Carola Chávez.
La última genialidad opositora, seguramente salida de un brillante think tank, es llorar por el legado de Chávez. Es comiquísimo, por no decir patético, ver a los mismos que pasaron 14 años diciendo “este gobierno no ha hecho nada”, llorando porque Maduro ha destruido todo, todo, todo lo que hizo Chávez, aunque son incapaces, porque las neuronas en cortocircuito discursivo no dan para tanto, de nombrar una sola obra de Chávez y que Maduro haya destruido.
Resulta que ahora Chávez es bueno, coño, y tanto odio que le dedicaron: Golpe; sabotaje petrolero; marchas, marchitas; guarimbas; Bush help us, Chávez is a killer; e-e-e-es-tu-dian-tes clap, clap, clap; confabulación de los grandes medios, titulares torcidos, giras internacionales suplicando tutelas y condenas… Todo esto para acabar con el chavismo que hoy dicen querer salvar, eso sí, sin chavismo, con “un cambio que garantice la transición”… Nos siguen creyendo pendejos y ahí radica su más grande y arrogante error.
Un mediático encuestólogo declaraba en estos días que la oposición va a ganar el 6D sobrada. “Créanme” -decía consciente de que la mayoría no le cree y agregaba, sin un ápice de vergüenza, que “Claro, hemos dicho tantas veces que la oposición va a ganar que ahora, que sí es cierto, nadie nos cree”. El pueblo jamás se enredó en esa maraña, los enmarañados fueron otros.
Embarrados en su propia guerra sucia, cuyas únicas víctimas están del lado “decente y pensante de este país” que, primero, sucumbió al terror de “te van a quitar los hijos” y de ahí a creer que los bombillos espiaban, todo fue bajadita. Comprobada su ilimitada tolerancia a la manipulación, cualquier barbaridad fue posible. Entonces todos fueron lo que les pidieron que fueran: desde somos Gente de Petróleo, pasando por somos RCTV, a Polar somos todos… Fueron monárquicos ¿por qué no te callas?, fueron y son Uribistas, son anti CELAC, anti UNASUR, anti Patria Grande, ¡anti bolivarianos!… Exigen sanciones para Venezuela, algún castigo, algún bloqueo, una “intervención humanitaria”. No se me olvidan las pancartas en la guarimba del año pasado que decían. “Libia, listo; Ucrania, en proceso; Venezuela, next”, en inglés en “next” para que llegue el mensaje. Se retuercen alegría con la caída del precio del petróleo y el alza psicopática de dólar today. Útiles defensores de intereses ajenos que creen suyos
Un sector del país, clase media, asalariado, que se creyó que Lorenzo es como ellos, o más triste aún, que ellos son como Lorenzo… Gente que jura que no son manipulados porque en la universidad les dijeron que los únicos manipulables son los ignorantes, y ustedes tienen un título, o sea, hello, así que vayan y díganle a cada chavista que conozcan, o sea, guácala, vayan e inunden las redes sociales con nuestro ingeniosísimo “Maduro está destrozando todo lo que dejó Chávez” para que esos chavistas brutos, valga la redundancia, se lo crean.
Más de lo mismo, las mismas caras, las mismas voces, las mismas estrategias de los mismos pésimos asesores, hoy contra Nicolás Maduro -¡mira tú!- , cosa que no hace sino confirmar el chavismo de Nicolás, porque si en verdad estuviera destruyendo el legado de Chávez, cuando-la-canalla-te-aplaudemente, ya lo habrían dejado en paz.
La última genialidad opositora, seguramente salida de un brillante think tank, es llorar por el legado de Chávez. Es comiquísimo, por no decir patético, ver a los mismos que pasaron 14 años diciendo “este gobierno no ha hecho nada”, llorando porque Maduro ha destruido todo, todo, todo lo que hizo Chávez, aunque son incapaces, porque las neuronas en cortocircuito discursivo no dan para tanto, de nombrar una sola obra de Chávez y que Maduro haya destruido.
Resulta que ahora Chávez es bueno, coño, y tanto odio que le dedicaron: Golpe; sabotaje petrolero; marchas, marchitas; guarimbas; Bush help us, Chávez is a killer; e-e-e-es-tu-dian-tes clap, clap, clap; confabulación de los grandes medios, titulares torcidos, giras internacionales suplicando tutelas y condenas… Todo esto para acabar con el chavismo que hoy dicen querer salvar, eso sí, sin chavismo, con “un cambio que garantice la transición”… Nos siguen creyendo pendejos y ahí radica su más grande y arrogante error.
Un mediático encuestólogo declaraba en estos días que la oposición va a ganar el 6D sobrada. “Créanme” -decía consciente de que la mayoría no le cree y agregaba, sin un ápice de vergüenza, que “Claro, hemos dicho tantas veces que la oposición va a ganar que ahora, que sí es cierto, nadie nos cree”. El pueblo jamás se enredó en esa maraña, los enmarañados fueron otros.
Embarrados en su propia guerra sucia, cuyas únicas víctimas están del lado “decente y pensante de este país” que, primero, sucumbió al terror de “te van a quitar los hijos” y de ahí a creer que los bombillos espiaban, todo fue bajadita. Comprobada su ilimitada tolerancia a la manipulación, cualquier barbaridad fue posible. Entonces todos fueron lo que les pidieron que fueran: desde somos Gente de Petróleo, pasando por somos RCTV, a Polar somos todos… Fueron monárquicos ¿por qué no te callas?, fueron y son Uribistas, son anti CELAC, anti UNASUR, anti Patria Grande, ¡anti bolivarianos!… Exigen sanciones para Venezuela, algún castigo, algún bloqueo, una “intervención humanitaria”. No se me olvidan las pancartas en la guarimba del año pasado que decían. “Libia, listo; Ucrania, en proceso; Venezuela, next”, en inglés en “next” para que llegue el mensaje. Se retuercen alegría con la caída del precio del petróleo y el alza psicopática de dólar today. Útiles defensores de intereses ajenos que creen suyos
Un sector del país, clase media, asalariado, que se creyó que Lorenzo es como ellos, o más triste aún, que ellos son como Lorenzo… Gente que jura que no son manipulados porque en la universidad les dijeron que los únicos manipulables son los ignorantes, y ustedes tienen un título, o sea, hello, así que vayan y díganle a cada chavista que conozcan, o sea, guácala, vayan e inunden las redes sociales con nuestro ingeniosísimo “Maduro está destrozando todo lo que dejó Chávez” para que esos chavistas brutos, valga la redundancia, se lo crean.
Más de lo mismo, las mismas caras, las mismas voces, las mismas estrategias de los mismos pésimos asesores, hoy contra Nicolás Maduro -¡mira tú!- , cosa que no hace sino confirmar el chavismo de Nicolás, porque si en verdad estuviera destruyendo el legado de Chávez, cuando-la-canalla-te-aplaudemente, ya lo habrían dejado en paz.
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