*JUAN MARTORANO
Estoy totalmente
convencido, que todos los que criticamos elementos negativos y
errores que se puedan presentar dentro del proceso revolucionario, a
su vez, debemos presentar propuestas para corregir esos errores o
extirpar los males desde dentro de nuestro proceso revolucionario. Si
no lo hacemos, quedaremos como meros criticones y criticonas,
haciéndole juego además a los elementos de la derecha abiertamente
identificados.
En estos días he estado
conversando con muchísima gente,a las cuales les agradezco todas las
muestras de cariño, de apoyo, de solidaridad. En estos momentos debo
ser más responsable y comprometerme más en las luchas del pueblo,
en la construcción y consolidación de una patria revolucionaria y
socialista.
Una de esas personas, de
esos compañeros de lucha que te da la vida es Amílcar Briceño.
Para quien no sepa de quien me estoy refiriendo, Amílcar Briceño es
un cantautor zuliano, que entre los múltiples temas que ha escrito e
interpretado tenemos “Febreros y Abriles”, donde se inmortaliza
al gigante de Sabaneta, a Hugo Chávez. Amílcar Briceño no es un
compañero ni un amigo, Amílcar Briceño es un hermano, de esos que
la vida te da en estos caminos.
Y no solamente eso, sino
que Amílcar es un extraordinario conferencista, solo que sus
conferencias las hace acompañadas de su arte, de su melodiosa voz,
de su canto revolucionario, pero además, Amílcar es presidente de
la fundación “Conciencia Bolivariana”, la cual esta muy
consciente del momento coyuntural y político que vivimos en la
Patria de Bolívar y Hugo Chávez-
Amílcar me señalaba en
una de nuestras conversaciones que sosteníamos vía redes digitales
una verdad del tamaño de un templo. Sin duda el comandante Chávez
(que nos lo asesinaron, que nadie tenga duda de ello) se nos fue
físicamente, más nos dejo la mesa servida para consolidar el
socialismo, en despecho de un burocratismo paquidérmico y corruptor
que pretende robarnos nuestros sueños y nuestras esperanzas. Sabemos
que uno de los problemas más serios que afronta nuestro país es el
elemento económico, y fundamentalmente el productivo, que es uno de
los problemas estructurales que afronta nuestro país. El pueblo
venezolano, en ejercicio de su soberanía, debe asumir el rol
protagónico que le señala la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, y eso incluye el aspecto económico, hasta
por un asunto de Seguridad de la Nación, de conformidad con el 326
de nuestro texto constitucional.
Mis últimos artículos
he decidido dedicarlos al apoyo de propuestas populares donde se
resalte el carácter de nuestra Democracia Participativa y
Protagónica, donde el mismo pueblo se incorpora a las luchas y
pretende ser parte de la solución de sus propios problemas. No
olvidemos aquella consigna, y más que consigna, realidad de la
infinita e imperecedera Lina Ron, quien nos señaló en una
oportunidad: “Sólo el pueblo salva el pueblo”.
Y esta guerra económica
no será derrotada si el pueblo bolivariano, si el pueblo chavista,
si el pueblo campesino, el pueblo indígena, el pueblo estudiante, el
pueblo obrero no es parte de la batalla diaria contra la misma. Y es
por eso que Amílcar, nos hace una propuesta en lo económico
productivo, que además tiene fundamentos legales y constitucionales,
los cuales me quiero permitir difundir y realizar algunos
comentarios.
Me costo un poco la
lectura, en virtud de múltiples e innumerables compromisos que he
tenido en estos últimos días, pero finalmente en el día de ayer,
logré sacar un tiempo y me leí la propuesta de Amílcar. Confieso
que desde las primeras líneas, dicha propuesta me enganchó de
inmediato. Además de ello, le manifesté a Amílcar que escribiría
sobre la misma, cosa a la que él no se opuso, y me autorizó su
difusión.
La propuesta que
nos hace Amílcar es la de ACOPLES, que significa Asociación Comunal
para lograr el Socialismo, y Amílcar nos la define en la propuesta
de la siguiente manera: “Es la asociación estratégica
entre las comunas urbanas y comunas rurales y/o pesqueras, en la que
se complementan solidariamente mediante el intercambio de productos
de consumo, bienes y servicios.”
Indudablemente y como nos
lo señala este hermano, ACOPLES es eminentemente un concepto
ideológico y político eminentemente socialista. Específicamente en
lo económico- productivo, complementaría yo.
Como objetivo
general, ACOPLES busca la consolidación del socialismo
bolivariano reflejado en los cinco objetivos históricos que nos legó
nuestro Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías mediante la
construcción del poder comunal y el autogobierno para brindar mayor
independencia y soberanía como lo establece nuestra constitución.
En los objetivos específicos, Amílcar nos señala
lo siguiente:
Combatir eficazmente el fenómeno del desequilibrio
económico que produce la inflación y otros trastornos como el
contrabando y la guerra económica.
Contribuir determinantemente y definitivamente a la
concreción del Socialismo del Siglo 21 acoplando mediante una red
nacional a todo el poder comunal inculcando los valores de
solidaridad, humanismo, cooperación y corresponsabilidad mediante
una nueva cultura de retorno a los valores del campo.
Coadyuvar en el ejercicio de las políticas
económicas y sociales gobierno revolucionario.
Amílcar nos da algunos pasos iniciales para la
conformación de ACOPLES, a través de las comunas rurales y las
comunas urbanas, aunque el emplea estos términos en singular, es
bueno resaltarlo, pero lo que si es importante es el fundamento
constitucional que señala Amílcar, que no es más que el artículo
184, ordinal 5 que textualmente expresa lo siguiente:
“Artículo 184. La ley creará mecanismos
abiertos y flexibles para que los Estados y los Municipios
descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales
organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración
de su capacidad para prestarlos, promoviendo:
- La creación de organizaciones, cooperativas y empresas comunales de servicios, como fuentes generadoras de empleo y de bienestar social, propendiendo a su permanencia mediante el diseño de políticas en las cuales aquellas tengan participación”.
Igualmente, Amílcar hace
referencia al artículo 1 de la Ley Orgánica del Sistema Económico
Comunal, la cual debería ser rescatada, desde mi punto de vista:
“Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto
desarrollar y fortalecer el Poder Popular, estableciendo las normas,
principios, y procedimientos para la creación, funcionamiento y
desarrollo del Sistema Económico Comunal, integrado por
organizaciones socio productivas bajo régimen de propiedad social
comunal, impulsadas por las instancias del Poder Popular, el Poder
Público, o por acuerdo entre ambos, para la producción,
distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como
de saberes y conocimientos, para satisfacer las necesidades
colectivas y reinvertir socialmente el excedente, mediante una
planificación estratégica, democrática y participativa.”
Solicitando del poder
constituido y de sus instituciones la cooperación requerida según
el Artículo 5 de nuestra constitución:
“Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a
ella están sometidos”.
Y en perfecta concordancia con el artículo 1 de
la Ley de las Comunas:
“Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto
desarrollar y fortalecer el Poder Popular, estableciendo las normas
que regulan la constitución, conformación, organización y
funcionamiento de la Comuna, como entidad local donde los ciudadanos
y ciudadanas en el ejercicio del Poder Popular, ejercen el pleno
derecho de la soberanía y desarrollan la participación protagónica
mediante formas de autogobierno para la edificación del estado
comunal, en el marco del Estado democrático y social de derecho y de
justicia.”
Y el artículo 3 de nuestra constitución
“Artículo 3. El Estado tiene como fines
esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su
dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción
de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y
consagrados en esta Constitución.”
Amílcar nos
plantea, que una vez concretada legal y legítimamente la
conformación y asociación estratégica que ha denominado ACOPLES,
se procederá a la conformación de las comisiones de enlace entre
todas las comunas para organizar todo lo relativo a su
funcionamiento:
- Comisión de finanzas
- Comisión de organización
- Comisión de transporte
- Comisión de logística
- Comisión de asesoría legal
- Comisión de relaciones interinstitucionales
- Comisión de comunicaciones, propaganda y publicidad.
Plantea Briceño que entre las las primeras
actividades de esta modalidad “ACOPLES” será la celebración una
o dos veces por semana de un verdadera fiesta “Feria de ACOPLES”
en un espacio urbano de clase media o media baja, en la que
participarán ambas comunas con los productos, bienes, servicios u
otro renglón que sea necesario como artesanías etc.
En las Ferias de ACOPLES tendrán posibilidad los
artesanos urbanos, la manufactura, la gastronomía y las artes
musicales o escénicas, pintacaritas, zanqueros etc.
Para blindar el éxito de esta actividad se
sustituirá el uso del dinero por tickets diseñados exclusivamente
para la actividad de ese día y aprobados por las respectivas
comisiones de finanzas, de modo que el uso del dinero estará
restringido a los comuneros y los habitantes de la zona para ello se
contratarán los servicios especializados en custodia de valores.
Como parte de la asociación se establecerá que la
Comuna Urbana suministre a la Comuna Rural lo que cubra sus carencias
en misiones de Salud, Educación y rubros que ellos requieran como
vestido, calzados y otros.
Ahora, muchos se pueden hacer esta pregunta: ¿Por
qué ACOPLES es la única vía para vencer definitivamente la guerra
económica? He aquí la respuesta de Amílcar:
“A pesar del latifundio que ocupa gran parte de
las tierras productivas todavía nuestros campos producen muchos
alimentos de toda clase, pero al ciudadano le es casi imposible
trasladarse al campo para obtener productos alimenticios de manera
cotidiana, por otra parte el campesino que tanto produce vive en
condiciones precarias porque no posee los medios para sacar su
producción hasta las zonas urbanas salvo excepciones de algunos
capitalistas.”
En medio de éste
panorama el tercer personaje es el capitalista que posee los medios
de sacar del campo los productos para traerlos a la ciudad.
¿Cuál es el problema?
La lógica capitalista es utilizar la menor cantidad
de recursos para obtener la mayor rentabilidad, de ese modo resulta
más rentable invertir menos en transporte, combustible y pago a
transportistas, por lo tanto el capitalista utiliza un solo camión
para transportar rubros caros y no varios camiones para transportar
rubros que por ser tantos fuercen a la baja del precio rindiendo
menos.
Estamos así metidos en un círculo maléfico donde
el capitalista le importa un bledo que el pueblo tenga dificultades
para la adquisición de los alimentos.
Bajo esta premisa el campesino siempre será
explotado y el habitante de las zonas urbanas siempre será un
esclavo de la inflación y el ganador de siempre será el
capitalista.
Capítulo especial merece la estructura del Estado
en el asunto alimentario, y se trata de una crítica constructiva
porque aunque tenemos un gobierno revolucionario nuestro Estado es
burgués y aunque se han hecho esfuerzos para construir una red de
distribución de alimentos las comunidades, éstas están totalmente
ausentes y marginadas en la participación directa en los procesos de
distribución en esta red cuya naturaleza es burocrática, de tal
modo que los resultados han sido meramente asistencialistas como
beneficios sociales y no como la pertenencia o apropiación por parte
del pueblo del proceso productivo-comercial y esa no es la idea de un
estado comunal.
Por eso que nuestro hermano Amílcar Briceño,
presidente de la fundación “Conciencia Bolivariana”, nos ha
convocado a todos los y las patriotas bolivarianos y bolivarianas con
espíritu de lucha y de victoria a sumarse a esta iniciativa
aportando más y mejores ideas, para así convertir la utopía en
realidad, para poder consolidar el Poder y Estado Comunal.
Desde ya me considero incorporado y me adhiero
también a esta propuesta. A los que requieran más información y
deseen participar en esta lucha patria. Pueden enviar sus datos,
número de teléfono y correo electrónico al siguiente:
concienciabolivarianafb@gmail. com
Hoy cerramos este artículo y difusión de esta
propuesta, como lo hace Amílcar Briceño:
Independencia de verdad, Patria de verdad y
Socialista de verdad…
Viviremos y venceremos de verdad…!
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