Publicado: 21/06/2024 07:10 PM
Como si fuera ungida por los dioses, María Corina Machado creció con la idea inculcada por su familia de que es dueña de nuestro país y merece presidirlo por mandato divino. Es hija de Corina Parisca Pérez de Mendoza y Enrique Machado Zuloaga, cuyos apellidos denotan su pertenencia a la exclusiva alta burguesía nacional venezolana.
La señora María Corina Machado desciende directamente de la familia Zuloaga, quienes para la época de la colonia (durante principios del siglo XVIII) fueron unos de los mayores propietarios de esclavos de la época en Venezuela.
Su familia, Machado Zuloaga, era una de los mayores accionistas de la Electricidad de Caracas y de las empresas Fundición Sivensa, Banco Mercantil, VIASA e Inversiones Tacoa.
Su padre, Enrique Machado Zuloaga, es accionista de la empresa Sivensa y fue el presidente de la empresa Electricidad de Caracas que luego vendió al consorcio estadounidense AES, facilitando la fuga de divisas en el año 2000.
Promotores de la pobreza
Luego de la caída de Marcos Pérez Jiménez, Wolfang Larrazábal instauró una Junta de Gobierno con la anuencia de la cúpula empresarial encabezada por Arturo Sosa, Eugenio Mendoza y Oscar Machado Zuloaga, tío de María Corina, que de acuerdo con la investigación llamada "Maria Corina y su Capitalismo Popular" realizada en 2012 por el periodista Manuel Pérez Iturbe, coordinaron luego el “Plan de Emergencia que presionó a miles de campesinos, para que dejaran sus cultivos y se trasladaran a Caracas. Estos campesinos se instalaron en los cerros, poblando las zonas con ranchos, debido a que no tenían acceso a comprar viviendas, lo que fue provechoso para la empresa de los Machado Zuloaga que les colocó los cables de luz, como una oportunidad valiosa para obtener dinero del Estado, haciéndose de ese contrato millonario".
De esta manera, la Electricidad de Caracas transformó a Caracas en una ciudad de ranchos; que además, junto a una de sus filiales, llamada el Aserradero Caracas, destruyó los bosques del Valle de Caracas para convertirlo en una ciudad de cemento llena de edificios construidos con sus inmobiliarias.
Promotores de la privatización
La quiebra de la empresa aérea venezolana VIASA también tiene relación con su familia, así vimos como el empresario Luis Ignacio Mendoza Machado, primo hermano de María Corina Machado, fue uno de los últimos presidentes de esa línea aérea que era una empresa mixta del Estado venezolano junto con el grupo empresarial de los Machado Zuloaga, quienes se encargaron de su venta al gobierno español IBERIA, recibiendo además comisiones ilegales por concepto de esa gestión.
Por otro lado, es bueno saber que su madre, la señora Corina Parisca Pérez de Mendoza, es una ex tenista que pertenece a otra de las familias más adineradas del país y fue postulada por Fedecámaras junto con Pedro Carmona Estanga; quien se autoproclamó presidente en el golpe de Estado de 2002 contra el Presidente Chávez, para integrar el Consejo Nacional Electoral.
Más adelante, Pérez Iturbe explicó en su investigación que la exdiputada inhabilitada María Corina Machado contrajo matrimonio con Ricardo Sosa Branger, miembro de una de las más ultra conservadoras familias de Caracas, vinculado con sonados casos de corrupción y fraudes mil millonarios.
El quien hoy en día es su ex esposo, Sosa Branger también es hermano de Eduardo Sosa Branger, gerente general de Unisys en Venezuela y hasta hace poco presidente de la Cámara Venezolana de Tecnologías de la Información (CAVEDATOS), y de Ignacio Sosa Branger, exdirector de Bolívar Banco y miembro de la junta directiva del Consorcio Isven C.A. Los hermanos Sosa Branger estuvieron relacionados con juntas directivas de los bancos que quebraron en el 2010 y conectados con el banquero prófugo Eligio Cedeño.
La familia Branger forma parte de la poderosa oligarquía valenciana que controló hasta 2014 la industria agroalimentaria del centro del país. esde hace varios años la exdiputada ha mantenido a sus hijos fuera del país, sobre todo cuando planifica llenar de violencia las calles de Venezuela, convocando a los hijos de sus seguidores a ser carne de cañón en sus llamados al desconocimiento del Gobierno Bolivariano.
Como vemos, podría tratarse de una conducta aprendida en su hogar, la forma de hacer negocios fraudulentos y enriquecerse a través del uso de los fondos del Estado, utilizando para ello, la protección del poder obtenido por sus apellidos.
AMELYREN BASABE/REDACCIÓN MAZO
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