*JUAN MARTORANO.
Como ciudadano de a pie, y
aprovechando la oportunidad que me conceden generosamente algunos espacios de
publicar modestas opiniones, que tratan de reflejar y expresar el sentir de
muchas personas, he venido expresando en mis más recientes escritos, las
preocupaciones del venezolano y venezolana común, de aquellos a los que altos
personeros del Ejecutivo Nacional y del Estado tal vez no tengan tiempo de leer
o escuchar su sentir. Y es importante, ante estos escenarios de dificultades,
oír, pero sobre todo, atender las necesidades de un pueblo.
Camino las calles de la capital
de la República, Caracas, la reina del Waraira Repano. Y sobre todo, hay una
situación que me he permitido tomarla como un indicador de algo grave, y que es
necesario advertir a las autoridades, antes de que puedan presentarse
situaciones que más adelante pudiéramos lamentar.
Desde hace un poco más de dos
semanas, he venido observando a lo largo y ancho de parroquias como La Candelaria,
Avenida Urdaneta, y casi llegando a las cercanías del propio Palacio de
Miraflores, donde hay varios cajeros automáticos de bancos del sector público,
y alguno que otro del sector privado, el incremento de las colas en los cajeros
automáticos. Presumo que dicho incremento tendrá que ver con la escasez de
efectivo que viene presentando nuestro país.
Esto pudiera activar un conjunto
de focos de protesta nada más y nada menos que en las adyacencias de
Ministerios como Interior, Justicia y Paz, Agricultura Productiva y Tierras,
Economía y Finanzas, la Vicepresidencia Ejecutiva de la República y adyacencias
del Palacio de Miraflores como lo he señalado. Eso sin contar que la protesta
legítima y válida producto de esta situación displacentera pudiera ser
aprovechada por factores de la oposición, en el marco de la agenda de
conflictividad social, tendiente a propiciar el derrocamiento del actual
Gobierno Bolivariano.
Sin duda, apoyo los señalamientos
de Reinaldo Taimaris, licenciado en economía social quien generosamente nos
comparte sus aportes, el problema de la escasez de efectivo es una situación que está generando
graves dificultades a la población y en consecuencia agudiza el problema
económico. Para nadie es un secreto que los banco; públicos y privados,
mantienen una especie de corralito financiero muy ortodoxo, al crear mecanismo
para entregar efectivo de manera muy controlada. Esta situación posiblemente
obedece a una política monetaria que busca mitigar la salida del efectivo
venezolano a otras latitudes; caso específico Colombia.
También, como me lo señala mi camarada Yajaira Briceño,
excelente camarada muy vinculada al tema productivo en nuestro país, los problemas económicos por los que estamos
atravesando no son exclusividad del tema de las sanciones. Desde el diseño del
modelo económico, pasando por políticas, programas y proyectos durante los
últimos años, hemos venido dando tumbos. Mientras el petróleo estuvo alto, no
hicimos el trabajo que debíamos haber hecho. La no continuidad a programas que
estaban funcionando como las compras del Estado para apalancar las PYMES,
públicas, comunales y hasta privadas que se activaron del 2003 al 2007 con un
gran esfuerzo nacional, empezaron a desplomarse a partir de ese año. Las importaciones
debilitaron el poco aparato productivo, alimentaron aún más la corrupción,
entregando divisas preferenciales a empresas de maletín (y de la que está
pendiente una investigación); presencia de gente sin competencia para dirigir
empresas productivas, donde en vez de
realzar e incorporar a trabajadores de manera organizada a gestionar las
mismas a fin de avanzar en nuevas
relaciones sociales de producción y desarrollar las fuerzas productivas han
contribuido a los resultados que tenemos.
Igualmente coincido con Yajaira cuando uno avizora que estos
últimos años ha sido verdaderamente difícil perfilar un equipo económico que le
hable al país de forma clara y donde el Presidente Maduro se apoye, pese a
contar con excelentes profesionales en la materia, cabría preguntarse si lo que
estamos viviendo actualmente está hecho para facilitar el caos y facilitar el
nuevo Estado. Solo el tiempo nos dirá si esta interrogante tendrá o no
respuesta.
Pero, volviendo al tema de la escasez del efectivo, como lo
expresa el buen amigo y camarada Carlos Colina Yánez, ex parlamentario de
nuestra Asamblea Nacional. El bolívar pasó a convertirse prácticamente en una
moneda virtual, al igual que los sueldos y salarios. De nada nos servirán los
aumentos, bonos y otras ayudas del Ejecutivo Nacional si no se controla la
voracidad monetaria y se despliegan un conjunto de acciones concretas y
específicas por parte del mismo Estado. Una parte del problema, y coincido en
esto con Colina Yánez, estaría en determinar quienes dentro del propio gobierno
negocian, trafican y se enriquecen a costa de la miseria de los venezolanos, y
sancionarlos con todo el peso de nuestras leyes.
Y volviendo a los planteamientos de Tamaris, sin duda el
efectivo es actualmente todo un negocio especulativo, en el cual unos pocos se
lucran ofreciéndolo a cambio de una comisión; muchas veces extremadamente alta.
Este negocio se realiza tanto para la venta como para la compra, si una persona
necesita de efectivo, debe pagar a veces hasta un 100% sobre el monto
solicitado (venta) y por otro lado esta quienes compran efectivo a cambio de
una comisión, el efectivo se lleva a un lugar convenido, dejan el efectivo y a
cambio le hacen una transferencia (compra); monto mas comisión, esta última
modalidad es la usada para sacar el efectivo de nuestras fronteras.
Tamaris
nos recuerda el circuito económico que se sigue para la circulación del dinero
en efectivo, y que en alguna oportunidad explicó Mario Silva en su programa “La
Hojilla”. Me permitiré citar al economista en este artículo, a efectos de
refrescar sus planteamientos: “Esta
situación descrita arriba de manera muy sencilla, es producto del quiebre que
sucede al no completarse el circuito económico financiero, modelo que explica
como las transacciones financieras entre los tres agentes económicos y la banca
se relacionan. A través de este modelo se puede observar que el dinero cumple
un ciclo al pasar entre las manos de los tres agentes económicos; Gobierno,
empresas y familias, y regresa nuevamente a su punto de origen; el banco. Los
bancos entre sus funciones cumplen con la de reciclar o reutilizar el dinero en
efectivo, y para cumplir con esta función, este efectivo debe regresar al banco
a través de la transacción del depósito bancario.
Cuando
las familias perciben sus ingresos; ya sea a través de la venta de su fuerza de
trabajo o mediante la inversión social del estado, está la reciben mediante las
transacciones que hacen los bancos; públicos o privados, a las diferentes
cuentas que poseen las personas. Ya con el dinero en sus cuentas, estas
personas se dirigen a los bancos a solicitar efectivo para poder pagar bienes o
servicios que son en efectivo. Es aquí en donde comienza el problema; los
comercios, personas (buhoneros), servicio de transporte, entre otros, quienes
reciben este efectivo no cumplen con el circuito; ya que no hacen los
respectivos depósitos de ese efectivo, sino al contrario, se quedan con el
efectivo para contribuir al negocio ya antes descrito.
Seria
despectivo decir que estas personas son conscientes de esta situación, muy
posiblemente esto obedece a las consecuencias de la guerra psicológica y
económica a la que el pueblo está expuesta, y que ha generado en la gran
mayoría una respuesta en donde el uso de la razón está limitado y solo se
piensa visceralmente, solo se responde en función de sobrevivir a la mala
situación que se está viviendo. La necesidad motiva a los pueblos a buscar la
solución a sus problemas, el individualismo se acrecienta y no se miden las
consecuencias de los actos”.
Y me sumo a la propuesta de Tamaris, de que el
Gobierno Bolivariano, a través de sus instituciones correspondientes (SUDEBAN
dixit), determinen como han disminuido los depósitos en efectivo y en cuanto
porcentaje han descendido. Asimismo, deben generar mecanismos de control para
que personas naturales y jurídicas no desvíen el efectivo que reciben en pago
por los bienes y servicios que ofrecen, y que dicho dinero pueda retornar al
sistema financiero como debe ser lo adecuado. Y la necesaria formación e
información al pueblo acerca de estas malas prácticas que solo benefician a
unos pocos en perjuicio de la mayoría.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter
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