domingo, 4 de marzo de 2018

Juntos todo es posible

Debemos unirnos los venezolanos. Debemos dejar atrás esta forma tribal de hacer política, y conversar como los hermanos que somos
Nicolás Maduro.- Si uno tuviese que resumir en un puñado de palabras el legado de los sueños de Chávez, una de esas sería, sin duda, la unidad. Cuando el Comandante recordaba la batalla de Carabobo, siempre decía que fueron granadinos colombianos y venezolanos los que, peleando juntos, triunfaron contra el imperio, y que juntos “lograron sacar 300 años de coloniajes de estas tierras”.
El mascarón de proa de la historia bolivariana ha sido siempre la búsqueda de la unidad. Hoy, la urgencia de esa búsqueda es entre nosotros, venezolanos y venezolanas. Porque de nuestra unidad depende, al mismo tiempo que la paz, la prosperidad. La paz, porque es fácil estar unidos cuando somos todos iguales. El esfuerzo de la unidad, su magia, su sentido, es cuando estamos juntos los distintos. Los diferentes. Esa es la unidad que vale. La maravillosa unidad de lo diverso. Si nos unimos los que pensamos diferente, pensando en Venezuela como nuestro horizonte y nuestro destino, alcanzaremos la paz. Es en la diferencia, y solo en ella, donde nace la democracia, que no es más que un permanente y arduo trabajo por la paz.
Y de la mano de la paz, la prosperidad. Hay una fábula que me contaba mi madre y que yo siempre cuento a mis hijos. Es la historia de un campesino, cuyos hijos habían descuidado el campo porque se la pasaban pelea que pelea. El campesino entonces decide dar una lección a sus hijos. Le pide a cada uno que traigan una varilla. El luego las toma, las ata, y les pide que las quiebren. No lo logran. Luego, el desata las varillas, las separa, y las quiebra fácilmente de una en una. Unidos somos inquebrantables, pero divididos nos vencerán.
Debemos unirnos los venezolanos. Debemos dejar atrás esta forma tribal de hacer política, y conversar como los hermanos que somos. Como venezolanos. Que los venezolanos somos gente de paz. Los bolivarianos promovemos la diferencia, y en esa diferencia, la paz, y en esa paz la prosperidad. No hay una sin la otra.
Porque Venezuela es el otro. Porque Venezuela somos todas las varillas unidas. Abrazadas. Poderosas. Porque ese fue el secreto que usó Bolívar para liberar a Latinoamérica, que fue el mismo que usó Chávez para hacer retroceder a ese otro imperio, y dejar a Venezuela como destino y consecuencia de su propio pueblo. Porque amar al otro es amar a Venezuela, porque, como dijera Benedetti, quizá mi única noción de patria, sea esta urgencia de decir Nosotros.

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