sábado, 2 de enero de 2016

Detalles por corregir en el sector agropecuario (I)

Antonia Muñoz

Creemos que nuestra ineficiencia en la producción de alimentos, en parte tiene que ver con un problema cultural que nos lleva a creer que cualquiera puede dirigir la empresa que sea, porque supuestamente lo que se necesita es la voluntad (que no es sinónimo de voluntarismo) y el compromiso político. Esas dos condiciones son necesarias pero no son suficientes. El conocimiento, la experiencia sobre el área a dirigir y la honestidad son imprescindibles. También es importante cambiar la valoración que tenemos muchos sobre la CONTINUIDAD ADMINISTRATIVA. Es una costumbre venezolana que toda o todo quien llegue a un cargo viene con su propia y particular idea de cómo hacer las cosas, lo que hace que muchas veces se comience de cero sin terminar o evaluar el plan anterior. En Pedagogía nos insistían en un principio que debía retomarse en la administración pública. “Los hombres y mujeres son transitorios, pero las instituciones son permanentes”. Ojalá pudiéramos minimizar ese bendito personalismo que nos hace creer que hay que desechar todo lo que hace la o el antecesor, sin la más mínima evaluación de las consecuencias. Debemos desechar sólo lo que es equivocado o contrario a nuestro proyecto bolivariano o lo que inviable. A lo anterior se une el hecho que cada nuevo jefe o jefa se trae su equipo completo y sospecha de todo el que encuentre allí, muchos de los cuales pasan a ser subutilizados. Esto pudiera parecer un detalle, pero es mucho más que eso y causa pérdida de tiempo, de recursos humanos y financieros.
Entendemos y aceptamos que debemos producir más alimentos y hacerlo más eficientemente. El objetivo de estas reflexiones no es presentar ideas novedosas ni proyectos que requieran el uso de tecnología de punta a la cual no tenemos acceso. Estas proposiciones tampoco requieren de una cuantiosa inversión o de profesionales especializados que debamos traer de otro país. Sin embargo, sin quitarle importancia, ni complejidad ni el tiempo necesario para ver cambios significativos; en buena parte PROPONEMOS CAMBIAR LA MANERA DE HACER LAS COSAS. Se trata de hacer las cosas a tiempo y no a última hora y a la carrera. Se trata de concretar lo planificado en el papel, de practicar en forma estricta el tan descuidado SEGUIMIENTO Y CONTROL. Se trata de propiciar, impulsar y exigir a las y los productores organizados que sean estrictos en la CONTRALORÍA SOCIAL sobre los procesos productivos desde su inicio; todo ésto para aumentar la EFICIENCIA y minimizar la CORRUPCIÓN.
Lo anterior significa, por ejemplo, que una vez terminada la cosecha de maíz blanco y amarillo en septiembre u octubre de 2015, la EMPRESA PEDRO CAMEJO debió hacer un mantenimiento a todas sus maquinarias e implementos para planificar la reparación de aquellas que quedaron con averías, proceder a la solicitud de repuestos necesarios, de manera que el parque de maquinarias e implementos pueda estar operativo para la siembra de cereales que se iniciará en mayo- junio de 2016, o cuando el fenómeno del niño – niña lo permita. Esta receta es válida para los Consejos Comunales, Comunas y cuanto grupo o individualidades haya recibido maquinarias y equipos financiado por el Estado. No me refiero a quienes poseen maquinarias y equipos comprado con su propio peculio, porque a esos si les duele lo suyo, y hacen lo conducente espontáneamente Siempre se cumplirá un sabio dicho que reza: “LO QUE NADA NOS CUESTA HAGÁMOSLO FIESTA”.
A los equipos estadales de trabajo de la empresa Pedro Camejo los urgimos a decirles la verdad y sólo la verdad verdadera a sus superiores y a las y los productores, incluyendo la verdad sobre su capacidad real de preparación de tierra, siembra y cosecha; de manera que no se generen falsas expectativas. LA VERDAD SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA. Además, les recordamos que los pequeños y medianos productores son el objeto de su atención. Los grandes por lo general son autosuficientes, aunque el Estado les debe brindar todo el apoyo que requieran porque tienen derecho y hacen una buena contribución a la producción de alimentos. Sin embargo, nunca a expensa de los pequeños y medianos. Aunque muchos crean que exageramos, en la sucinta revisión anterior radica parte de nuestra ineficiencia, confiamos en que estamos dispuestas y dispuestos a corregir errores. Finalmente, está prohibido olvidar una prédica constante de nuestro amado Presidente Chávez: el diablo siempre está en los detalles CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE.
Antonia Muñoz

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