jueves, 28 de enero de 2016

Petare, la meca del bachaqueo en Venezuela.

bachaqueo
Foto: El Impulso.com
Luis Aponte*
Largas colas, malestar e indignación, es lo que se percibe  de las personas que circulan o residen por la populosa parroquia  petare, cuando al observar, como un grupo de vecinos del sector, especulan con los productos de primera necesidad, y ante esto, no hay ninguna autoridad a la cual acudir.
El día miércoles 27 de enero, me tocó cambiar mi rutina acostumbrada, ya que, tenía que asistir a una consulta médica. Pasada las nueve de la mañana, salgo de mi hogar vía   la clínica popular, la cual está situada en Petare. Solventé no tomar el metro y disfrutar del panorama. Para ese momento, me encontraba en compañía de mi madre. Al llegar a la redoma del indicado sector, divisamos una gran cantidad de vendedores de la economía informal, con productos que escasean en las redes de supermercados públicas y privadas.
Mi Señora madre al advertir lo que acontecía en  el ambiente, decide acercarse a los buhoneros y consulta el precio de los desodorantes, el papel de higiénico, entre otros productos. Para nuestro asombro, esas personas, eran en su mayoría de procedencia colombiana, que especulan libremente con productos regulados. Los desodorantes que tienen un valor convenido por la ley, un precio justo de 34,00 Bs.f, y  ellos los venden en un monto que fluctúa entre  600 y 800  bolívares fuertes. Y la cosa no se queda ahí, el papel sanitario el que  viene en presentación de cuatro rollos, lo tasan a 500 Bs.f, y siendo su valor real,  es de 38,59, según la ley de precios justos.
Estos estafadores son enemigos de la clase obrera.  Karl Marx los caracterizó muy bien y le dio el calificativo de lumpen proletarios,  ya que son capaces de apuntalar el proyecto político de las élites por dádivas. Petare es el edén de los los bachaqueros, ya que han establecido una economía análoga, la cual no tiene ningún tipo de esclarecimiento científico. Este tipo de escenario, fractura el espíritu del pueblo revolucionario, y  la impresión que hay en la masa es que “esto se lo llevo quien lo trajo”.
Es necesario que el Minci diseñe una campaña, explicando de forma pedagógica, en lo que consiste la guerra multifactorial, la cual  ha triunfado en la psiquis del venezolano, ya que, hay  elementos objetivos y subjetivos. Por ejemplo, lo objetivo, es ver como la especulación campea en Petare, y justo frente a las autoridades (Guardia Nacional, policías, etc.). En  lo subjetivo, es que los medios de comunicación, durante todos los días, divulgan noticias sobre la especulación y delincuencia, temas que ponen a la palestra, y estas contribuyen a reforzar la incredulidad en la población, y de paso, venden la imagen que “todo es culpa de Chávez, maduro y el comunismo”.
La contra parte son los medios públicos y sus aliados en este punto, tenemos que  ser autocríticos y no han tenido el tonelaje de desconectar al presidente de esa maliciosa matriz de opinión que lo culpa de todo lo  que pasa.
Nuestros medios no posicionan una información relevante, más que todo, se dedican a desmontar matrices  de opinión. El argumento es equivocado y eso se tiene que pensar. Una de las cosas primordiales que debemos resaltar,  es que la crisis es  sistémica del capitalismo. Es importante y necesario aclarar que no fracasó el socialismo, sino, que es culpa de la estructura monoproductora rentista, y en base a esta, revelar  en qué residen, cuales son las contradicciones entre la producción, la distribución y sus conflictos.
En ese sentido es descubrir como es el funcionamiento de nuestro  aparato económico, e informar del porqué  es perecedero, y expresar con claridad, el papel  que juega la burguesía  parasitaria la cual, no cumplió con su tarea histórica, que era  desarrollar las fuerzas productivas. Es primordial descomponer   paso a paso, las etapas y el desarrollo del fenómeno conocido como “cultura del petróleo” y corroborar su responsabilidad en la inoperancia del aparato económico  nacional.
En este aspecto, el presidente Nicolás Maduro, está dejando su vida en esta guerra multifactorial, pero necesita la ayuda del pueblo organizado. No es posible que los concejos comunales esperen que la policía sea la que combata el bachaqueo. Y yo me pregunto  ¿dónde están los movimientos sociales?, los revolucionarios van en la vanguardia a la hora de las dificultades.
En este momento, se necesita menos panfleto y más formación en la comunidades. Estamos confrontando un problema sociológico y psicológico. Es necesario cambiar el paradigma, ¡basta ya! de reformistas haciendo política. La única solución que se entrevé, es radicalizar la revolución, no de imagen auditiva sino, en lo concreto.
Es hora que la clase trabajadora, deje de ser indiferente y se autodenomine “revolucionaria” cuando absorbe beneficio, pero a la hora de las dificultades, se entreguen al mejor postor. Es una prioridad comprender que es la única clase que posee el músculo político y social para hacer la revolución, no puede desconocer quien es su enemigo histórico: la burguesía y el imperialismo, y mucho menos omitir que el motor de la historia, es la lucha de clase.
¡Chávez vive!… ¡La lucha sigue!
Luis Aponte, Coordinador General de Radio Catedral Bolivariana, e integrante del Colectivo Comunicacional Guerrilla Gráfika.

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