Gian Carlo Di Martino
Cada intento de golpe de estado contra el presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros, ha sido un fracaso, primero gracias a Dios, después gracias a la FANB, a los organismos de inteligencia del Estado y con creces al noble pueblo revolucionario, pero es de notar que esa oposición terrorista que insiste en los atajos, en la violencia, que no se rinde, de cada derrota aprende y corrige, replantea métodos, fórmulas, afina detalles, formas de actuar, buscando, por supuesto, coronar, dar en el blanco.
Actualmente es notable la nueva estrategia que aplican y que quiero compartir con ustedes, mis camaradas lectores y lectoras, aunque ya probablemente han caído en cuenta que ahora nos enfrentamos a golpistas sin rostros, que no dan la cara. Me refiero a los empresarios y comerciantes empatados en la guerra de IV generación, en la guerra económica, no a los honestos que toman en cuenta al pueblo, que creen en el trabajo digno y la justicia laboral, social.
Aclarado este punto, permítanme entonces arrancar desde el principio para hacer más comprensible el planteamiento; desde que Maduro asumió el poder, comenzaron a salir los golpistas de la oposición, todos terroristas de los grupos violentos Primero Justicia y Voluntad Popular, que no se puede negar fueron criminales que dieron la cara.
El primero fue Capriles Radonski con su llamado de arrechera provocando varios muertos, por cierto, aún los debe y quizás ya se le olvidaron, lo veo declarar como la Madre Teres de Calcuta, pero estoy seguro que al pueblo no se le han olvidado y algún día los tendrá que pagar.
Después salió Leopoldo López en una especie de puja de ver quien mataba más inocentes si él o Capriles, y emprendió una aventura denominada La Salida, así en medio de acciones violentas que convulsionaron al país, fueron surgiendo terroristas disfrazados de políticos como Freddy Guevara, Lorent Saleh, Miguel Pizarro, Juan Requesens, David Smolansky, Daniel Ceballos, Yon Goicoechea, los hermanos Guanipa (Tomás y Juan Pablo), Eveling de Rosales, el paraco Manuel Rosales, incluso, debo mencionar cobardes como Henry Ramos Allup y los canallas Julio Borges y Antonio Ledezma, en fin, algunos presos, otros fugitivos y muy pocos pagando cárcel.
Todos esos bandidos dieron la cara, aunque, como era de esperarse, se "quemaron" políticamente al estrellarse contra un pueblo que rechaza la violencia, que desea vivir en paz y, en consecuencia, a cada uno en su momento le fue dando la espalda, los aisló, los dejó solos, y ya se puede decir que forman parte del basural de la historia.
De allí que los empresarios y los comerciantes golpistas, tomaron el control de la desestabilización, con la diferencia de que estos hampones no dan la cara evitando correr la misma suerte; por lo tanto, se mencionan de forma general, sin puntualizar, nadie los llama por sus nombres, y ellos tampoco salen de forma individual y asumen ante el pueblo que suben los precios con o sin la página de Dólar Today, que esconden los productos básicos por encima de las actuales medidas gubernamentales de recuperación económica, porque quieren derrocar a Maduro y tomar el poder.
Los empresarios y comerciantes pulieron la estrategia, en sus solapadas acciones, utilizan títeres al frente de sus organizaciones, asociaciones, federaciones, rara vez se asoma alguno por ahí, y cuando lo hace también declara como la Madre Teresa de Calcuta, justificando que ellos no tienen culpa de nada, que la culpa es del Gobierno revolucionario, aunque en el fondo intentan mediante una actitud cobarde doblegar al pueblo de hambre.
El más visible ha sido Lorenzo Mendoza, y lo más duro que le he visto hacer con su cara al público como empresario, es salir en fotos vendiendo arepas rellenas en Estados Unidos, y se nota que es algo preparado con mucho cuidado, estudiado, buscando engañar al pueblo con poses y acciones de muchachito bueno, de resto, esconde su identidad como los demás delincuentes bajo la generalidad de comerciantes y empresarios, mientras sigue bajo cuerda su apoyo a la guerra económica, sus ataques al estómago del pueblo.
Hay que ver cuánta harina Pan y cuántos productos Polar hay en el mundo en grandes cantidades en abastos, supermercados, y en diferentes presentaciones; marcas tradicionalmente consumidas por nosotros, pero Lorenzo Mendoza prefiere alimentar o proveer a países que no necesitan de esos alimentos, antes que dejarlo en Venezuela, y todo con el fin de que nuestra gente pase hambre y coronar un golpe de estado.
Para obtener esos artículos en Venezuela hay que comprarlos a los bachaqueros a precios especulativos, porque otra cosa es que este señor (Mendoza) subrepticiamente se encargó de estimular algo tan perverso y tan dañino para la economía venezolana, como el bachaqueo.
Pero, en suma, hacer daño y esconderse es una hábil maniobra que les permite a ese tipo de comerciantes y empresarios parásitos, mantener actualmente el golpe elevando los precios de los productos básicos, haciendo incomparables las medicinas de los enfermos, intentando matar a la gente silenciosamente tirando la piedra y escondiendo la mano, sin arriesgarse a estropear su falsa imagen de personas rectas y honestas.
No mostrando el rostro, pretenden evadir el odio y la aversión del pueblo hacia ellos por golpistas; evitar que los vean y los señalen con el dedo, los condenen por conspiradores, por dañar y perjudicar, sobre todo a los más necesitados, tal como ocurrió con los golpistas de Primero Justicia, Voluntad Popular y su terrorismo.
Ahora, cuando se anda en función de paz, de trabajo, de ayudar, de construir como, por ejemplo, nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, no hay ese problema, no hay nada a que temer, siempre se puede dar la cara.
El máximo líder de la revolución bolivariana, no descansa en la búsqueda de soluciones a esta terrible situación en la que nos mantienen esos empresarios y comerciantes traidores, capaces de quitarle la comida de la boca al pueblo venezolano, para entregársela, por ejemplo, a la criminal oligarquía santandereana, que nos odia desde lo más profundo de su corazón y que cumple órdenes del presidente norteamericano, Donald Trump.
Actualmente es notable la nueva estrategia que aplican y que quiero compartir con ustedes, mis camaradas lectores y lectoras, aunque ya probablemente han caído en cuenta que ahora nos enfrentamos a golpistas sin rostros, que no dan la cara. Me refiero a los empresarios y comerciantes empatados en la guerra de IV generación, en la guerra económica, no a los honestos que toman en cuenta al pueblo, que creen en el trabajo digno y la justicia laboral, social.
Aclarado este punto, permítanme entonces arrancar desde el principio para hacer más comprensible el planteamiento; desde que Maduro asumió el poder, comenzaron a salir los golpistas de la oposición, todos terroristas de los grupos violentos Primero Justicia y Voluntad Popular, que no se puede negar fueron criminales que dieron la cara.
El primero fue Capriles Radonski con su llamado de arrechera provocando varios muertos, por cierto, aún los debe y quizás ya se le olvidaron, lo veo declarar como la Madre Teres de Calcuta, pero estoy seguro que al pueblo no se le han olvidado y algún día los tendrá que pagar.
Después salió Leopoldo López en una especie de puja de ver quien mataba más inocentes si él o Capriles, y emprendió una aventura denominada La Salida, así en medio de acciones violentas que convulsionaron al país, fueron surgiendo terroristas disfrazados de políticos como Freddy Guevara, Lorent Saleh, Miguel Pizarro, Juan Requesens, David Smolansky, Daniel Ceballos, Yon Goicoechea, los hermanos Guanipa (Tomás y Juan Pablo), Eveling de Rosales, el paraco Manuel Rosales, incluso, debo mencionar cobardes como Henry Ramos Allup y los canallas Julio Borges y Antonio Ledezma, en fin, algunos presos, otros fugitivos y muy pocos pagando cárcel.
Todos esos bandidos dieron la cara, aunque, como era de esperarse, se "quemaron" políticamente al estrellarse contra un pueblo que rechaza la violencia, que desea vivir en paz y, en consecuencia, a cada uno en su momento le fue dando la espalda, los aisló, los dejó solos, y ya se puede decir que forman parte del basural de la historia.
De allí que los empresarios y los comerciantes golpistas, tomaron el control de la desestabilización, con la diferencia de que estos hampones no dan la cara evitando correr la misma suerte; por lo tanto, se mencionan de forma general, sin puntualizar, nadie los llama por sus nombres, y ellos tampoco salen de forma individual y asumen ante el pueblo que suben los precios con o sin la página de Dólar Today, que esconden los productos básicos por encima de las actuales medidas gubernamentales de recuperación económica, porque quieren derrocar a Maduro y tomar el poder.
Los empresarios y comerciantes pulieron la estrategia, en sus solapadas acciones, utilizan títeres al frente de sus organizaciones, asociaciones, federaciones, rara vez se asoma alguno por ahí, y cuando lo hace también declara como la Madre Teresa de Calcuta, justificando que ellos no tienen culpa de nada, que la culpa es del Gobierno revolucionario, aunque en el fondo intentan mediante una actitud cobarde doblegar al pueblo de hambre.
El más visible ha sido Lorenzo Mendoza, y lo más duro que le he visto hacer con su cara al público como empresario, es salir en fotos vendiendo arepas rellenas en Estados Unidos, y se nota que es algo preparado con mucho cuidado, estudiado, buscando engañar al pueblo con poses y acciones de muchachito bueno, de resto, esconde su identidad como los demás delincuentes bajo la generalidad de comerciantes y empresarios, mientras sigue bajo cuerda su apoyo a la guerra económica, sus ataques al estómago del pueblo.
Hay que ver cuánta harina Pan y cuántos productos Polar hay en el mundo en grandes cantidades en abastos, supermercados, y en diferentes presentaciones; marcas tradicionalmente consumidas por nosotros, pero Lorenzo Mendoza prefiere alimentar o proveer a países que no necesitan de esos alimentos, antes que dejarlo en Venezuela, y todo con el fin de que nuestra gente pase hambre y coronar un golpe de estado.
Para obtener esos artículos en Venezuela hay que comprarlos a los bachaqueros a precios especulativos, porque otra cosa es que este señor (Mendoza) subrepticiamente se encargó de estimular algo tan perverso y tan dañino para la economía venezolana, como el bachaqueo.
Pero, en suma, hacer daño y esconderse es una hábil maniobra que les permite a ese tipo de comerciantes y empresarios parásitos, mantener actualmente el golpe elevando los precios de los productos básicos, haciendo incomparables las medicinas de los enfermos, intentando matar a la gente silenciosamente tirando la piedra y escondiendo la mano, sin arriesgarse a estropear su falsa imagen de personas rectas y honestas.
No mostrando el rostro, pretenden evadir el odio y la aversión del pueblo hacia ellos por golpistas; evitar que los vean y los señalen con el dedo, los condenen por conspiradores, por dañar y perjudicar, sobre todo a los más necesitados, tal como ocurrió con los golpistas de Primero Justicia, Voluntad Popular y su terrorismo.
Ahora, cuando se anda en función de paz, de trabajo, de ayudar, de construir como, por ejemplo, nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, no hay ese problema, no hay nada a que temer, siempre se puede dar la cara.
El máximo líder de la revolución bolivariana, no descansa en la búsqueda de soluciones a esta terrible situación en la que nos mantienen esos empresarios y comerciantes traidores, capaces de quitarle la comida de la boca al pueblo venezolano, para entregársela, por ejemplo, a la criminal oligarquía santandereana, que nos odia desde lo más profundo de su corazón y que cumple órdenes del presidente norteamericano, Donald Trump.
Politólogo, profesor, abogado. Ex-Alcalde de Maracaibo. Cónsul de Venezuela en Milán - Italia.
giancarlodimartino2017@gmail.com
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