Ante la reciente catástrofe natural vivida por la Comunidad de Valencia en España, los venezolanos nos preguntamos por qué el Estado español no actuó de forma eficiente y oportuna en la atención integral de las víctimas. Es lógica la pregunta porque nosotros y nosotras estamos acostumbrados a contar con un Gobierno y una unión cívico-militar que de manera inmediata asume sus responsabilidades constitucionales y protege el bienestar general de la nación.
Los venezolanos observamos con dolor esta semana un vergonzoso peloteo entre las autoridades del reino decadente franquista en relación con las competencias legales de los diferentes niveles de gobierno para atender la tragedia que vive el pueblo, justificando su ineptitud y abandono con supuestos procedimientos que debía seguir el gobierno autónomo valenciano para solicitar la intervención del gobierno central.
Al grito de ¡sólo el pueblo salva al pueblo¡ vimos a la ciudadanía realizar labores de atención humanitaria y de trabajos de remoción de escombros, todo ello mientras iba aumentando la frustración y la rabia que, valga decir, fue inescrupulosamente capitalizada por sectores fascistas y de corte neonazi contra la figura del presidente de Gobierno —a quien no pretendo excusar — y ocultando las responsabilidades del rey como jefe de Estado y máxima autoridad militar.
Ahora bien, la pregunta que se debe hacer es ¿por qué ni el rey ni el presidente de Gobierno convocaron un Consejo de Ministros para decretar el estado de alarma que permitía al gobierno central atender la catástrofe que era lo procedente de acuerdo a la Constitución española y a la Ley Orgánica 4/1981?
Ciertamente la respuesta está en la gran fragilidad democrática del Estado español y su nula vocación humanista que ha ido in crescendo en la medida en que los partidarios del fascismo han asumido espacios de poder en diferentes niveles; prueba de ello fue la escandalosa muerte de miles de adultos mayores durante la pandemia de covid-19 como consecuencia directa del protocolo que implementó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, representante del PP y leal protectora de los terroristas venezolanos que viven en la milla de oro madrileña.
Los venezolanos agradecemos al Libertador que por la gracia de Dios no somos España.
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