Norma Rivas Santacruz
La semana santa, días prestos para el descanso, la recreación, la reflexión y un sinnúmero de calificativos para el ocio y la vagancia, son puntuales para que el diablo salga y escriba por alguna ventana, hoy, la lumbrera son los medios de comunicación, la red infinita para los que elegimos enterarnos de lo que dicen y hacen, los demás entes en el universo dinámico del quehacer mundial.
En nuestra niñez, muchos de nuestros padres nos decían que la cuaresma, era el tiempo favorable para que el diablo apareciera para presentar sus tentaciones, la cuaresma es el previo que va después que pasa el carnaval, comenzando con el miércoles de ceniza, donde los católicos cumplen con los mandamientos de su iglesia, yendo a la misa para que les sea colocado en la frente, una cruz con cenizas, recordándole aquello de que polvo eres y en eso te convertirás.
Este antepuesto, para tener un ligero conocimiento, acerca de la aparición del diablo en tiempos de semana santa, aunque el diablo pareciera un producto no perecedero, en cualquier época o en cualquiera circunstancia, siendo la maldad sinónimo de diablo, la maldad está presente en toda acción cuando aparece el bien.
Cuando sale a flote nuestra revolución, ahí emergieron todos los diablos con sus maldades, para tentar a toda entidad que surgiera con toda la buena intención. Se desataron todos los sentimientos negativos, en entes que llevaban en lo más profundo de su ser, las emociones más oscuras ante algún semejante. El diablo aparece con todos los sentimientos negativos, escribiendo y opinando en nuestra página Aporrea, desde hace mucho tiempo atrás, pero se ha pronunciado con saña desde que la revolución profundiza su cimientos, mientras más profundos sean, más maldad sacan de sus entrañas los demonios.
En mi concepto, me perdonan el personalizar la intuición, Dios es pueblo, es bien, es universal, por lo que es pobre, es lumpen, es descamisado como diría nuestra Evita, es huérfano, es los sin techos, es el silencio de los que gritan justicia, es el hambre en boca de los que no tienen el pan, los que no tienen alcance a la medicina, es aquel a quien no le llega la educación, en el oprimido en manos de su opresor, globalizando en lenguaje moderno, si se le hiciera mal a ese pueblo, les haces mal a Dios, por lo tanto se le quita el bien a ese pueblo, este hace revolución, cuando les llegan los beneficios, ahí está Dios, el pueblo camina con Dios, no necesita ir a templo a escuchar los mismos sermones de hace 2 mil años para acá.
Por eso hoy vemos a los embajadores de la maldad, haciendo sus apariciones en nuestra página, escribiendo la calumnia, la cizaña, la maldad en contra de todo lo que emprenda la revolución, se secarán si no es que ya están secos en su vida, creyéndose que son los salvadores, cuando tienen unos seguidores que aplauden su odios y hasta venganzas contra el pueblo.
Si analizamos aquella incógnita y su repuesta en el catecismo popular, para hacer la primera comunión, en aquella infancia sumisa, de que, ¿Dónde está dios?, y como robots contestábamos, Dios está en todas partes, en el cielo, en la tierra y en todas partes lugar, nada más cierto, que la reflexión anterior de que Dios es Pueblo, multitud pensante para el bien común. No quiero decir con esto que soy atea, al contrario, por creer en ese pueblo, es sigo militando con el socialismo, reeditado en Venezuela por nuestro Líder eterno y por siempre, comandante Hugo Rafael Chávez Frías, que en sus pronósticos de sabio, legó en Nicolás la responsabilidad de llevar la riendas de un país, habitado con los males de una oposición, sin ningún síntoma de mejorar la situación política, moral y económica de Venezuela,
Cada vez que se me presenta la ocasión, paseo mi mirada por los medios digitales, ya no existen ni los kioscos, donde se exhibían títulos de las noticias más relevantes, en todos los medios impresos mas comprados del momento, así como la evolución del ser humano, va dejando atrás, lo que ayer era novedoso, hoy ya es obsoleto, como los medios impresos. Hasta los libros los llevan en un teléfono, ahora nadie saca un libro, o un periódico para no aburrirse en una cola, saca un teléfono celular.
Volviendo a las apariciones de los demonios escribidores en Aporrea, no solamente escriben, hay otros que son noticias, hasta la sayona sale echando sapos y culebras por esa boca de mamá… el problema de esos malignos, es que ni en el infierno, los quieren como huéspedes.
Como desearía este pueblo, ver a la demonia que se robó hasta un avión, para hacer sus negocios ilícitos con su amado, vestida con un mono rosado, en el anexo para mujeres, en la máxima de tocuyito, a ver si se le para delante a la comandanta fosoforito, sería un gran logro para aplaudir. Pero esperemos, nunca será tarde cuando llega la felicidad, hay días por llegar y vienen llenos de luz con brisas frescas para la paz en nuestro amado país.
Cada vez que faltan las medicinas para controlar mi tensión, cada vez que me aumentan el precio del azúcar, el café, se desaparece la harina de maíz, no consigo repuesto para mi cacharrito y veo como los cauchitos cada día se alisan más, me acuerdo del decreto Obama y los mal nacidos que viajan por el mundo, pidiendo más sanciones para Venezuela, como si eso no les cayera a los escuálidos, por eso y muchas cosas mas... soy más chavista y apoyando a nuestro líder, digno hijo de Chávez… ¡Carajo!
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