María Cecilia Valecillos
Será menester tragar duro para que nos entren estas decisiones "políticas". Trago amargo, Juan,trago amargo. Será menester, también, recargar las pilas y declararse en intransigencia activa.Pónganos a una Colomina y le diremos de vieja cacatúa pa'rriba. Decida el destino que nuestros hijos sean amiguitos de los hijos de un ministro y que éste nos salude para que ya no seamos capaces de mencionar el tren de vida del ministro, no seamos osados para comentar por qué los niños van al colegio en carro del ministerio, por qué el ministro viaja en colas de aviones oficiales con su familia a Europa, o por qué la señora sale en las páginas de sociales del Universal dando fiestas y agasajos a la Pantoja.La frase de Gonzalo Barrios "en Venezuela se roba porque no había razones para no hacerlo" a mi me parece una frase que nos retrata como sociedad. No es solo la aplicación de las leyes lo que sirve de "detente" a la comisión del delito; tan o más importante es el rechazo que presente la sociedad ante el que roba. Más valiente que denunciar un delito, es enfrentarse a aquellos que tenemos cerca (en lo profesional, en lo familiar, en lo social, en lo político) y decirles "no estoy de acuerdo con lo quehaces", "no quiero que mis hijos sean amigos de tus hijos", no voy a ir a tus fiestas, no te voy a invitar a las mías...Ese es un lastre de la IV que no nos hemos sacudido, el ser cómplices por comodidad, el mirar a otro lado, el justificar.Conocen las figuras de los tres monos? No-mirar nada malo, no-oir nada malo, no-decir nada malo. El cuento dice que eso es lo que la madre desea para sus hijos, que cuando sean niños no vean, escuchen, digan nada malo. Pero ya de adultos no podemos hacernos los locos.In-tran-si-gen-cia y yuca
mc.vale@gmail.com
martes, 1 de enero de 2008
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