar muy cuidadosamente, para identificar los problemas estructurales o puntuales en los órganos que producen o importan semilla, formulan, producen o importan fertilizantes y los que importan agroquímicos. Como se avecina la siembra de arroz, en el ciclo norte-verano 2013- 2014, es bueno que para finales de septiembre se tengan los créditos aprobados y ojalá que liquidados, para que en octubre los productores puedan adquirir en Agropatria la semilla, los agroquímicos y los fertilizantes y abonos. Sólo así se podrá sembrar entre noviembre y el 15 de diciembre! Sólo así se podrá cosechar el arroz antes que lleguen las lluvias del ciclo invierno 2014 que trae consigo los chinches y otras plagas que disminuyen la calidad y rendimiento del cereal por hectárea y los indeseables rechazos por parte de las plantas. Sólo así seremos eficientes y contribuiremos como Dios manda con la economía del país.
Hay otros dolores de cabeza que padece la agricultura y que discutiremos en otra oportunidad, como: 1. la Regularización de la Tenencia de la tierra que termine con la entrega de la CARTA AGRARIA, instrumento que tantas veces se interpone como una pared entre los productores y el financiamiento al cual tienen derecho. 2. La transitabilidad de la vialidad rural durante todo el año( y no necesariamente estamos hablando de asfalto). 3. La recepción y pago justo y oportuno de las cosechas 4. La inseguridad. Por el sacrificio de Chávez, lucharemos y venceremos!
El Socorro, 29 de agosto de 2013.

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