*JUAN MARTORANO.
El panorama político en el país
ha cambiado drásticamente. Hasta el 27 de febrero de 2018, era la fecha por
parte de los diferentes candidatos y candidatas a las elecciones presidenciales
en Venezuela de formalizar su postulación ante la Junta Nacional Electoral. La primera
sorpresa que se pudo observar fue la decisión por parte del Poder Electoral de
prorrogar dicho lapso por 48 horas, a objeto de garantizar la posibilidad de
que otras opciones pudieran presentarse en esta contienda electoral.
Pero, previo a ello, semanas
antes se había dado la propuesta de Diosdado Cabello sobre el adelanto de los
comicios parlamentarios para relegitimar la Asamblea Nacional, además de
efectuar los comicios pendientes para los parlamentos estadales (Consejos
Legislativos) y locales (Concejos Municipales). Obviamente, dicha propuesta fue secundada por
el Presidente Nicolás Maduro y demás integrantes del alto mando político de la
Revolución Bolivariana. Como era lógico pensar, el Poder Electoral junto a la
presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, ante lo
avanzado del cronograma para las elecciones presidenciales, había anunciado
ante el país y ante el mundo, la imposibilidad técnica, en primera instancia,
de la realización conjunta de los comicios presidenciales con los
parlamentarios (en sus niveles nacional, estatal y municipal).
No obstante, mientras avanzaba el
desarrollo del cronograma electoral presidencial, paralelamente se
escenificaban discusiones entre factores de la oposición e interlocutores del
Gobierno. Todo ello tendiente a buscar “mejores condiciones electorales” en el
país. A horas del vencimiento de la prórroga para las postulaciones
presidenciales, se anunció a Venezuela y al mundo no sólo la firma por parte
del PSUV con factores minoritarios de oposición (MAS, COPEI y Avanzada
Progresista) de un Acuerdo sobre Garantías Electorales, sino del diferimiento
de las elecciones presidenciales para el 20 de mayo, a fin de realizar esta
contienda electoral conjuntamente con los comicios parlamentarios de Consejos Legislativos
y Concejos Municipales.
La prórroga por un mes más de la
realización de los comicios presidenciales, en primer lugar, obedecería a garantizar la viabilidad de la propuesta de
realización conjunta de los comicios presidenciales con los parlamentarios. Producto
de las negociaciones entre interlocutores del gobierno con los de la oposición
venezolana, se eliminó la realización de los comicios adelantados a la Asamblea
Nacional, a fin de garantizar la participación de factores de la oposición a
las elecciones, y en especial los que hacen vida en la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD).
Esta última organización, la MUD,
demostró y a través de su campaña logró establecerse como interlocutor válido a
escala internacional y del relativo éxito de su campaña dirigida
fundamentalmente hacia el exterior, que tuvo cierto calado en importantes
sectores que lograron presionar al Gobierno Nacional a ceder en algunos de sus
planteamientos iniciales. Esto sería un primer elemento para el cambio de la
fecha de los comicios.
Por otra parte, que el Gobierno
Nacional haya permitido la no inclusión de las elecciones a la Asamblea
Nacional, sería porque a su vez sectores de la oposición que hacen vida en el
parlamento se habrían comprometido a sacar a éste de la situación de desacato
en la que actualmente se encuentra. Además que a nivel internacional, el
endeudamiento externo y los contratos de interés público que suscriba el Ejecutivo
Nacional para su plena validez, debe contar con el visto bueno del Poder
Legislativo Nacional, esto visto bajo el lente político de la vigencia de la
democracia representativa que priva en buena parte de los países del mundo y
que ven nuestro modelo incipiente de democracia participativa y protagónica
como una verdadera amenaza.
Pero, además de ello, los
factores que hacen vida en la MUD tienen muy claro su juego político, creo que
mucho más claro que nosotros, puesto que a ellos no les conviene la realización
anticipada de comicios en Venezuela, producto de la compleja situación
económica y social de nuestro país, que contribuiría al desgaste del Gobierno
Bolivariano y que se convierte en un elemento que ellos pudieran aprovechar, a
los fines de lograr desalojar por la vía “democrática y electoral” a la
Revolución Bolivariana del control del poder político en el país. Prorrogar por
lo menos un mes más la realización de los comicios presidenciales y
parlamentarios en Venezuela, pueden contribuir al escalamiento de las presiones
internacionales y de las agresiones económicas contra Venezuela.
Espero y aspiro que el Gobierno
Bolivariano y el liderazgo del Presidente Nicolás Maduro estén bien conscientes
de la alta apuesta que les ha tocado dar. Sin duda no ha sido una decisión
fácil aceptar el cambio de fecha de los comicios, a objeto de legitimar dichas
elecciones ante la comunidad internacional y en un contexto de medidas
unilaterales y coercitivas que busquen quebrar la voluntad del pueblo
venezolano a ser libre. Pero, no es menos cierto también que, en los 78 dìas
que restan, desde el momento en que esto escribo y de la realización de estas
elecciones parlamentarias estadales y locales con presidenciales, sectores
vinculados con el fascismo criollo apostarán a la activación de toda una agenda
de conflictividad social, aprovechando errores y fallas cometidas durante
nuestra gestión gubernamental, con la finalidad de impulsar un cambio del
modelo político en el país, utilizando los mecanismos de participación
previstos en nuestra Constitución y nuestro ordenamiento jurídico.
Las presiones internacionales que
se vendrán en lo sucesivo serán brutales, y ni hablar de las agresiones
económicas, sobre todo aquellas tendientes a confiscar el poder adquisitivo de
la familia venezolana y que redunde en el deterioro de su calidad de vida. No podemos
olvidar que el voto en Venezuela es más emocional que racional.
Y de ahí la obligación que se nos
impone, tanto al Presidente Nicolás Maduro, a sus compañeras y compañeros
integrantes del Alto Mando Político y Militar de la Revolución, y a los que
tenemos algunas responsabilidades dentro de la estructura gubernamental y que
respaldamos el proyecto político revolucionario y socialista, de estar atentos
y prevenidos para contribuir de manera oportuna, a generar las alertas
tempranas para detectar y neutralizar las amenazas que se ciernen sobre la
República, y de maximizar todos los factores de protección a nuestro pueblo,
sobre todo de los más vulnerables y que requieren de nuestros mayores esfuerzos
y de todas nuestras atenciones.
Por ejemplo, ante la reciente
decisión del Presidente Maduro de decretar un aumento del salario mínimo, de
todas las tablas de la Administración Pública, y el aumento del bono de
alimentación (cesta ticket) se impone de manera urgente el establecimiento de drásticas
( y draconianas expresaría yo) políticas de control de precios, y de incentivos
a los que producen.
Asimismo, se impone rescatar de
manera urgente la producción de nuestras Empresas de Producción Social (EPS),
ya que muchas en su mayoría, se encuentran en una situación deplorable y por el
suelo.
Esas son algunas de las tareas, desde mi punto de vista, que
deberíamos asumir desde ya, y no hay tiempo que perder.
Bolívar y Chávez viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen.
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter
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