Los titulares reflejan historias de
ficción. Ya las películas de terrorismo nuclear y de los grandes
cárteles del narcotráfico, no están producidas por MGM, Warner o Columbia Pictures; estos relatos de héroes y villanos se cuentan desde la pluma chimba de CNN, ABC de España, Wall Street Journal y de sus repetidoras locales del “tercer mundo”, que lo hacen con la misma paupérrima discursiva.
Como todo guión, estas historias tienen
un motivo, un conflicto, un héroe y un desenlace (por lo general
millones de muertos): el héroe de la historia siempre va a ser una
constante, representado por Estados Unidos o por el estereotipo de
cualquier ONG, movimiento político o empresario de camisa blanca
remangada a 3/4; el villano siempre será el trillado gobierno violador
de los derechos humanos, de la libertad de expresión, del terrorismo
nuclear, de las armas de destrucción masiva y del narcotráfico.
El motivo aunque permanezca invisible
mediáticamente, es lógicamente evidente: tomar el control de los
recursos naturales estratégicos. No es casualidad que el ataque a
Venezuela, Irán y Rusia tengan las mismas características de los guiones
de Hollywood, de los estados forajidos que apoyan el terrorismo,
trafican droga, violan los derechos humanos y de paso, cercenan la
libertad de expresión, como si nadie en el mundo tuviera acceso a la
película inventada.
En la infografía presentada podrán ver
el motivo de todos esos guiones de película y lo que representan estas
tres naciones en cuanto a recursos estratégicos para la economía y
subsistencia de la humanidad.
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