sábado, 28 de junio de 2025

El retorno de las bicicletas radiactivas

 Clodovaldo Hernández

En las telenovelas y series de TV, muchas veces los guionistas tienen crisis de creatividad (o los productores, ataques de tacañería) y por eso deciden reciclar, rematrizar o reencauchar viejas… Ojo: No hablamos de actrices adultas mayores, sino de viejas telenovelas o series.

Claro, que como eso luce mal, usan palabras en inglés presumido, como remake, spin-off o revival, pero viene siendo lo mismo. Una copia o una derivación de un cuento ya manoseado. 

Entre los periodistas, que hoy celebramos nuestro Día Nacional, esto también se aplica. Así que, como en el chiste del italiano (que no vamos a contar acá para no desviarnos más), cuando la creatividad mengua, avanti con la lengua… Es decir, con las copias baratas.

Por ejemplo, la casi siempre imaginativa y fantasiosa Patypol ha tenido una sequía de ideas que ella misma ha resuelto con la gran maña que la caracteriza, relanzando (o refritando, para decirlo en el argot periodístico añejo) aquella genialidad de las bicicletas radiactivas.

Ha salido a reconquistar a su público —aburrido por exceso de matrices marchitas— y a tratar de que le paguen un buen estipendio con una versión de la trama, más sórdida, morbosa, escabrosa y viperina. “¡Será un exitazo!”, comentaron eufóricos los analistas mayameros.

El reboot ya no se trata de bicicletas rellenas de uranio, sino de drones capaces de rasurarle el copete al Magnate Anaranjado (gran superhéroe de esta teleculebra periodística), quien, al verse amenazado, se decidirá —¡por fin!— a atacar al supervillano Nicobigote.

Como suele pasar, ya aparecieron también críticos del “nuevo” seriado. “¿Cómo es que un tipo tan bruto como ese supervillano tiene cabeza para dar el salto de la bicicleta radiactiva al dron ayatólico?”, preguntó un farandulero descontento con el refrito. Que le responda Patypol.

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