Isabel Rivero De Armas
Ya no queda duda de cuál es la posición sobre el Esequibo venezolano del
señor Granger, presidente de Guyana, con la entrega al secretario de la
ONU, Ban ki Moon, de su libro Geopolíticas del Caribe, una manipulación
más a la campaña de desprestigio que se hace al Gobierno de Venezuela
para calificarlo de violador del espacio territorial de un país vecino.
Recordemos que hace poco, con el cierre fronterizo, esa fue también la estrategia de los medios de derecha de Colombia para mentir sobre la violación del espacio aéreo colombiano, además de todo lo que se dijo sobre los deportados ilegales.
Es claro lo que está detrás de esto, los lineamientos del Departamento de Estado de EEUU, del Pentágono y la Cia, para descalificar al presidente venezolano, una vez que se refuerza el calificativo de estado terrorista, ahora suavizado con la frase adjetival democracia imperfecta, de Jhon Kerry, secretario de Estado de EEUU, y así tener la excusa, en apariencia perfecta, para una invasión o una intromisión más.
Los únicos que violan espacios son los paramilitares de Uribe que se infiltran en Venezuela para sembrar caos y la Exxon Mobil con sus exploraciones en el Esequibo, como también está claro que los que se entrometen en las decisiones soberanas manifestando supuesta preocupación por ellas, o irrespetando acuerdos como el Ginebra de 1966, son los voceros del gobierno estadounidense.
Prueba de lo anterior, son las recientes declaraciones del embajador de EEUU en ese país, Perry Holloway, con apenas 24 horas en su cargo, sobre el Esequibo, para apoyar el Laudo Arbitral de Paris de 1898, decisión en la que, en un contexto obsceno, se nos mutila la Guayana Esequiba.
El torpe discurso de Holloway niega la búsqueda de solución al conflicto por vía de la negociación, para poner en evidencia la pretensión propia de un colono de siglos pasados de disponer arbitrariamente de nuestro territorio.
Definitivamente, a estos voceros al estilo de J Kerry, P Holloway y D Grager, no se les puede creer ni el saludo; la intromisión, la provocación y la falsedad son sus nortes, cuando respaldan la política del saqueo de nuestro petróleo y recursos naturales del pueblo venezolano.
Nuestro sur es hacer valer el Acuerdo de 1966, con el apoyo de organismos como UNASUR, CELAC y ONU, y con ello demostrar que las decisiones del Gobierno venezolano son justas, y se dan siempre por vía del diálogo, en un contexto de paz, solidaridad y respeto.
Recordemos que hace poco, con el cierre fronterizo, esa fue también la estrategia de los medios de derecha de Colombia para mentir sobre la violación del espacio aéreo colombiano, además de todo lo que se dijo sobre los deportados ilegales.
Es claro lo que está detrás de esto, los lineamientos del Departamento de Estado de EEUU, del Pentágono y la Cia, para descalificar al presidente venezolano, una vez que se refuerza el calificativo de estado terrorista, ahora suavizado con la frase adjetival democracia imperfecta, de Jhon Kerry, secretario de Estado de EEUU, y así tener la excusa, en apariencia perfecta, para una invasión o una intromisión más.
Los únicos que violan espacios son los paramilitares de Uribe que se infiltran en Venezuela para sembrar caos y la Exxon Mobil con sus exploraciones en el Esequibo, como también está claro que los que se entrometen en las decisiones soberanas manifestando supuesta preocupación por ellas, o irrespetando acuerdos como el Ginebra de 1966, son los voceros del gobierno estadounidense.
Prueba de lo anterior, son las recientes declaraciones del embajador de EEUU en ese país, Perry Holloway, con apenas 24 horas en su cargo, sobre el Esequibo, para apoyar el Laudo Arbitral de Paris de 1898, decisión en la que, en un contexto obsceno, se nos mutila la Guayana Esequiba.
El torpe discurso de Holloway niega la búsqueda de solución al conflicto por vía de la negociación, para poner en evidencia la pretensión propia de un colono de siglos pasados de disponer arbitrariamente de nuestro territorio.
Definitivamente, a estos voceros al estilo de J Kerry, P Holloway y D Grager, no se les puede creer ni el saludo; la intromisión, la provocación y la falsedad son sus nortes, cuando respaldan la política del saqueo de nuestro petróleo y recursos naturales del pueblo venezolano.
Nuestro sur es hacer valer el Acuerdo de 1966, con el apoyo de organismos como UNASUR, CELAC y ONU, y con ello demostrar que las decisiones del Gobierno venezolano son justas, y se dan siempre por vía del diálogo, en un contexto de paz, solidaridad y respeto.
Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis
del discurso. Articulista de opiniòn de UN de 2002 hasta 2013. En la
actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .
isabelrivero70@gmail.com
isabelrivero70@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario