Beltrán Haddad
Entre las últimas medidas coercitivas unilaterales tomadas por el Departamento del Tesoro de EEUU contra el pueblo venezolano están las sanciones a empresas de Turquía, Colombia, Emiratos Árabes, Panamá y Estados Unidos que realizan operaciones con el Gobierno venezolano para la compra de alimentos que son distribuidos por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) a las familias venezolanas. Quiero decir que los enemigos de la revolución bolivariana bloquean el Clap. ¿Saben lo que eso significa? Significa que los gobiernos extranjeros y opositores venezolanos que a diario se rasgan las vestiduras por la supuesta “crisis humanitaria” que vive Venezuela, son los mismos que impiden que lleguen alimentos al país y les violan el derecho a los venezolanos a recibirlos o el derecho a no tener hambre. Así de sencillo.
Esta última acción criminal que está cometiendo el Gobierno de EEUU contra el pueblo venezolano, con la anuencia dolosa de Guaidó y opositores y de los gobiernos de Canadá, Unión Europea y del “Grupo de Lima”, constituye un crimen de lesa humanidad que el Estatuto de Roma prevé y sanciona en su artículo 7, cuya norma lo define, entre otros actos, como el “exterminio” que se comete en el marco de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. En ese sentido, se señala que el “exterminio” comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida, la privación del acceso a alimentos o medicinas entre otras, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población.
Este crimen se agrega a la especulación que no ha dejado de ser un tema tormentoso para los venezolanos y que se utiliza como arma política para desestabilizar las instituciones del Estado y crear el desconcierto, la incertidumbre y, por consecuencia, las condiciones que hagan posible la caída del gobierno.
Bloquear el Clap es cometer delito de lesa humanidad mediante exterminio por privación del acceso a alimentos a gran parte de la población, equivalente a más de seis millones de familias que reciben esos alimentos para derrotar la guerra económica a la que está siendo sometida Venezuela.
Los responsables de este crimen, por acción u omisión, serán juzgados por la Corte Penal Internacional. Bloquear el Clap es el más grave delito que hoy se está cometiendo, pero el pueblo venezolano también los enfrentará porque sabe resistir para vencer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario