Publicado: 25/10/2024 06:37 PM
En Latinoamérica seguimos teniendo presencia de acciones fascistas y, para demostrarlo en esta oportunidad, haremos referencia a algunos casos regionales.
En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri en Argentina, fuimos testigos de la detención de Milagro Sala. El hostigamiento que sufrió estuvo acompañado por situaciones de humillación pública y privada, como haber recibido notificaciones judiciales estando hospitalizada, vivió un grado de persecución, intimidación y acoso con el objeto de limitar su influencia dentro de la región. A esto se le sumó la violencia política que, por razones de género y raza, se ejerce contra ella.
En Colombia, algunos historiadores coinciden en que el genocidio aplicado desde los años 80 contra líderes sociales, continuó en este milenio manteniendo la política fascista de sicariato, paramilitarismo, falsos positivos, masacres, desapariciones y fosas comunes, que han sido el repertorio de un país asolado por la violencia oligárquica imperialista.
Incluso, el terrorismo de Estado con fachada electoral en el país neogranadino, propio de democracias de corte liberal, burguesa, representativa, se maneja como una forma de fascismo institucionalizado. Por ejemplo, la campaña de Iván Duque en 2018 se inició con vallas publicitarias xenófobas antivenezolanas; la narrativa de su gobierno y medios de comunicación que lo apoyaban, era absolutamente hostil hacia todo cuanto represente lo venezolano y abogaban por la represión contra las luchas populares.
El fascismo lo vimos también en las muertes de Berta Cáceres en Honduras (2016) y Marielle Franco en Brasil (2018).
Casos como el de Javier Milei en Argentina, Gabriel Boric en Chile, Santiago Peña en Paraguay, Nayib Bukele en El Salvador y Luis Lacalle Pou en Uruguay, son algunos ejemplos de la preocupante situación en que se encuentra la región, donde estos mandatarios, abiertamente fascistas y apoyados por EEUU, tienen una fuerza política importante.
Y con el fin de reforzar las alianzas de corte fascista, desde 2021 en España se está construyendo una especie de “Internacional Fascista”, cuando en un acto acordaron entre VOX de España y el Partido de Acción Nacional (PAN) de México, la adhesión del partido mexicano a la Carta de Madrid, que plantea que “una parte de la Iberósfera (forma extraña de llamar al conjunto Iberoamérica y España) está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países.” Añade la carta, que “todos estos regímenes están bajo el paraguas del régimen cubano y que utilizan iniciativas como el Foro de São Paulo o el Grupo de Puebla para imponer su agenda ideológica”.
El documento también detalla que “esta amenaza no es única de los países que sufren del yugo totalitario, sino que el proyecto ideológico y criminal tiene como objetivo introducirse en otros países y continentes con la finalidad de desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho.”
Así mismo, quienes suscriben esta suerte de declaración, por parte de Venezuela, son los siguientes personajes: Alfredo Mago, Comisionado Nacional Laboral de Vente Venezuela; Aquiles Martini Pietri, miembro de Soy Venezuela; Biagio Pilieri, jefe de la fracción parlamentaria 16 de Julio; Carlos Salazar, coordinador de Coalición Sindical de Venezuela; Carlos Ortega, presidente del Sindicato Confederación de Trabajadores de Venezuela; Diego Arria, expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU; Enrique Aristeguieta Gramcko, dirigente político y miembro de la Junta Patriótica de 1958; Helen Fernández, exalcaldesa metropolitana de Caracas; Humberto Calderón Berti, exministro de Energía; Jesús Petit Da Costa, exmagistrado y exprocurador General de la República; María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela; Melquiades Pulido, empresario; Milos Alcalay, exembajador; Nitu Pérez Osuna, periodista; Noel Álvarez, miembro de Soy Venezuela; Pedro Urruchurtu, vicepresidente de la Red Liberal de América Latina y Vladimir Petit Medina, empresario; además de diputados de la extinta Asamblea Nacional de 2015 como: Dignora Hernández, Carlos Bastardo, José Luis Pirela, Juan Carlos Bolívar, Juan Pablo García, Luis Barragán, Edwin Luzardo, Nafir Morales, Omar González Moreno y Richard Blanco. Paradójicamente, cada uno de estos personajes tiene un prontuario asociado a corrupción, extorsión y traición a la Patria.
Cabe destacar que los adeptos a la secta Tradición, Familia y Propiedad en los 90, también figuran como firmantes del documento, así tenemos a Leopoldo López, Henrique Capriles, Juan Guaidó, Julio Borges, Luisa Ortega, Dinorah Figuera y María Corina Machado, entre otros; son algunos de los que conforman lo que hoy llamamos la Internacional Fascista.
La última reunión de estos “líderes patriotas”, como los describe el portal web de VOX, fue en mayo de 2024 y contó con la participación del presidente de Argentina, Javier Milei; el ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel y combate contra el Antisemitismo, Amichai Chikli; el exprimer ministro polaco y diputado, Mateusz Morawiecki; la diputada de la Asamblea Nacional de Francia y candidata a la presidencia de la República, Marine Le Pen; el diputado, André Ventura y el diputado chileno y líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, además de otros más conocidos en nuestro país, como Elon Musk y Donald Trump.”
Al parecer, es ya una urgencia regional detener el avance inminente del fascismo en Latinoamérica; que cada vez toma más fuerza y la única opción frente a esto, es derrotarlo.
AMELYREN BASABE/ REDACCIÓN MAZO
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