Asdrubal F. Márquez C.
La Comuna de Paris se transformó en la verdadera representación de la
sociedad francesa, qué estaba en búsqueda si, de un auténtico gobierno
nacional. Ahora han pasado 154 años y con alborozo, con entusiasmo, lo
celebramos este 18 de marzo.
Este importante hecho, la Comuna de Paris, aconteció desde el 18 de
marzo al 28 de mayo de 1871, pasaron 72 días, días de esperanza y
sueños. Fue cuando la clase obrera de Paris decidió tomar el cielo por
asalto. Estaban decididos a tomar y formar su propio gobierno,
buscando darle solución a los múltiples problemas que los poderosos,
con su clase dominante, habían generado.
Hoy recordamos el grito de amor con que el zapatero, poeta Eugene
Pottier, ante los acontecimientos, que estremecían la Francia
comunera, escribió la Internacional, Himno de gloria y esperanza,
considerado el himno oficial de los trabajadores del mundo, que ojalá
el pueblo venezolano escuchara y entendiera.
Es claro que las enseñanzas de la Revolución Francesa de 1789 crearon
muchas expectativas en la clase obrera. En su proceso, el Comité
Central se plantea varias propuestas señalando que los funcionarios
municipales tenían que ser electos, así como el poder judicial.
La clase obrera, al asumir el control del poder, entiende que no puede
seguir gobernando con la vieja máquina del Estado, de ahí que sea
necesario destruir la vieja máquina represiva, utilizada hasta ahora
contra ellos.
La lucha llevada a cabo conlleva a varios decretos populares, lo que
permitió declarar un sistema social en función de dar a cada uno según
sus necesidades. Determina la separación de la Iglesia del Estado; la
instauración de la enseñanza laica, obligatoria y gratuita. Se llama a
la expropiación de las grandes empresas. A declarar una moratoria para
el cobro de las deudas. Se prohíbe el trabajo nocturno en las
panaderías; las propiedades de la iglesia pasan a uso oficial; las
casas de empeño son transformadas. Se crea la liga de las mujeres, que
van a ser grandes defensoras de la Comuna.
Como medida urgente, la eliminación del ejército permanente para
sustituirlo por el pueblo armado. Los consejeros municipales eran
elegidos por sufragio universal, siendo responsables y revocables en
todo momento, tenían que ser representantes reconocidos de la clase
obrera.
Se puede detectar que la clase obrera estaba influida por el
pensamiento político del periodista y diputado de la Asamblea Nacional
de Francia, el socialista Louis Auguste Blanqui, las ideas anarquistas
de Pierre Joseph Proudhon y de algunos seguidores de las ideas
marxistas.
Se capta que había coherencia en la necesidad de reformas, pero en la
Comuna se gastó mucho tiempo en las discusiones, las cuales no
arrojaron nada significativo y generó pérdidas en la búsqueda del
camino libertario, esto les impidió la formación de un programa claro
sobre la realidad a enfrentar. Se atacaban entre ellos y no captaban
que el enemigo estaba trabajando para evitar que el triunfo de la
Comuna fuera un éxito y se convirtiera en ejemplo para Europa.
Esto genera varios errores que ni el Comité Central, ni los grandes
lideres pudieron prever; lo primero, no se accionó rápidamente sobre
Versalles, el cual se encontraba indefenso. Era necesario acabar con
el poder que ostentaba el empedernido y vulgar reaccionario de Adolph
Thiers. Esta debilidad permitió que en pocos días el llamado opresor
de la Comuna, Thiers, se reagrupara y armara para destruir el sueño
alcanzado, acabar con la Comuna. El otro error fue el respeto y temor
que tuvieron frente al Banco de Francia, acción vital, urgente y
necesaria en esos momentos para poder cumplir varias demandas. Se
entiende, si la Comuna tenía el control del Banco, ello hubiera
implicado un valor superior a diez mil rehenes. Nunca se entenderá el
temor que hubo en no asumir esa directriz, lo que hubiera permitido
una mayor resistencia. Tampoco se entiende la razón por la cual no se
extendió el poder de la Comuna a otras zonas y se concentraron solo en
Paris. Fueron muy pocos días, lo que lleva a Marx a señalar que "Más
aprende un pueblo en un día de luchas que en cien años de pasividad".
Sin embargo, las enseñanzas que generaron a la posteridad se perciben,
de ahí que la Comuna de Paris significó el paso gigante para que Lenin
y los bolcheviques avanzaran en Rusia, así como Mao asumiera el
control
en China.
La lucha que se libró fue heroica, la resistencia fue total, pero la
unión de las fuerzas prusianas, con el poder que mantenía Thiers,
llevaron a la masacre de miles de comuneros, lo que implicó más
muertos acribillados, de los que hubo en los diez años de la
Revolución Francesa, además de miles de prisioneros y miles de
deportados.
El 28 de mayo moría la utopía de la clase obrera francesa, y moría el
sueño de miles que pensaron que había llegado el momento para asumir
el gobierno popular o el gobierno de la clase obrera.
Su ejemplo nos llama a la reflexión, en el proceso político que
llevamos adelante, es posible construir el Estado Comunal, que sea el
pueblo el que elija sus propios gobernantes, a todos los niveles, tal
como se ha hecho con la elección de jueces de paz y la última elección
de representantes a todos los niveles de representación popular. Que
sea el pueblo organizado, con sus decisiones quien escoja a sus
líderes.
Es necesario que se ponga en marcha el artículo 5º constitucional, que
en definitiva derrotemos ese pasado de formación política, donde aún
perduran alcaldías, gobernaciones y asambleas legislativas vetustas,
ha llegado el momento para que el pueblo asuma el poder por la vía de
la Comuna.
La responsabilidad del MPP para las Comunas y los Movimientos Sociales
es inmensa, lo primero generar vínculos directos con el MPP para la
Comunicación y la Información, para que el pueblo asuma claridad sobre
su labor. Se deben publicar libros, folletos sobre el tema bajo la
supervisión del MPP para las Comunas.
Si tenemos un ministerio de la comunicación para la revolución, si
tenemos coherencia en la política que debemos transmitir, si llevamos
adelante la Comuna, como ejemplo de la Comuna de París, si creemos, si
cumplimos, el llamado de construir el socialismo, quizás llegaremos a
entender que es la única posibilidad de salvar la humanidad, y sin
duda creemos que estamos haciendo historia.
La Comuna de Paris 154 años después sigue viva en muchos pueblos. De
ahí que la labor que debemos emprender es urgente, tenemos que
abocarnos a la tarea de construir comunas. Como lo dijo el comandante
"Comuna o Nada".
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