*JUAN MARTORANO.
En primer lugar, quiero a través
de estas líneas disipar algunas angustias e inquietudes manifestadas por
algunos amigos, algunos lectores preocupados por mí no presencia y por la falta
de escritura de artículos a los que los he tenido acostumbrados desde hace
varios días. Las razones, en primer lugar, tienen que ver con el disfrute de
unas merecidas vacaciones en las que me dediqué, además del necesario descanso,
al compartir de los afectos y de los seres amados y muy queridos por mí, y
cuando ya dichas vacaciones se encontraban en su recta final, tuve la infausta
noticia sobre el fallecimiento de un tío a quien quise como un padre, justo
cuando pensaba escribir este artículo y publicarlo, pero aquí estamos
desplegados nuevamente.
Sin embargo, como ustedes muy
bien saben, no estuve del todo quieto, y he aprovechado los comienzos de este
año 2015 para escribir artículos, así que no hemos estado del todo alejados. Encontrándome
en mi querida Guayana, en Puerto Ordaz, rodeado de afectos, de amor, de
descanso y de paz, me sirvió para recargar pilas, reflexionar muchas cosas y
activados en esta batalla histórica entre el socialismo y la barbarie
capitalista.
Luego de haber sembrado a mi tío
Hernán en la Guairita, pude escuchar el mensaje anual del Presidente Nicolás
Maduro, luego, al día siguiente me reintegré a mis labores en una
importantísima institución del Estado, y en el día de ayer, 23 de enero,
participé en la Marcha de Los Invictos, convocada por los factores que
respaldan la Revolución Bolivariana, y el Legado de Amor y Socialismo de Hugo
Chávez y Simón Bolívar, e indudablemente, me siento en la obligación de
expresar mis opiniones al respecto.
Empezaré por lo último, por la
marcha de ayer que arrancó desde la Plaza “Fabricio Ojeda” de la combativa
Parroquia 23 de Enero, hasta las escalinatas del parque Ezequiel Zamora,
popularmente conocido como “El Calvario”. De los dos años que tiene Nicolás
Maduro como Presidente de la República, y yo marchando que son un poco más,
desde hacía algún tiempo, no veía una marcha tan concurrida y con tanto
entusiasmo como la del día de ayer. Se dio una muy buena convocatoria y fue una
movilización extraordinaria que pienso debe seguirse repitiendo más seguido, en
el marco de los retos de este año 2015.
Creo, y no porque no diga Oscar
Schémel, que el tiempo de las movilizaciones multitudinarias a las que nos
tenía acostumbrado Hugo Chávez, de parte de los factores revolucionarios, como
por parte de los sectores “odiositores”, como los llama mi adorada Mellicent
Romero, aunque no por ello dejarán de ser masivas. Creo que si habrán
movilizaciones multitudinarias a la hora del sufragio, de las votaciones, por
lo que pienso que hay una realidad política, económica, social y hasta cultural
nueva, distinta, la Revolución Bolivariana y con ella, la sociedad venezolana
ha entrado en una nueva etapa y debemos estar preparados y preparadas todos y
todas para ello.
Es bueno que tengamos claro que
el chavismo sigue fuerte, sólido, vivito y coleando, puesto que es muy difícil derrotar
a un pueblo cuando este permanece unido, nadie podrá sacar al chavismo del
poder siempre y cuando éste se mantenga fiel a la expresión del Poder Popular
que siempre encarnó y encarna todavía el Comandante Hugo Chávez Frías.
Sin embargo, muchas amenazas se
ciernen sobre la Revolución Bolivariana: la política comunicacional sigue
siendo pésima, desastrosa, fatal, y ahora peor ante el boquete comunicacional
que representa la ausencia de ese gran comunicador que fue Hugo Chávez, quien
era el único que desmontaba y pulverizaba las matrices de opinión de los
enemigos de la Patria, y esa ausencia comunicacional pretende ser ocupada por
los medios y operadores de la derecha, a través de toda una campaña de
neurotización y desquiciamiento de nuestra sociedad. Lo otro, necesitamos un
Ejecutivo que realmente ejecute y haga seguimiento al cumplimiento de los
anuncios y decisiones del Presidente Maduro.
No niego la voluntad y el trabajo
que tiene el Presidente Nicolás Maduro realiza en pro de preservar nuestra
Revolución y el legado de Hugo Chávez, estamos totalmente contestes que no es
una responsabilidad única y exclusiva de él, pero, Maduro debe pensar que
errores y fallas de colaboradores, de políticas ineficientes, ineficaces, de
decisiones buenas pero que no se toman en el momento oportuno no sólo
contribuyen a deteriorar los números de aceptación de su gestión, sino a algo
mucho más importante, a ir socavando las bases que sostienen la Revolución
Bolivariana, lo cual no podemos permitir.
Ante estas circunstancias de
nuevas dificultades, y luego de la gira durante 14 días que realizó, pienso que
el secreto para resolver esta situación actual por parte del Presidente Nicolás
Maduro tiene que ser, en primer lugar, generar confianza. Y eso de alguna manera
lo dijo en la presentación de su Mensaje Anual a la Nación el pasado 21 de
enero. Hay que informar lo que se hace, las decisiones, lo que se hace,
explicar muchas cosas a nuestro pueblo, desmontar las matrices de opinión de
los enemigos de la Patria. No estoy de acuerdo con aquello de que si nos
equivocamos, que no sea por no informar a la gente. Ya que hay que trabajar el
mensaje, la información y de cómo estos llegan a nuestro pueblo, el manejo de
las percepciones. Los expertos en comunicación manejan mucho mejor estos
elementos que yo.
El otro elemento tiene que ver con
la fortaleza. Ya esta bueno de blandenguerías y temblequeras, o se gobierna o
no se gobierna. Hay que mostrar la firmeza y el puño en contra de los que
quieren hacerle daño a la Patria de Bolívar y Chávez, pero esto no solo debemos
hacerlo con retórica. José Martí lo dijo claramente: “La palabra motiva, pero
el ejemplo convence”, o como dice ahí: “Obras son amores y no buenas
intenciones”. Pues bien esas son cosas que debe el Presidente Maduro garantizar
como primeros elementos para derrotar la Guerra Económica, y por ende la
conspiración contra nuestro país.
La confianza y la fortaleza
estaban más que garantizadas con Chávez. Estoy seguro que con Maduro también,
aunque queremos ver señales más claras de nuestro Gobierno Bolivariano sobre
estos dos pilares que acabamos de mencionar.
Sin embargo, que cada quien asuma
su responsabilidad, porque esta situación no es sólo culpa del Gobierno de
Maduro, sino de los empresarios que han incursionado en la politiquería y que
en connivencia con actores políticos pretenden hacernos daño, y del pueblo,
pero sobre esto escribiremos en próximos artículos.
¡Con Chávez y Maduro, el pueblo
está seguro!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado, Activista por los Derechos
Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas
(RENTSOC). www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress. jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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