Por Aleksandr Duguin
Pensemos en por qué hay orientalistas en Rusia, pero no occidentales, y esta misma palabra nos parece torpe e inapropiada. Porque estamos acostumbrados a considerar a Oriente como un objeto, pero a Occidente como un sujeto.
Occidente no es lo que se estudia, sino quien estudia. Occidente actúa a través de nosotros, penetra en nuestra conciencia científica. Nos esforzamos en mirar todo a través de sus ojos, aceptamos sus métodos, criterios y enseñanzas como algo universal y generalmente vinculante.
Obviamente, tal actitud es defectuosa, ya que priva a la ciencia rusa de su subjetividad y, por defecto, convierte a nuestro país en un medio Oeste, suboeste, en una identidad que siempre está alcanzando a Occidente.
Por tanto, los estudios occidentales son necesarios hoy. Quizás el término “occidentalología” sea más eufónico. Pero el significado es el mismo. Debemos estudiar a Occidente como un objeto. Simétrico hacia el Oriente. Y nosotros mismos debemos ser el sujeto. Sujeto ruso. Y el conocimiento de Rusia y de todo lo ruso es el conocimiento de uno mismo. Mientras que el conocimiento de Occidente y de Oriente es el conocimiento del Otro, significativo, pero siempre el Otro. Y nada que se ponga al día. Podemos adoptar algunas cosas tanto de Occidente como de Oriente, pero primero pensemos, estimemos y correlacionemos cuidadosamente con nuestros propios valores tradicionales.
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