Esmeralda García Ramírez
Fue en la década de los ochenta cuando escuché por primera vez a mi padre Israel García, Maestro y articulista de un diario merideño, hablar del "Triángulo de nadie". Como gran luchador social siempre hizo denuncias por lo desasistido de los pueblos de la Panamericana, especialmente donde convergen y limitan los municipios de las tres entidades (Mérida, Trujillo y Zulia), en virtud del abandono de éstos por parte de estos tres estados, se le llamó a esa zona el "Triángulo de nadie". Desde el siglo XV esta zona fue escenario de una fuerte lucha entre las etnias blancas e indias por la preservación y ocupación de estos espacios, aún se libra en otros ámbitos esa lucha hasta nuestros días. Pensó mi padre que tal problema se podía resolver creando el "Estado Panamericano", fue uno de los propulsores de este proyecto, pero se quedó en un sueño. Es una zona especial favorable para el desarrollo e integración fronteriza, con potencial para la agro industria, consideradas las mejores tierras del país. Existe una diversidad de culturas, ha sido albergue para grupos paramilitares y guerrilleros que azotan a la población por sus prácticas de cobro de vacunas, sicariato, desaparición de campesinos, invasión de tierras e imposición de normas al estilo lejano oeste. Una esperanza surgió para la Panamericana con la llegada de Chávez al poder, desde ese entonces estos hermanos han sido leales al proceso, a pesar de estar entre la indiferencia y la corrupción por parte de sus líderes gubernamentales y locales, por los protectores, por la mayoría de los empresarios, por el sector transporte y por la falta de humanismo que es más grave que el COVID-19.
El Triángulo de nadie está excluido del mayor bienestar posible, principio fundamental del libertador Simón Bolívar, el cual Chávez plasmó en la Ley del Plan Nacional de la Patria. Entre la desidia, el maltrato, la especulación, el abandono y la corrupción se encuentran este eje y es pertinente llamar la atención al gobernador del estado Zulia, ya que el gobernador del estado Trujillo ha sido negligente y el de Mérida escapa de su competencia muchos ámbitos; toda vez que los problemas se agudizan y hay que dar respuesta inmediata: Punto 1. El incremento de la gasolina dio pie a otros aspectos irregulares: a) Para que se profundice la corrupción en el sector transporte. Algunas unidades que se encontraban guardadas para no prestar servicio a la comunidad, salieron para llenar sus tanques gratis, luego revenderlos y seguir con la misma ruleta. El sector transporte es una fuente de poder que amenaza constantemente al pueblo con su abuso y descontrol ante la falta de autoridad. Urge intervenir este sector. b) Colocaron solo una estación de servicio para los transportistas y camiones de carga; una para la gasolina a precio internacional, donde el dueño de la estación de servicio solo acepta al billete verde; y una muy retirada para el resto de los usuarios que deben madrugar para echar gasolina; cuando en este triángulo hay suficientes gasolineras, donde pudieron haber convergido los representantes de los tres estados para disminuir los cuellos de botella, facilitarle a los usuarios su combustible y evitar más corrupción. Punto 2. Los transportistas aumentan el pasaje cada vez que pueden; mientras el ministro de transporte que se arrodilló a este sector fijó el pago arbitrario mínimo de Bs. 3.500 a nivel nacional, en esta zona los usuarios deben pagar mínimo Bs. 20.000, por una distancia menor de 3 Kms. Los surlaguenses no pueden pagarlo, su salario no se lo permite. Los pasajes extra urbanos los aumentan semanalmente. Nadie hace nada, ni los protectores, ni alcaldes, ni el SUNDDE. Punto 3. Desde el mes de noviembre del año 2019, los habitantes del eje panamericano no obtuvieron más el servicio de gas doméstico, ni comercial ni de PDVSA Gas. Según sus habitantes, éste se suspendió por instrucciones del protector del estado Mérida, se desconocen sus razones. Desde ese entonces estos hermanos cocinan en leña, las enfermedades respiratorias se han agudizado y el daño ambiental es mayúsculo. El protector del estado Mérida y el gobernador del estado Trujillo deben explicar las razones del mismo. Nunca había pasado una situación como ésta, pero ocurre en el ámbito de la revolución. Independientemente de las razones que pudieran existir para su suspensión debió considerarse el aspecto humanista, luego el ámbito político por la lealtad de este pueblo al proceso. Hay que valorar, además, que el estado Zulia es quien provee de gas al llenadero de Muyapá (del estado Mérida) y éste se encuentra en el Triángulo. No hay gas para el pueblo, pero las mafias las venden en dólares compradas en el mismo llenadero. Los surlagueneses manifiestan que pretenden venderles el gas con ciertos límites que no corresponden con la realidad y necesidad de los usuarios. La posibilidad de perder esta trinchera chavista es previsible, sus pobladores no aguantan más la asfixia a la que lo están sometiendo. Sería muy terrible que por una acción adversa a los principios revolucionarios este pueblo llegue a tomar otro tipo de acciones que se pudieran evitar. Punto 4. El resto de los servicios son más ineficientes: los cortes eléctricos son constantes, el daño a los aparatos eléctricos son incalculables; las comunicaciones y la internet son nefastas, hasta 15 días duran incomunicados; las entidades bancarias no prestan servicio por las fallas eléctricas. Punto 5. No menos grave, con la aparición del virus de la Pandemia (COVID-19), la crisis se agudizó, los comerciantes, vendedores de verduras y hortalizas, incrementaron los costos de los productos de manera desproporcional. La gente no ha tomado consciencia sobre esta enfermedad, no hay control, en algunas comunidades realizan fiestas los fines de semana, se ven muchos agentes de seguridad, usuarios y comerciantes sin tapa boca, que pueden hacer más propicia su propagación, ya que se está escapando de las manos las medidas sanitarias. Punto 6. La distribución de las cajas CLAP en algunos municipios solamente la realizan dos veces al año.
Sobran los testimonios del padecimiento que viven hoy los venezolanos producto ya no solo del saqueo impuesto por el imperio, sino por la inoperancia de sus dirigentes que no se sientan a conversar y a resolver los problemas básicos de los pueblos que representan. A estos dirigentes llamados protectores, alcaldes y gobernadores, hay que recordarles que tener una postura revolucionaria es dedicar su vida a la causa de la revolución de los pueblos, a la plena redención de ese pueblo oprimido y explotado. El poder obtenido no debe ser para olvidarse de éstos, ni para obtener riquezas, ni dejarse arrastrar por la vanidad, sino debe ser para seguir la lucha en el terreno que sea necesario. ¿Por qué el PSUV no se ha pronunciado en contra de estas irregularidades? Para gobernar se debe empezar por crear las condiciones políticas para hacerlo; de lo contrario, por allí se va la patria, porque prefieren los aplausos y hacer la revolución desde los celulares (nueva modalidad). Si queremos ver los cambios y avances de verdad, algunos de nuestros líderes tendrán que renunciar a su nueva clase burgués, o el gobierno tendrá que despegarse de tantos actores nocivos que afectan al proceso, o implosionaremos desde dentro y ojalá no sea tarde. De no suceder seguiremos en una utopía y nuestra Patria se irá para siempre.
(*) esmeraldagarcia2309@gmail.com
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