El 30 de junio de 1781, se reúnen al margen del Río Táchira los comuneros de San Antonio del Táchira y los de la Villa de Cúcuta y Pamplona, constituyéndose un gobierno rebelde. Desde allí se extendió a Lobatera, se organiza una nueva administración integrada por labradores de modestos recursos.
Para el 11 de julio los insurrectos de San Antonio, San Cristóbal y Lobatera entran a La Grita y sitian la ciudad, despojan de su cargo a José Trinidad Noguera, administrador de la Real Hacienda, se posesionan del dinero existente en las arcas reales, reparten el tabaco entre el pueblo, someten a prisión a los españoles y gritenses opuestos al movimiento.
Al día siguiente organizan el gobierno rebelde bajo el mando de Juan José García de Hevia. Entre el 15 y el 25 de julio tomarían Bailadores, Guaraque, Pregonero, Tovar, Estanques, Lagunillas, El Morro, Acequias, Pueblo Nuevo y Ejido, esta última liderada por Francisco Javier de Angulo, persona de gran prestigio en los sectores populares, recibe el 27 de julio, una caravana de 600 mujeres y hombres armados con escopetas, lanzas, sables y garrotes. El 28 de julio la Expedición Comunera toma Mérida.
Estaban ahí representados todos los pueblos y comunas desde San Antonio del Táchira, hasta el cercano Ejido. Una multitud de 1.500 merideños encabezados por Tomás de Contreras, salieron a la entrada a darle la bienvenida. Se dirigieron a la plaza mayor y levantaron la Horca, se leyeron las Capitulaciones y se aclamaron las nuevas autoridades.
Entre las primeras medidas estuvo dejar sin efecto los aumentos de impuestos y demás órdenes de la intendencia incluyendo derogar el estanco del tabaco, libertad de destilación del aguardiente y supresión del derecho dulce que gravaba la panela de papelón. Detuvieron a funcionarios de la Real Hacienda, entre ellos a Don José Cornelio de la Cueva, a quien obligaron a entregar el papel sellado, barajas y dinero que tenía en su poder.
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