lunes, 30 de junio de 2025

Pueblo

 LUIS FELIPE PELLICER

A estas alturas las ciencias sociales se niegan a aceptar que “pueblo” sea una categoría de análisis. Depende de quién lo mencione y cómo lo describa se tratará de un estrato social, de un sector social, de un estamento, de una clase e incluso de unas castas.

No vamos a negar la diversidad de estratos que existen en las sociedades y que se definen en su relación con los medios de producción, como poseedores o no de los mismos. Pero esa es una de las relaciones, también existen las relaciones en función de la autoridad y de los medios de coerción para mantener el orden social y regular de los conflictos. Las relaciones respecto al control de la subjetividad y sus productos, incluyendo el conocimiento; además de las relaciones respecto al control del sexo y sus productos.

Todas esas relaciones se entretejen en función del poder, el control de los recursos de la existencia social, manifestadas como relaciones de dominación-explotación-conflicto. La clasificación social está determinada por tres ejes: el sexo, el trabajo y la raza.

El trabajo es el eje central determinado en diversos grados por el sexo y la raza como factores de dominación. El sexo (su principal producto: el género) es la más antigua forma de desigualdad. La raza es inventada a partir de la invasión a Abya Ayala imponiendo la deshumanización como desigualdad. Trabajan quienes, por razones intersubjetivas y extraeconómicas, incluyendo la edad, están obligados a hacerlo.

Históricamente la mayoría de la población ha sido sometida a condiciones de trabajo forzado, no remunerado o de salarios injustos. No es un asunto del pasado, pues 50 millones de personas, incluyendo en la infancia, viven en condiciones de esclavitud. Esto sin contar, con el ejército de “emprendedores” que, expulsados del sistema, se sobreexplotan a sí mismos, bajo el mito del self made man. Naturalizando la expulsión masiva de trabajadores, responsabilizándoles de su fracaso y publicitando los supuestos éxitos, sobrecargando la maquinaria del coaching: ¡Tú puedes!

Toda esa gente heredera de condiciones de dominación-explotación o sometida a sus nuevas formas, constituyen el pueblo. Lo sepamos o no. Lo otro es saber si son ciudadanos, si tienen derechos, si tienen papeles mojados o sin dueño, si tienen lugar, si tienen paisaje, si tienen Patria.

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