Elam Navas fue un militante cabal de la Liga Socialista, aquel valiente y aguerrido movimiento político sobre el que se ha escrito poco. Era un educador conocido en Guayana, subdirector de un liceo y directivo del sindicato magisterial, Suma, que en ese momento era el más fiel defensor de los educadores.
Cuando se enfermó gravemente y se había conseguido trasladarlo a Cuba, para un tratamiento médico, sus compañeros del magisterio movilizaron la solidaridad para apoyarlo. Allí estuvieron, entre otros, Luis Padilla, Miles Useche, Antonio Cárdenas, Rosa Maggloris Arredondo, Ramón Eloy Hernández, Gonzalito, Oscar Salazar y por supuesto Elia de Navas. También José Alfredo Del Nogal, Pedro Robles, Aracelis Henríquez, Orlando Yajure, Omar Guararima y Jesús Martínez, desde la militancia compartida.
Ya que hablamos de este caso, justo es registrar y reconocer la solidaridad de la revolución cubana con tantos y tantas; para asistir, orientar e incluso para curar, en medio de las dificultades inmensas de ese bloqueo criminal en su contra.
Era 1988. Se necesitaba que alguien acompañara y asistiera a Elam en ese viaje. No había muchas opciones por las ocupaciones y responsabilidades de cada quien. Se fueron barajando los posibles candidatos. Se ideó que fuera un compañero de Guayana, muy cercano de Elam, pero tenía que atender su propio comercio y pronto fue descartado. Al fin apareció el que terminaría por hacer el viaje con él a Cuba. Un militante de Caracas, Nicolás Maduro. Siendo así, Maduro fue a la casa de Elam en San Félix y se completó el plan de los preparativos para el viaje. Maduro, en esos días con 25 o 26 años, venía de estar unos meses participando en Cuba en un programa de formación de cuadros, que mantenía ese gobierno. Por tanto, ya conocía ese país y eso facilitaba lo que se venía.
Maracaibo, estado Zulia.
Febrero 2024.
La foto de Elam, es un recuerdo de nuestro hermano Orlando Villalobos.
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