Rosinés Chávez, hija del Comandante Eterno Hugo Chávez, dedicó a su padre unas sentidas palabras a través de una carta que leyó en el homenaje realizado en el Cuartel de la Montaña en conmemoración a los dos años de la partida física del Líder Revolucionario.
En la misiva, la joven expresa amor eterno a su padre y agradece por haber enseñado al pueblo a sentir amor por la Patria.
A continuación la carta íntegra:
“Uno se va, pero no se va dijiste un día, y desde ese día comprendí
que no es necesario verte para seguir amándote, gran parte de ti nos
acompaña día tras día, tanto ejemplo, tantos consejos, tanto amor y
tanta entrega no ha sido en vano.Cuánto tiempo va a doler, me pregunto a diario y es allí cuando recuerdo agradecerle a Dios por todo el tiempo que te tuvimos y, así me lleno de fuerza para continuar.
Conocerte, amarte, seguirte y llevarte en el espacio más sagrado del alma le sigue dando gran sentido a nuestros días, confío en que hoy estás en un lugar donde no hay dolor, donde no hay enfermedad ni tristeza, donde tu alma ha conseguido un verdadero descanso y sé que el haber compartido con nosotros muchas de tus angustias y preocupaciones ayudó a que pudiera conseguir la paz que tanto merecías.
Gracias papá, gracias por quedarte como una lucecita cuando sentimos que no vemos el camino, gracias por seguir brillando en la mirada de un niño y en la sonrisa de un abuelo.
Gracias por habernos llenado de tantos recuerdos, muchos de ellos cargados de tantas de tus ocurrencias, recuerdos que nos arrancan una sonrisa a la vez que sentimos una lágrima caer, una y mil veces gracias papá.
Antes de tu partida física intentaste prepararnos para ese momento, decías que debíamos ser fuertes y seguir el camino, que debíamos ser valientes como el abuelo Maisanta.
Día a día seguimos sintiendo esa fuerza que nos trasmitías, y que de alguna u otra manera sigues transmitiéndonos, el camino que queda por recorrer no es sencillo, como persona, como familia y como país pasaremos por altos y bajos pero seguiremos construyendo y luchando por esta hermosa Patria a la que amaste tanto o más que a tu propia vida, esta Patria por la que tanto sacrificaste.
Has dejado una llama encendida y le pido a Dios que nos de la fuerza de hacer todo lo humanamente necesario y posible para mantenerla.
Amor con amor se paga y no nos cansaremos de dar a nuestro prójimo y a nuestra Patria ese amor que tanto nos enseñaste y lo que me escribiste un día lo digo ahora porque no hay palabras más exactas para expresarlo, te veo en todas partes y en toda parte te siento, una vez más gracias, ahora entiendo lo que perfectamente expresaste: “Cuando hay amor de verdad uno se queda para siempre”. Te amamos y te recordamos, tu pueblo, tu familia, tu Rosi”.
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