Mariadela Villanueva
Lo sospechábamos, lo sabíamos. Pompeo lo asomó en su reciente gira y Diosdado lo oficializó al alertar a todos los venezolanos sobre los planes de EEUU para intensificar la violencia contra nuestro país. Al llamarnos a estar pendientes de cualquier situación sospechosa en nuestro entorno orientada a sabotear la realización y la participación en las próximas elecciones parlamentarias.
Como era previsible, Pompeo aprovechó la visita a los países vecinos, organizada en principio con el propósito de conseguir apoyo para la reelección de Trump, para tratar de involucrar a sus gobiernos en próximas acciones terroristas contra Venezuela. Aspiración fácil de materializar en el caso de Duque, quien tiene rato en eso, pero casi imposible en el caso de Brasil pues, como dice una camarada brasilera, la política diplomática de esa gran nación se basa en la no agresión, en privilegiar acuerdos de cooperación y evitar las confrontaciones bélicas.
Como en esta ocasión el cerco económico a que nos tiene sometidos EEUU va acompañado de acciones terroristas sistemáticas, considero útil sintetizar algunos indicadores de presencia paramilitar publicados por María Fernanda Barreto: aparición repentina de negocios sospechosos en las comunidades, incremento de la vigilancia en empresas privadas, cobro de vacunas, aumento de la violencia política y de las agresiones contra mujeres y niños, inmigraciones no justificada y patrullaje no institucional.
Ahora bien, estar alerta ante esos signos no nos exime de hacer un seguimiento sistemático a los llamados a evitar la realización del proceso electoral, pues como dice Cheo Feliciano "de cualquier malla sale un ratón". Y si bien roedores ha habido siempre y en todas partes, lo que sí es propio de esta época es la proliferación de ratones y ratas imitadores de valores, personajes y actitudes mercadeados como exquisitas golosinas por los capos del imperio. Unos, pretensiosos aspirantes a parecerse a los "ricos y famosos" que ocultan su miseria tras fachadas de oropel; otros sin nada que ocultar ni que perder, y otros más, hábiles dosificadores de la putrefacción que atrae a los demás y los activa como guerreros contra cualquier síntoma de antiimperialismo.
Vista la evidente activación de ratones propios y ajenos en ese sentido, debe ser responsabilidad de los militantes y simpatizantes de las 107 fuerzas políticas participantes en estas elecciones explicar la importancia que tiene para el futuro de Venezuela y el de todos los venezolanos el rescate de nuestro poder legislativo. Explicarles a quienes -sin tener nada que ver con la conversión de la Asamblea Nacional en una Gran Ratonera- que atender los llamados de los ratones es escupir p’arriba, como no diría un poeta.
Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular
mariadelav@gmail.com @mariadvillanuev
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