María Alejandra Díaz.- Hoy nos instalan operaciones invisibles que agreden nuestros sistemas inmunológicos (inteligencia, seguridad y defensa) perforándolo, para demoler y liquidar nuestra soberanía, globalizándonos inadvertidamente.
Esta criptocracia financiera dirige sus redes contra los Estados Nación e implanta un nuevo extractivismo: saquea valores, activos y recursos brutos (commodities). Dada la inexistencia de legislación y jurisprudencia para regularlas, estas novísimas formas de capturas no violan ley alguna, pasan inadvertidas por su naturaleza gris, se valen de los agujeros legales. (Sassen)
La militarización de las finanzas, judicializa y reconvierte, con decisiones tribunalicias, el estatus especial de las deudas del Soberano (Estado Nación), poseedor de privilegios financieros mundiales, para asignárselas a especuladores (fondos buitres), aumentando exponencialmente la deuda (Argentina).
Este criptoimperio extractivista difuso, emplea tecnología de punta (computación cuántica) y a la banca como operador, desarrollando instrumentos financieros -derivados-, basados en algoritmos matemáticos para extraer valor a través de complejas operaciones.
Estos “anarcocapitalistas” culpando al Estado Nación soberano y a sus bancos centrales apelan a zafarnos de las regulaciones gubernamentales y controles para alcanzar la libertad absoluta. Aseguran que: bitcoin es la mejor arma para destruirlos y liberarnos de su fraude, sustituyendo las monedas nacionales, convirtiendo en obsoleto su sistema de dominación. (Huerta de Soto).
Obama asegura que tener un bitcoin en tu teléfono es como tener una cuenta en un banco suizo en tu bolsillo, barato, instantáneo, nadie te vigila, detiene o regula y puedes evadir la extorsión de los impuestos del gobierno. Todo gracias a las bondades del Dios Cripto (cripta: tumba) de esta guerra asimétrica del enemigo.
Entendamos: la “minería” de criptomonedas no genera desarrollo ni puestos de trabajo productivos, y sí acarrea costos ecológicos y financieros muy altos asumidos casi siempre por el Estado, por lo que debería pagar altos impuestos.
En esta guerra financiera nuestro criptoactivo -el petro- corre el peligro de ser atacado y destruido, debemos entonces legislar para protegerlo contra el extractivismo financierista.
María Alejandra Díaz
@Alecucolomarin
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