Judith Hernández (Ex Defensora del Pueblo-Miranda)
Las declaraciones dadas por los tres legisladores mirandinos, Rivas, Lara y Ramírez, son realmente lamentables, puede la gente observar en su contenido la carencia de convicciones político-ideológicas que nos indican el peligro en el cual se encuentra el proceso revolucionario en el estado Miranda. Ahora, si hay otro “líder fundamental” con otro proceso en marcha, lo desconozco. Respondo humildemente a los más sentidos intereses del pueblo, representados en este momento por el presidente Chávez, en su llamado a la unidad, al cumplimiento de la revisión, rectificación y al reimpulso del proceso revolucionario, como cimientos para la transformación hacia el Socialismo, sin ambigüedades ni falsas posturas. Se suele afirmar que el miedo es libre… No me enferma ocupar o no cargo alguno, además por decencia no podría aceptar que personas de dudosa reputación fuesen los que me diesen “tribuna” para aspirar a un cargo de elección popular. Mi carta de presentación la conoce el pueblo y en particular el de Guaicaipuro desde hace más de 30 años; desde mi temprana adolescencia como dirigente estudiantil en el Liceo Fermín Toro de Caracas, en la Universidad de Carabobo y el CULTCA; como activista en derechos humanos mucho antes de ser Defensora del Pueblo, militancia en el MBR-200, fundadora y directivo del MVR de Guaicaipuro, siempre militante de las ideas, es una trayectoria de vida que no podrán borrar los descalificativos que quieran utilizar en mi contra, cuestión que no muchos podrán ostentar como sería el caso de estos tres insulsos legisladores, que demuestran su incapacidad hasta para unir circunstancialmente a los nueve legisladores socialistas de Miranda, además de utilizar su posición no para trabajar por el pueblo que los puso allí, sino para intentar horadar grotescamente la honorabilidad de los verdaderos luchadores sociales, los que no estamos teñidos de rojo sino que somos auténticos en nuestra condición revolucionaria. Es muy fácil endosar la responsabilidad de lo malo a los demás. Los que conspiraron contra la reforma hay que ubicarlos en el contexto del trabajo político, de impedir el surgimiento de los liderazgos naturales, de la dirigencia impuesta, de la gestión de gobierno; allí están los responsables, los que se dedicaron a una campaña virtual, limitándose a realizar concentraciones fatuas, olvidando que el trabajo es casa por casa, rancho por rancho, o como se dice coloquialmente “pateando” las comunidades y conversando frente a frente con la gente.En cuanto a los llamados “ataques” al gobernador, dan pena ajena. La Defensoría del Pueblo es una institución que vela por el buen funcionamiento de la Administración Pública, si no atiende a la gente, si no da respuestas, si lo está haciendo mal, la Defensoría está en la obligación de llamar la atención sobre esto, además de defender los derechos humanos. Tales funciones las cumplí a cabalidad durante la gestión de Enrique Mendoza y pregunto ¿Por qué dejar de hacerlo con el gobernador Cabello? No soy adulante, nunca lo seré, y menos por un cargo… Me considero con capacidad suficiente para afrontar cualquier escenario, en ocasiones como esta doy gracias a la Providencia por la formación moral, ética e ideológica que he recibido, la cual me ha ayudado a perseverar, a diferenciar la verdad de la prepotencia, la arrogancia y mantener incólume la ideología de izquierda indudablemente revolucionaria. ¿Qué es el PSUV?, será un partido de masas y de ella emanarán los cuadros…. ¿Se logrará este objetivo político si un grupito, ante cada voz discrepante amenace con la expulsión o la mentada autoexclusión? Es contrario a la unidad. El presidente sabiamente ha mencionado las corrientes ideológicas. No han interpretado correctamente las orientaciones del presidente Chávez, pudiera ser porque sus intereses son otros. Es terrible… pero el pueblo, ese si que sabe perfectamente el camino para conquistar la Venezuela bonita, solidaria y justa que estamos seguros de alcanzar. Las ideas se debaten con ideas, no con infamia. Me he visto obligada a dar respuesta a la ignominia, con ella doy por finalizado este enojoso y triste episodio protagonizado estérilmente por los tres señores legisladores del parlamento mirandino que se autoproclaman dueños del PSUV. La colectividad mirandina tiene la palabra.
Las declaraciones dadas por los tres legisladores mirandinos, Rivas, Lara y Ramírez, son realmente lamentables, puede la gente observar en su contenido la carencia de convicciones político-ideológicas que nos indican el peligro en el cual se encuentra el proceso revolucionario en el estado Miranda. Ahora, si hay otro “líder fundamental” con otro proceso en marcha, lo desconozco. Respondo humildemente a los más sentidos intereses del pueblo, representados en este momento por el presidente Chávez, en su llamado a la unidad, al cumplimiento de la revisión, rectificación y al reimpulso del proceso revolucionario, como cimientos para la transformación hacia el Socialismo, sin ambigüedades ni falsas posturas. Se suele afirmar que el miedo es libre… No me enferma ocupar o no cargo alguno, además por decencia no podría aceptar que personas de dudosa reputación fuesen los que me diesen “tribuna” para aspirar a un cargo de elección popular. Mi carta de presentación la conoce el pueblo y en particular el de Guaicaipuro desde hace más de 30 años; desde mi temprana adolescencia como dirigente estudiantil en el Liceo Fermín Toro de Caracas, en la Universidad de Carabobo y el CULTCA; como activista en derechos humanos mucho antes de ser Defensora del Pueblo, militancia en el MBR-200, fundadora y directivo del MVR de Guaicaipuro, siempre militante de las ideas, es una trayectoria de vida que no podrán borrar los descalificativos que quieran utilizar en mi contra, cuestión que no muchos podrán ostentar como sería el caso de estos tres insulsos legisladores, que demuestran su incapacidad hasta para unir circunstancialmente a los nueve legisladores socialistas de Miranda, además de utilizar su posición no para trabajar por el pueblo que los puso allí, sino para intentar horadar grotescamente la honorabilidad de los verdaderos luchadores sociales, los que no estamos teñidos de rojo sino que somos auténticos en nuestra condición revolucionaria. Es muy fácil endosar la responsabilidad de lo malo a los demás. Los que conspiraron contra la reforma hay que ubicarlos en el contexto del trabajo político, de impedir el surgimiento de los liderazgos naturales, de la dirigencia impuesta, de la gestión de gobierno; allí están los responsables, los que se dedicaron a una campaña virtual, limitándose a realizar concentraciones fatuas, olvidando que el trabajo es casa por casa, rancho por rancho, o como se dice coloquialmente “pateando” las comunidades y conversando frente a frente con la gente.En cuanto a los llamados “ataques” al gobernador, dan pena ajena. La Defensoría del Pueblo es una institución que vela por el buen funcionamiento de la Administración Pública, si no atiende a la gente, si no da respuestas, si lo está haciendo mal, la Defensoría está en la obligación de llamar la atención sobre esto, además de defender los derechos humanos. Tales funciones las cumplí a cabalidad durante la gestión de Enrique Mendoza y pregunto ¿Por qué dejar de hacerlo con el gobernador Cabello? No soy adulante, nunca lo seré, y menos por un cargo… Me considero con capacidad suficiente para afrontar cualquier escenario, en ocasiones como esta doy gracias a la Providencia por la formación moral, ética e ideológica que he recibido, la cual me ha ayudado a perseverar, a diferenciar la verdad de la prepotencia, la arrogancia y mantener incólume la ideología de izquierda indudablemente revolucionaria. ¿Qué es el PSUV?, será un partido de masas y de ella emanarán los cuadros…. ¿Se logrará este objetivo político si un grupito, ante cada voz discrepante amenace con la expulsión o la mentada autoexclusión? Es contrario a la unidad. El presidente sabiamente ha mencionado las corrientes ideológicas. No han interpretado correctamente las orientaciones del presidente Chávez, pudiera ser porque sus intereses son otros. Es terrible… pero el pueblo, ese si que sabe perfectamente el camino para conquistar la Venezuela bonita, solidaria y justa que estamos seguros de alcanzar. Las ideas se debaten con ideas, no con infamia. Me he visto obligada a dar respuesta a la ignominia, con ella doy por finalizado este enojoso y triste episodio protagonizado estérilmente por los tres señores legisladores del parlamento mirandino que se autoproclaman dueños del PSUV. La colectividad mirandina tiene la palabra.
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