Mariana Maneiro Brumlik
Decirte adiós es decir hasta pronto a un brazo tecnológico, que visibilizaba inclusión y abonaba a la vida digna de nosotres, los venezolanos.
En estos momentos, en que los países vuelven los ojos a los recursos con los que cuentan para hacerle frente a un mal inesperado, me pregunto: ?Cómo se puede traducir los ímpetus de soberanía en avances concretos? A nivel del individuo, se requiere de un desear apropiarse de ella y procurarla como tarea sostenida en el tiempo. Contar con el combustible interno para proponer, consensuar, construir y exigir escenarios en los que cunda la soberanía. A nivel estatal se insta a crear las condiciones para su surgimiento, proveyendo la materialidad para su mantenimiento y expansión. Eso era el satélite, una inversión de dinero público, que ponía la materialidad para las comunicaciones, ancho de banda dedicado al trasegar de información de interés para la nación.
El satélite, fue fruto del Programa VENESAT-1, ejecutado en un lapso de 33 meses, en los cuales convergieron para llevarlo a término las ramas de ingeniería en materiales, térmica, mecánica, telecomunicaciones, electrónica, eléctrica, física e informática en la empresa de dar vida y operatividad a un artilugio que prestaría un servicio que se ha monetarizado y comercializado en el mundo desde mediados de los años 60’s, y que nosotros pudimos proyectar y ejecutar como de beneficio público.
A finales del 2008, después de la concreción de tantos y diversos esfuerzos, Nuris Orihuela, ministra de Ciencia y Tecnología en ese período y garante del proyecto VENESAT-1 declaraba: " el costo que conllevó el Simón Bolívar es ínfimo comparado con las posibilidades de mejoramiento de la calidad de vida de los venezolanos que el satélite asegurará."
Así fue, desde el inicio de tus funciones el 10 de enero del 2009 estuviste al servicio de los intereses públicos, al servicio de los más, brindado el medio para el trasegar de información de Funvisis y su red sismológica a nivel nacional, PDVSA, Internet a escuelas, Infocentros, alcaldías, ambulatorios, guarniciones, oficinas regionales del Consejo Nacional Electoral, entre otros entes públicos.
Logro alcanzado por la necesaria y difícil convergencia entre voluntad política, energía y correlación de fuerzas favorables. Empuje fraguado en el 2006 cuando el esfuerzo de muchos, con la orientación y dedicación debidas, devino en la negociación de una órbita en el espacio y en la cristalización de un partner, la República Popular de China que estaba dispuesta a no solo diseñar, construir y lanzar un satélite si no a darnos una transferencia tecnológica que nos diera el control total de las operaciones, dándonos una experiencia inédita en territorio venezolano: el contar con el conocimiento y aplicabilidad en tecnología espacial, y siendo este un logro del estado venezolano, desde la esfera pública.
Decirte adiós es un hasta luego, el terreno está abonado con los sueños emancipatorios y de una vida digna. Hemos vivido en nuestros cuerpos estos avances y apuesto a que esa memoria se conserve y transmita. Sabemos lo que se siente estar en alta mar y el barco, por los momentos en la orilla, hacia allá pondrá la proa.
Ingeniera en telecomunicaciones
Becaria del Programa VENESAT-1
ABAE 2007-2014
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