Neida Atencio
La reunión virtual de fin de año que sostuvimos un grupo de camaradas del glorioso y recordado movimiento de izquierda revolucionara, MIR, me dejó un exquisito sabor a tiempo, a recuerdos, y a una indescriptible nostalgia por la acción revolucionaria, que hoy hace tanta falta.
Conversamos con la misma pasión de entonces el tema político, nacional e internacional, pero con mucho más énfasis en el proceso revolucionario bolivariano, como es obvio. Resultó particularmente interesante la identidad del discurso de los participantes y sobre todo la apreciación colectiva, en cuando a la conducción del proceso.
Los temas abordados resultaron de candente actualidad, por la manifestación expuesta por el Presidente Nicolás Maduro, de darle un giro radical al proceso revolucionario y construir el socialismo en Venezuela, como fue el sueño del comandante Hugo Rafael Chávez Frías. En esa línea de pensamiento acordamos hacer estas sugerencias al camarada Presidente:
La construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, adolece de un modelo económico productivo, que defina el carácter socialista de los cambios revolucionarios, tanto en la estructura económica del sistema como en la superestructura sociocultural. El sistema económico vigente, hegemónico en Venezuela, es el capitalismo explotador, bajo condiciones de dependencia neocolonialista del imperialismo norteamericano.
Llegó el momento de empezar a ejecutar el proceso revolucionario dentro del marco científico del marxismo leninismo, entendiendo la política como la lucha de clases, en la cual el proletariado y las clases explotadas se liberan definitivamente de la dominación y la explotación de la burguesía y el imperialismo. El socialismo se construye con una economía próspera, eficiente, moderna, liberada de la explotación del hombre por el hombre.
El socialismo es hechura del proletariado y las clases explotadas y marginadas de la sociedad, en una lucha permanente, encarnizada y progresiva contra el imperialismo y sus lacayos internos. Esta etapa del proceso Marx la definió y caracterizó como la Dictadura del Proletariado. Requiere de un Estado fuerte, una dirección política consciente y una mano dura contra el enemigo histórico.
La dictadura del proletariado y el modelo productivo socialista, son dos instrumentos indispensables para la construcción del socialismo científico. Mientras la revolución bolivariana del siglo XXI no tome conciencia que para enfrentar con éxito al imperialismo norteamericano necesita esos dos instrumentos de lucha, el destino de la revolución bolivariana auténtica, es incierto.
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