El año pasado en Irán se encontró una reserva de petróleo importantísima, que vuelve al país en reservas comparables a las de Venezuela y los gringos sienten pasión por el «oro negro».
No se dio gran importancia al tema, al menos dentro del mundo “occidental y cristiano”; el descubrimiento fue a finales del año pasado.
Sin estar informada en profundidad del problema iraní, que no es para nada fácil, hablando con un compañero y amigo periodista coincidíamos en la duda respecto a que Irán responda a la bravuconeada “Trumpiana” buscando una salida militar de igual a igual conociendo que la maquinaria bélica estadounidense que es muy superior; solo Rusia y China estarían en condiciones igualitarias y precisamente son las que están sugiriendo una salida política, pacífica, aunque permanezcan en el Golfo Pérsico observando lo que pueda suceder y en favor de Irán.
Si realmente se busca una acción bélica, el mundo estaría al borde de una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares, lo que provocaría el fin del planeta, pero Irán todavía no tiene, al parecer, una bomba nuclear, como por ejemplo, Israel que tiene unas 400 bombas atómicas y una conocida alianza estratégica con EEUU.
De todos modos el panorama es muy complicado, la bandera roja símbolo de guerra, fue izada, lo que avizora el advenimiento de un problema muy grande.
Va a haber un baño de sangre considerando la religiosidad, el dogmatismo, el fundamentalismo de los agredidos, pero creo que eso de tragar vidrio, en política, no suele darse; mucho menos considerando que todavía no hay pasajes a Marte como para que los gringos, rusos o chinos envíen sus negocios a otro planeta.
Una Tercera Guerra Mundial, sería el fin de la vida y la reserva petrolera, para los gringos, es más santa que la guerra que puedan intentar los iraníes pese al dolor que hoy les afecta. Les dieron donde les duele.
Esta irresponsabilidad de los EEUU pone nuevamente al mundo en vilo, algo a lo que nos tienen acostumbrados hace añares. A diferencia de los perros, los yanquis marcan territorio a bombazo limpio, los gringos esperan respuestas. Abrieron un capítulo peligroso, uno más en su historia de atropellos, esperan una respuesta iraní para caer con todo su potencial bélico, vaya a saber con qué objetivos, con qué artimañas han iniciado esta escalada que preocupa al mundo justo cuando hay en ciernes un impeachment que continúa en punto muerto en el senado y unas próximas elecciones a fin de año.
Es de esperar que la cordura prime (si acaso el gran Norte conoce la cordura)
La provocación gringa no tiene excusa, los gringos no tienen excusa como para justificar sus crímenes. El del general es una más. El odio del mundo hacia la gran potencia norteña, va creciendo hasta que llegue el día en que su propio pueblo se levante por fin, harto de recibir bolsas negras cargadas con los que fueran cuerpos humanos convertidos en máquinas de matar pero ya muertos. De hecho y luego del crimen, 70 estados se manifestaron contra el ataque a Irán, mientras el gran macho promete una respuesta desproporcionada a un posible ataque iraní.
Solo se trata de esperar noticias, todo esto huele mal tanto como preocupa.
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