Juan Martorano
El pasado 23 de enero, se dio una marcha en conmemoración de los 66 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela. Y el chavismo hizo una movilización como nunca ese día.
A su vez esta movilización se da en el contexto de lo develado por el Presidente Nicolás Maduro en su Mensaje Anual el pasado 15 de enero de 2024 en la Asamblea Nacional. Donde denunció la neutralización hasta ese momento de cuatro conspiraciones (en la actualización se llegó a 5) donde se buscaba el asesinato del Primer Mandatario Nacional, de integrantes del Gabinete Ejecutivo, el Alto Mando Político y Militar de la Revolución.
Uno de mis hermanos de lucha y caminos, Rehyner Medina, estuvo presente en esa movilización. En ese momento me encontraba de afán porque justamente ese día estaba previsto mi retorno a Caracas para mis actividades laborales y políticas y estaba en el proceso de los últimos preparativos para mi retorno. Por la hora en la que el Presidente hablaría, no iba a poder escucharlo, pero Rehyner no solo estuvo sino que escuchó completo el mensaje del Jefe de Estado y líder de la Revolución Bolivariana legado por Hugo Chávez.
Después de haber escuchado ese mensaje, inmediatamente Rehyner me sugirió que lo viera y analizara, cosa que hice con la atención del caso en la tarde de ayer. De adelanto no se peló mi hermano de luchas y caminos en su sugerencia de escuchar el mensaje dado ante tan multitudinaria movilización.
El mensaje dado por Nicolás Maduro en poco más de 45 minutos tuvo varios momentos. No pretendo hablar de todo ello pero en la apreciación que tengo es que nunca en los 10 casi 11 años de Gobierno de Maduro lo había oído hablar con la fuerza, la preocupación y me disculpan la expresión, hasta con la arrechera con la que habló ese día.
Fue algo que por momentos me empeluzco los pelos y conmovió profundamente. En lo personal el mensaje de Maduro me estremeció sobremanera.
Indudablemente que este año electoral marca perspectivas positivas para nuestro país en medio de grandes dificultades a escala planetaria y sin valorar las heridas de guerra de nuestra República producto del asedio económico, comercial y financiero por parte de EEUU. Pero ese camino positivo no está exento de amenazas, riesgos y peligros.
Creo que ha sido uno de los discursos más duros y sinceros hasta ahora que le he escuchado al Presidente. Y me parece que aun mucha gente de nuestro pueblo aunque sea crudo expresarlo, no tiene ni idea de lo que en este país pudiera ocurrir si el fascismo tuviera éxito en acabar con la vida del Presidente.
Esto lo expresó porque señalaba a Rehyner que en ese momento, creo que el más duro y el que tal vez ni la propia Cilia ni mucha gente quiere escuchar, ante la posibilidad de que no solo un ser amado puedan hacerle daño sino las repercusiones y el desenlace que podría tener para el país en caso de que esos planes, hasta ahora fallidos llegasen a tener éxito. Se notaba la profunda preocupación en el Presidente de esto, porque como digno hijo de Chávez, él si lo tiene muy claro.
Por eso es que esa consigna que se gritó: "Vamos Nico" con las cinco palmadas, me disculpan, fue totalmente inconveniente ante la gravedad de lo expresado por el Presidente de que si llegasen a hacerle daño, "hacer lo que debemos hacer para restituir la justicia, y desatar la furia bolivariana". Mi observación no es para el Presidente, al cual más bien lo felicito por su franqueza y su sinceridad que me imagino no fue fácil, como no fue fácil para él anunciar aquella fatídica tarde del 5 de marzo de 2013 el cambio de paisaje del inolvidable Comandante.
Ahí quien pifió fue la dirigencia, que debe orientar a nuestro pueblo y nuestro pueblo mismo. Aunque para no ser tan severo, prefiero pensar que fue tal el nerviosismo de no saber ante tal orden y llamado del líder de la Revolución, se optó por gritar, repito, esa inapropiada consigna en ese momento del discurso. Y el propio Maduro lo dijo en su discurso, aun y cuando más allá hizo bromas y chistes para bajar las tensiones de un mensaje con una carga de gravedad y que puede marcar un punto de inflexión y de definición de la actual coyuntura del país a nivel nacional e internacional.
Siempre lo dije y lo sostengo para los que me han criticado mi respaldo al Presidente. Más que defender al hombre, porque Maduro llega a Miraflores producto de circunstancias y más allá del estilo, de la forma como decimos los abogados, voy al fondo, a lo que Maduro representa en estos momentos y en este tiempo histórico que estamos viviendo. Y tal vez de los tiempos que están por venir.
Y como ocurrió en su momento con Chávez, este con su energía morfogénetica y su fuerza, transfirió está a Maduro como su digno sucesor. Maduro se ha convertido en el muro de contención que no permite que el país pueda irse por el despeñadero de una Guerra Civil así como habría ocurrido en caso de que varios de los intentos magnicidas en contra del Comandante Chávez hubiesen tenido éxito.
Claro si nos referimos a los intentos magnicidas de manera "convencional" no a aquellos de manera no convencional como el que puede realizarse a través de la inoculación de virus o bacterias y que los avances científicos y tecnológicos nos demuestran que la Guerra Biológica no es cuento sino una realidad y existe desde tiempos inmemoriales.
Pero sobre todo, tomé debida nota de lo que el líder de la Revolución Bolivariana dijo en esa movilización y no sé si alguien además de mi persona lo notó. Maduro a su estilo y a su modo, nos está preparando para el peor de los escenarios, en caso de que éste llegase a concretarse.
No es cualquier tontería lo expresado el pasado martes por Maduro. Fue un hecho muy grave, y aunque no sea agradable escucharlo o pensarlo, Maduro no solo nos recordó que no solo es descabellada la hipótesis sino que es posible.
De mi parte, no se trata de que no se formulen críticas y observaciones a lo mal hecho o a errores que indudablemente hay o el debate de las ideas que es necesario y debe ser bienvenido en un proceso dialéctico como el nuestro. Pero, también es importante tener claro que debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que esos planes de llevarnos por un callejón sin salida de violencia, caos e ingobernabilidad y en un baño de sangre donde todos perderíamos debemos hacerlo.
Y eso pasa porque en este contexto donde no iremos a una contienda electoral de manera ordinaria, se impone la unidad de mando, y en este caso sin dejar de lado el liderazgo colectivo que hoy en día tiene la Revolución Bolivariana. No obstante, el que tiene las mayores responsabilidades es Nicolás Maduro Moros.
Maduro me ha dado razones sagradas para seguir en la lucha y por eso es que no solo acompañando las venideras movilizaciones sino en el terreno y en la tarea que me toque, seguiré tributando a la Revolución Bolivariana iniciada por Chávez y que en estos momentos está bajo su conducción.
Creo que más que nunca tiene vigencia y pertinencia el lema de ¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
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