miércoles, 26 de marzo de 2025

Tejer con la palabra | Costuras de familia, de Ximena Benítez

 Un zurcido invisible para lo ignominioso femenino

26/03/2025.- Costuras de familia (2018), de Ximena Benítez (Fondo Editorial Fundarte), fue "amor a primera lectura", toda vez que me sentí cautivada al encontrar en este poemario un lugar no dicho en mi propia poesía. Ese lugar de lo ignominioso femenino vivido como un reencuentro: 

Las cosas de las abuelas son muy extrañas 

sacan de los lugares más insólitos 

 objetos inesperados

(…)

suelen tener por toda la casa 

un mundo de porcelana

Lo leí como una niña pobre engulle un bombón suizo. Al terminarlo, me embargó una sensación entremezclada de vacío y llenura. 

lo lleno y lo vacío 

logran parecidas formas

Luego, en una segunda lectura, se sintió como un bálsamo para el vértigo que producen los preceptos occidentales: la autosuficiencia como una enfermedad, pues nos invita a deslastrarnos de los mandatos que la postmodernidad erigió para las mujeres. Volver al misterio, al cuchicheo de las alcobas, a ser jurungonas, curucutear, ir tras las almas de las abuelas. También el retomar las conversaciones íntimas sentadas sobre la cama, frente a una peinadora cuyo espejo nos mira, reafirmándonos, y desde allí plantarnos en nuestra entereza. 

Encontré un dedal en la peinadora de mi abuela paterna

no supe darle utilidad 

no me enseñaron a usarlo

(…)

Nunca usaré dedal

prefiero la muerte 

Nos exhorta a no diluirnos en conversaciones masculinas, tratando de encajar en lógicas que nos desdicen. Los hombres llevan orgullosamente el legado hecho ley: el apellido. La genealogía antropocéntrica a la luz de lo patronímico, franco y sabihondo: lo público. En Costuras de familia, las mujeres guardan pequeñas reliquias en baúles y armarios: manteles, recuerdos, servilletas, pañuelos, técnicas, secretos, duelos, recetas, vajillas, porcelanas, atuendos, amores, rencores, fuegos, vicisitudes… 

—¿Y este plato gastado y feo, mamá? 

—¡Cuidado con ese plato!, mi amor, 

es de la vajilla de tu bisabuela

Me sentí conmovida dentro de aquella anciana pero renovada urdimbre, un mosaico plástico en el que Ximena prolijamente borda en el tambor (psique) femenino la metáfora del armario, la casa y los oficios abandonados: coser, bordar, zurcir, cocinar y discernir. Soy de las que guarda ese tipo de cosas en la soledad de una locura excéntrica. ¿Por qué las guardo? ¿Por qué guardamos las mujeres? Guardamos para preservarnos. Con Costuras… te ves inmerso/a en una lúcida complicidad con esas abuelas y tías, a sabiendas de que usufructuamos un lugar en lo público, al negársenos el derecho a la preservación de nuestros legados femeninos, como si fueran ilícitos, impúdicos. De ahí que a-guardamos y nos juntamos en la clandestinidad, al hacernos un lugar en la fiesta y, con el jolgorio de fondo, ir a la alcoba para compartir lo guardado.

Este poemario revela una máxima que acuño cada vez mayor convicción: "Lo íntimo es político". 

Una tía mira hacia el armario con nostálgico desdén, porque lo doméstico la (nos) ata y la (nos) libera al mismo tiempo. La autora juega con la primera y la tercera persona, una tercera íntima y cercana. Gira a menudo en un mismo poema, ambas voces, en un disco que va de lo confesional a lo común, todo tejido con la poderosa fibra del linaje. El hombre, traído bien a tercera, bien a segunda, se presenta desde la distancia, la soledad, la frialdad que deja la ausencia. 

Hay allí una manera de vivir, cuidar y e-laborar las casas, la casa como una "sí misma". Ya no somos amas de nuestros propios cuerpos, de nuestro tiempo y tampoco de nuestras casas, pero así lo desearíamos, aunque a veces estas se vuelven en contra nuestra, como un castigo:

Las casas exigen presencia para que no se vuelvan en contra 

En Costuras de familia, "la casa" renace, lustrada y espléndida como lo íntimo y lo corpóreo femenino, lugar de duelos y fantasías. Somos la casa con gracia fatal. 

Una casa para desorientarse

el sueño y la vigilia 

un despilfarro de recuerdos

(…)

esta casa no es más su casa ni mi casa

esta casa

es una casa de todos en silencio 

una casa hecha a bagazos 

Así, la voz poética de Ximena Benítez nos interpela en los juicios de lo que somos / queremos ser. "Trucos de belleza", delirios de amas de casa, fe…

Amo maquillarme sin que se note mucho 

no puedo salir si no me perfumo

(…)

Encontré tres imágenes diferentes de una virgen 

Ella teme perder a su hijo, "acepta" 

—con su belleza y su mirada— los designios

Leer este libro es ir en un recorrido en el que su autora nos lleva a raya por las costuras de una familia y una vida que puede ser la nuestra. Costuras que puede que no se vean, pero duelen y nos enorgullecen. Es leer en los ojos de las mujeres el no juicio al desenmascararse. 

Ximena Benítez (Caracas, 1974)

Poeta, profesora, editora y artista plástica venezolana, licenciada en Artes Visuales, mención Escultura, por el Instituto Armando Reverón (2002). Profesora de la Unearte. Premio Nacional de Promoción de Lectura 2003. Autora de: Temporales en extramuros (Fondo Editorial Ipasme, 2006); Caracas: visiones visibles (Fundación Editorial El perro y la rana, 2013); Íntima obediencia (Editorial Giraluna, 2022), y Costuras de familia (Fundarte, 2023). Actualmente, es facilitadora de la Escuela de Poesía Juan Calzadilla y jefa de Formación y Docencia del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos.

 

Penélope Toro

Comunidad de autoras Tejer con la Palabra

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