martes, 19 de noviembre de 2024

Tejer con la palabra | "Lázara", clásica, experimental y cotidiana

 Para hablar de Lázara, de Karelyn Buenaño, es necesario retomar la noción del mito de Mircea Eliade, que supera la dicotomía logocéntrica apegada a la verdad objetiva, y realza no la verdad o falsedad del mito, sino el sentido del relato que configura el imaginario asentado en la psique que nutre de sentido los procesos de la naturaleza y de la sociedad. Así, Eliade da centralidad fundacional al mito como dispositivo semiótico, a su potencialidad verbal como reactualización de la vida cotidiana.

En el poemario Lázara el mito es el gran canal de construcción de asideros filosóficos. La voz poética logra que el mito trascienda la posición irónica y paternalista moderna de “la muerte de dios” y ofrece orillas para arribar luego del naufragio nihilista. Pero va más allá, la voz poética se alza desde un armado mítico propio, sostenido y atravesado por un componente feminista y decolonial. Lázara es un libro subversivo, que deconstruye a partir de la puesta en escena lírica de mitos, desplegados en su esplendor estético, ético y anímico.

El libro abre con dos dedicatorias “A los pueblos y seres de la resistencia” y “Para los míos”. Ya con este inicio personal la poeta nos anuncia lo que viene, la doble vertiente de sus aguas líricas: pasado y presente enlazados por el sentido del mito, y diversidad cultural, social e histórica, también entrelazadas desde la potencia lírica:

Todos los pueblos

bruñen bajo el Trueno sus carrozas de Ares (…)

Ayahuásquense

Dionisios Wanadi Rama Chandra

Todos los pueblos

tienen un corazón

que no se deja

engullir sus entrañas de las águilas.

En este libro conviven con soltura deidades de la Grecia clásica y mistérica, como de los sistemas míticos y religiosos yoruba, budista, taoísta, cristiano, judaico y personajes de la gesta indígena venezolana, convertidos en mitos fundacionales de la resistencia en nuestro sentido nacional.

Esta apuesta por el religamiento con el sentido mítico en su diversidad logra en la poesía de Karelyn Buenaño honrar y rescatar el pensamiento campesino y popular, en ocasiones permeado por la enseñanza moral, pero no de una moral pacata y dominante, se trata de una moral otra, en continua crítica, sondeada por la mirada femenina y feminista de la historia, del cuerpo, de la palabra y del poder. Quizá por ello se convoque a “Lázara”, la que resucita después de tantos intentos de aniquilación patriarcal.

No se trata solamente de evocación del asunto mítico y su trastocamiento representacional, hay en Lázara un trabajo del lenguaje delicado, pespunteo de palabras, nombres y puntuación. La sonoridad de las cantigas de amigo o de la poesía negra caribeña resuenan juntas en una voz propia que logra seducir y atrapar. Con armonía sinfónica, el libro fusiona rigor, experimentación y ludismo verbal.

Sólo temo a Yemayá

 ―Lázara de Greda―

a Ella dedico patakíes y mis cantos

aché el campo es verde

por la esbeltez de nuestros brazos

aché cantando lloro:

el río se llena de arroyos

el guarapo de mis ojos se ensemilla.

Cierra Lázara con un poema que coloca la piedra final de una casa de hablas abierta, habitada por voces que invitan a pasar adelante. Su luz interior son mitos proyectados hacia el presente y el futuro, encarnados en cuerpos e historias cotidianas. Allí uno de sus grandes hallazgos poéticos, la poesía en Lázara, como quería Margarite Durás, “se encarniza”, se escribe con la fuerza del cuerpo, cuerpo inscrito en la historia y en la evocación de tantos otros cuerpos y sus circunstancias, atravesadas por el pensamiento mítico, la más bella sustancia de la cotidianidad.

Terminaré esta casa de palabra

con lo que queda del recuento de los pájaros;

mi juego es el ábaco del tiempo.

¡Hace fresco dentro

cuando hablan mis fantasmas!

……………………

Karelyn Buenaño (Mérida, Venezuela)

Poeta, docente universitaria y promotora cultural. Licenciada en Idiomas Modernos, mención investigación Lingüístico-Literaria por la Universidad de los Andes. Ha publicado los poemarios La ciudad nos cantará para abrazarnos (ULA, 1999); Complejo de Dido (ULA, 2003); Siniestra (Ediciones Gitánjali, 2005); Trópico de Circe (Fundación Editorial El Perro y la Rana, 2006); La condición del fuego (Efory Atocha Ediciones, 2012) y El libro de las mutaciones para yonkis (Imprenta regional Mérida, 2015), y en narrativa la novela El sendero de Las Blasas (Fundación Editorial El Perro y la Rana, 2019). Miembra fundadora de la Comunidad de Autoras Tejer con la palabra.

Giordana García Sojo

Comunidad de autoras Tejer con la palabra

@tejer_lapalabra / @giordanags

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