domingo, 31 de diciembre de 2017

NotiPatria || Anuncios realizados por el Presidente Nicolás Maduro 28/12/2017

¡VENEZUELA TIENE SUS NAVIDADES A PESAR DEL BLOQUEO DE EE.UU!

Venezuela- Juan Pablo Guanipa se pronunció ante situación de crisis en el país-VPITV

Llamado a la calle de Luisa Ortega Díaz a los Venezolanos - Mensaje de Fin de año.

Los Consejos Comunales y el Partido. Conseja del Comandante chavez

Chávez Invicto: El Psuv debe cultivar el debate con disciplina revolucionaria

Análisis cuantitativo y cualitativo de los resultados electorales municipales del 10 de diciembre en el estado Bolívar.

*JUAN MARTORANO.
En vísperas del año nuevo, quiero culminar el complejo año 2017 con la evaluación electoral post elecciones municipales del 10 de diciembre con el estado Bolívar.  Con ello habré cumplido con la cuarta parte de las entidades federales de la geografía nacional y esperando que en los primeros días del mes de enero de 2018 culminar con el restante 75%, todo ello de cara a las presidenciales del año que viene que está a pocas horas de estar con nosotros.
El estado Bolívar cuenta con un padrón electoral de 973.381 electores y electoras. En las elecciones regionales donde se eligió al M/G (r ) de la Guardia Nacional Bolivariana, Justo Noguera Pietri del PSUV/GPP como gobernador de dicha entidad federal el pasado 15 de octubre, la abstención se ubicó en 41,99%. En estas elecciones municipales, dejaron de votar 690.758 electores y electoras, lo que se tradujo en una abstención de 70,96%, sin duda y autocríticamente debemos reconocerla, una de las más altas del país.
No obstante, en el caso del estado Bolívar se observó un cierto vuelco en los resultados electorales, el cual no fue tan sorpresivo. En los comicios regionales del 15-O, el chavismo obtuvo el triunfo en cinco municipios de los once que conforman la geografía guayanesa (Caroní, Piar, Sucre, Padre Pedro Chien y Cedeño), en cambio la derecha obtuvo el triunfo en seis (Heres, Angostura, Roscio, Sifontes, El Callao y Gran Sabana). Es importante destacar que el chavismo le arrebató en ese entonces la hegemonía a la oposición en el municipio Piar, el tercero en importancia del estado y regentado hasta el 10 de diciembre por un alcalde de la derecha, específicamente de Voluntad Popular. En cambio la oposición le arrebató al chavismo la hegemonía de cuatro municipios: Heres, el cual es el segundo en importancia del estado, Angostura, Roscio y Gran Sabana, todos cuyos alcaldes pertenecían al PSUV/GPP.
Previa a la realización de los comicios municipales del pasado 10 de diciembre, la correlación de fuerzas en Bolívar era que ocho  municipios de dicho estado estaban regidos por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y tres por la oposición, a saber: el municipio Piar, por Voluntad Popular, Sifontes y el municipio Callao por el Movimiento Progresista de Venezuela, que hacían vida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En el caso de Bolívar, se cumplió nuestro pronóstico de que el PSUV en la votación individual que obtuvo cada partido político sin tomar en cuenta y sumar las alianzas, fue el partido más votado en diez de los once municipios guayaneses, tendencia que se registró en los comicios municipales del pasado 10 de diciembre, al obtener el PSUV el triunfo en diez de las once alcaldías en disputa, solamente dejándole a la oposición la alcaldía del municipio Gran Sabana, con Emilio González y el IPP.
Es decir, el chavismo recuperó territorio en el estado Bolívar, y fundamentalmente en las zonas mineras y fronterizas donde se puede realizar un importante trabajo político que redunde en reforzar la seguridad de la Nación en ámbitos económicos, sociales y políticos, y sobre todo en la salvaguarda del denominado Arco Minero del Orinoco y el sustento de la criptomoneda Petro en incipiente creación.
Asimismo se aseguró, o por lo menos en teoría, el control territorial del municipio con la presa Guri que es la tercera más grande del mundo y la que surte el 70% de la energía eléctrica del país.
No obstante, el triunfo de la oposición en el municipio Gran Sabana, fronterizo con Brasil y estar ubicado en zonas mineras, pudiera plantear conflictos en lo atinente a la seguridad de la nación por la ubicación en frontera con Brasil, además de la cercanía de los intereses de empresas canadienses y del yacimiento Las Cristinas, la segunda reserva aurífera más grande del mundo, además de que en esas zonas, la oposición tiende a explotar los temas del sector eléctrico y laboral, además de los casos de corrupción en las empresas básicas de Guayana, que es un tema muy sensible allí.
No obstante, el estado Bolívar superó con creces la tarea en las pasadas elecciones municipales, y vaya desde aquí nuestras felicitaciones por ello.
Vaya desde aquí nuestros más deseos de un feliz y venturoso año 2018 lleno de dicha, prosperidad, salud y felicidad en compañía de sus seres queridos.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!




*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional  Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail  ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)

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¿El Estado colombiano prepara su narrativa para confrontar a Venezuela?


La cumbre de la retórica retorcida la alcanzó el propio Juan Manuel Santos: en días pasados aseguró que Venezuela es su "peor pesadilla". La propia agencia EFE reconoce que "en las últimas semanas ha endurecido su discurso en contra del gobierno de Nicolás Maduro". Este endurecimiento paulatino del discurso del presidente colombiano contra el Gobierno Bolivariano y su beligerancia en los asuntos internos de Venezuela, es directamente proporcional a los fracasos de la derecha venezolana en su intento por desestabilizar al chavismo.
Su atrevimiento al opinar públicamente sobre la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), su posterior instalación y las elecciones de las gobernaciones venezolanas, su "exigencia" de elecciones generales en Venezuela y sus cuestionamientos al Consejo Nacional Electoral (CNE), dejan en ridículo a la dirigencia opositora venezolana, que pareciera no poder defenderse por sí sola.
Sin embargo, el primero en lanzar esta matriz contra Venezuela fue el venezolano Julio Borges, quien a principios de este año declaró ante el Senado colombiano que "mientras no haya democracia en Venezuela, el proceso de paz en Colombia corre peligro".
La voz del senador colombiano Iván Cepeda fue la única que se alzó para disentir y recordar la deuda de gratitud que tiene Colombia con el Gobierno venezolano, según sus palabras, por su apoyo al proceso de paz y al pueblo venezolano en general por albergar durante años a millones de colombianos y colombianas que han salido del país huyendo de la pobreza y la violencia.
En general, la idea de que Venezuela es una amenaza para toda la región se instala a partir de la orden ejecutiva que firmó Obama en el año 2015, y la refuerza en agosto de este año el vicepresidente estadounidense al señalar al país de ser un peligro para todo el hemisferio. Por supuesto, se fortalece con el apoyo de medios como el Nuevo Herald que titularon en la misma fecha que la crisis en Venezuela es un riesgo para Colombia.

Matrices violentas

Básicamente, las matrices de opinión que se han venido instalando para culpar a Venezuela del fracaso de la "paz del posconflicto", son tres:
1. "Si hay una implosión en Venezuela, no es que vamos a recibir 500 mil (personas), que es lo que hemos recibido, serán millones y eso va a ser un problema tremendo para el proceso de paz y para Colombia en general".
La primera cifra de Santos ya es incierta. La supuesta crisis de refugiados proveniente de Venezuela que haría colapsar la economía colombiana, y que Santos teme, inicia supuestamente con una primera entrada de 500 mil personas que, según dice, se han traslado hacia Colombia.
Pero según el departamento de migración de Colombia, el 71% de las personas que cruzan lo hacen para realizar compras, trabajos temporales o visitar familiares, y regresan a Venezuela casi en idéntica cantidad.
Otra cifra dada por autoridades colombianas dice que el 70% del total de personas que entran desde Venezuela para establecerse allí, nacieron en Colombia o pertenecen a familias mixtas, por lo que serían personas colombo-venezolanas, por ello debería hablarse de un retorno de colombianos y colombianas, más que de un desplazamiento.
El último dato curioso es que, de ser cierta la cifra dada por Santos y sus representantes, ese retorno no llegaría ni siquiera al 10% de la colombianidad en Venezuela. Lo que sí es incoherente, es que un gobierno que se dice dispuesto a salvar a la población venezolana de una supuesta "crisis humanitaria", no haya implementado a través de sus consulados ningún plan especial para que esa población colombiana que constituye aproximadamente la sexta parte de la población en Venezuela, pueda obtener alimentos, artículos de higiene personal o medicinas.
Una política exterior responsable de parte del gobierno colombiano bastaría como contribución. El gobierno colombiano no atiende a sus ciudadanos y ciudadanas en el extranjero y a la vez teme que regresen masivamente a Colombia. La pregunta que cabe es si Venezuela es caos y Colombia paz, por qué ese retorno masivo no se ha dado.
2. "Caos en Venezuela contribuye a resurgimiento de Los Rastrojos de Colombia".
Basada en un estudio reciente de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), titulado "Crimen organizado y saboteadores armados en tiempos de transición", surge esta tendenciosa matriz.
La paz de Venezuela sí está seriamente amenazada por esta nueva etapa del imperialismo
Ciertamente, este informe describe cómo el fortalecimiento de grupos de menor tamaño del crimen organizado como Los Rastrojos, puede poner en mayor peligro la supuesta transición en Colombia y señala a Venezuela como una ruta obligada del narcotráfico donde este grupo se ha recuperado y fortalecido.
Esta fundación, formada por el empresariado colombiano con claros objetivos económicos sobre el nuevo negocio del llamado "posconflicto", cuenta con el apoyo para sus actividades de la Usaid, el BID y los gobiernos de Suecia y Estados Unidos, entre otros, por lo que la objetividad de sus estudios bien puede ser cuestionada.
Además, la exportación de paramilitares hacia Venezuela ha sido planificada y ejecutada con la participación de los gobiernos de Álvaro Uribe y Santos, algunas empresas transnacionales y, por supuesto, la derecha venezolana. Esta última los usa para apoyar sus operaciones de control territorial llamadas "guarimbas", la resistencia de la mafia terrateniente a la expropiación de sus latifundios decretada por el presidente Chávez y los reiterados intentos de realizar operaciones terroristas en Venezuela, como por ejemplo la llamada Operación Daktari.
El fortalecimiento del paramilitarismo colombiano se está dando dentro de Colombia, ocupando los territorios abandonados por las FARC e imbricándose cada vez más en la economía y la política nacional. Venezuela es claramente la víctima de una invasión paramilitar desde Colombia, no la victimaria.
3. "La grave crisis institucional que golpea Venezuela ha repercutido en la política colombiana y amenaza con contaminar el clima del posconficto entre el Estado y las FARC y, sobre todo, el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)".
Por el contrario, el papel de Venezuela en el acuerdo que se firmó con las FARC fue reconocido por esta guerrilla y por organismos internacionales. Por su parte, el ELN ha expresado que "el conflicto político que atraviesa Venezuela merece respeto de gobiernos vecinos, en especial del colombiano, desprovisto de autoridad moral".
Venezuela es uno de los países que, por mutuo acuerdo entre el ELN y el gobierno colombiano, se constituyeron en países acompañantes del proceso de diálogo en búsqueda de la paz y su papel no ha sido cuestionado. Santos sabe que la participación venezolana es tan fundamental para dialogar con el ELN como lo fue con las FARC.

Cerco estadounidense

La paz de Colombia aún no ha comenzado a construirse. El tan mentado "posconflicto" es sólo una realidad parcial en términos militares. Las verdaderas amenazas a esa posibilidad de paz tienen que ver con las contradicciones históricas que persisten en Colombia y que la posicionan geopolíticamente como un país sin soberanía al servicio de intereses transnacionales dispuestos a implantar la violencia en toda la región para controlar sus recursos naturales y minero energéticos.
El gobierno de Colombia asume con vehemencia el ataque a Venezuela para continuar invisibilizando su propio conflicto interno, justificar su adhesión a la OTAN y una mayor presencia militar estadounidense en sus propias fronteras, probar su nueva doctrina militar in situ, seguir dinamizando la economía vinculada a la guerra y el narcotráfico, y continuar recibiendo los aportes millonarios que EEUU ha garantizado los últimos años.
El ejercicio militar Amazonlog 2017 marca un nuevo relacionamiento entre EEUU y Brasil que hasta ahora se había mostrado más resistente a supeditarse, y Venezuela pasa a estar rodeada por no menos de 15 bases militares estadounidenses que al fin cubrirían los cuatro puntos cardinales.
Aún así, Colombia se mantiene como la vanguardia político-militar, geoestratégicamente ubicada para ser el centro de operaciones en América del Sur, impedir la reconfiguración de las fuerzas de izquierda en el continente, derrotar la Revolución Bolivariana y, en suma, garantizar el control militar estadounidense en la región, una vez que ha perdido su hegemonía económica mundial ante los poderes emergentes de China y Rusia.
La paz de Venezuela sí está seriamente amenazada por esta nueva etapa del imperialismo que precisa Estados-naciones aún más debilitados y una guerra infinita. Con todos sus errores y debilidades, la construcción histórica de la Revolución Bolivariana es, no la única, pero sí la más grande y estratégica barricada puesta en el Caribe para contener el violento avance del país de James Monroe y darle a toda la región la oportunidad de construir su historia en paz
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¿Refugiados venezolanos en Colombia?

Mientras que la máxima autoridad mundial en materia de refugio, la Acnur, establece que un refugiado o refugiada es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas", el gobierno colombiano comienza a utilizar esta categoría tan bien definida para nombrar a la migración venezolana por motivos económicos -y con un claro perfil de clase media en su enorme mayoría- que ha estado recibiendo en los últimos meses.
Contrario al mal uso de dicha categoría que se realiza desde el lado colombiano, en Venezuela viven desde hace más de 30 años 5 millones de refugiadosprocedentes de Colombia. Nada más en 2013 ingresaron al país al menos 189 mil, mientras que en el 2014 llegaron unos 144 mil, según cifras dadas por el presidente Nicolás Maduro.
Desde Colombia millones de personas llegaron a Venezuela huyendo de la violencia paramilitar y política que les atacó por pertenecer a un determinado grupo social y/o tener una opinión política, factor que sí los ubica dentro de la categoría de regufiados establecida por la ONU.
En este sentido, tratar de confundir deliberadamente a un refugiado con un migrante por razones económicas forma parte de misma maniobra que Luis Almagro protagoniza desde la OEA para simular una situación de caos, violaciones de DDHH e ingobernabilidad en Venezuela que justifican los planes de intervención estadounidense en el país. En su último informe el Secretario General de la OEA utiliza esa categoría para fabricar una narrativa de "Estado fallido" en Venezuela que posibilite la ejecución de la "opción militar" comentada por Trump.
Esta escenificación llena de abusos del lenguaje, maniobras políticas y muchas contradicciones, la protagonizaron personeros del gobierno de Santos en días pasados cuando anunciaron que estaban alistando campos para refugiados venezolanos ante "una eventual crisis migratoria". Pidieron ayuda a la representación diplomática de Turquía, pero una lectura minuciosa evidencia que hasta ahora el gobierno turco se ha limitado a atender el pedido del gobierno colombiano y no parece haber asumido ninguna beligerancia en el tema.
Es importante tener presente que ni es un mal momento en las relaciones de Turquía con Venezuela ni es el mejor momento de las relaciones de Turquía con EEUU y la OTAN. Por lo que la aparición en pantalla de los representantes de Turquía en "colaboración" con el gobierno colombiano, probablemente tenga el fin de seguir fusionando la imagen de Venezuela con la de Siria en pro de la narrativa que necesita EEUU para activar sus dispositivos de intervención "humanitaria".
Lo más llamativo de la noticia que se narra bajo el titular de "Colombia alista campos de refugiados para venezolanos" es que finalmente se reseña que ni Turquía, ni la Acnur, recomiendan estos campos, en los que el Consejero de Seguridad de la presidencia del país con mayor número de desplazados del mundo se empeña.
"Campo de refugiados": nuevo frente fabricado por Colombia para agredir a Venezuela
El siguiente dato curioso lo aporta el mismo contradictorio personaje cuando afirma que el 70% de las personas que están ingresando por la frontera colombo-venezolana son nacidas en Colombia y forman parte de familias que llama "mixtas". Es decir, que del 30% restante una gran parte pertenece a familias formadas por colombianos y colombianas en Venezuela y esta realidad numérica evidencia el trasfondo político de la incipiente maniobra.
Primero porque todo hijo o hija de una persona colombiana que nace en el extranjero según las leyes de Colombia tiene derecho a ser considerado colombiano o colombiana en cuanto declare legalmente su voluntad de serlo, y segundo, porque más que un movimiento migratorio de extranjeros se estaría hablando de un retorno de quienes emigraron de Colombia. De nuevo el gobierno colombiano opera por fuera de la definición de refugiado dada por la Acnur, pues ésta sólo aplica a quienes se encuentran fuera del país de su nacionalidad. En términos estrictos de cómo hasta ahora ha sido presentado, el "campo de refugiados" no sería entonces para venezolanos, sino para colombianos que retornan a su país.
Si alguien conoce en Latinoamérica la diferencia entre un desplazado, un refugiado y un migrante es la población y el gobierno colombiano. Colombia posee el triste honor de ser, según cifras oficiales de la Acnur, el país con mayor número de desplazados del mundo.
Con 7,4 millones, está 1 millón por encima de Siria y dobla el número de desplazados de Irak pero, además, según se lee en las estadísticas oficiales de la ONU, uno de cada diez colombianos vive fuera de su país de origen. Esto transforma al país vecino, según la Organización Internacional para las Migraciones, el país con mayor número de emigrantes de Latinoamérica y un 20% de estos se han dirigido durante décadas hacia Venezuela.
Con tan vasta experiencia no se puede llamar confusión al abuso del lenguaje que está haciendo el gobierno colombiano. Llenar las fronteras de campos de refugiados no sólo favorecería el expediente de intervención que Almagro como operador diplomático de EEUU se empeña en sustentar, sino que además en términos de seguridad podría llegar incluso a justificar la colocación de Cascos Azules en la frontera, quienes se aprestarían a la protección de estos civiles con los que se podría llegar a convertir la frontera colombo-venezolana en una zona de conflicto.
La intención manifiesta de EEUU de llevar el caso venezolano al Consejo de Seguridad de la ONU, bajo el pretexto de la "crisis humanitaria", podría estar anunciando esta operación conjunta y combinada en el largo plazo con apoyo colombiano. Al menos en el papel lo sugieren.
Juan Carlos Restrepo, consejero de Seguridad de la Presidencia de Colombia, dijo a la prensa: "Tenemos lista la logística y de dónde la vamos a sacar y cómo se va a administrar". Por lo que el enfilamiento de esta maniobra, que poco tiene que ver -por ahora- con la rigurosidad y el apego a las categorías y procedimientos de la ONU, intenta transformarse en un nuevo frente externo para agredir a Venezuela.

Sobre el vínculo entre el Capital como causa de los feminicidios.

Cecilia Zamudio
Rebelión El patriarcado está sólidamente promovido por la superestructura del capitalismo: legitimando y normalizando siempre al machismo y sus aberrantes crímenes, porque forma parte de la jerarquización necesaria para el mantenimiento de un sistema de privilegios y exclusiones concatenadas. La degradación y cosificación de la mujer, promovida por los medios de alienación masiva, encuentra su más horrible expresión en el Feminicidio que no cesa, se incrementa.
La Dictadura del Capital es la causa de este Feminicidio: es una cuestión sistémica, no de “locos” aislados. La permanente agresión contra las mujeres, en todas sus expresiones, encuentra su raíz en la podredumbre de este sistema. Los grandes medios, propiedad de grandes capitalistas, no cesan en su labor de alienación masiva, promoviendo la violencia y el machismo de manera incesante. Hay que señalar todas las responsabilidades del feminicidio: los futuros asesinos feminicidas están siendo cada día aleccionados en el irrespeto a la mujer, en la cosificación de la mujer.
Sin duda, entre las promociones más aberrantes de la violencia contra las mujeres, encontramos al porno y a la prostitución, esa cosificación absoluta de un ser humano. Los medios de alienación masiva buscan normalizar las explotaciones más aberrantes, usando incluso, para defender las prácticas cosificadoras, los discursillos más cínicos plastificando palabras como “libertad”…
Cuando está claro que es la Dictadura del Capital la que dicta las seudo ” libertades” o ” elecciones” de las mayorías empobrecidas. Por ello es que la mayoría de mujeres prostituídas procede de países empobrecidos (países empobrecidos por el saqueo que perpetran las multinacionales que capitalizan sobre la destrucción de montañas y ríos, y sobre la explotación de los seres humanos).
A esas mujeres muchas veces no les queda otra “elección” que dejar a sus hijos morir de física hambre, o prostituirse. Los capitalistas se aprovechan de la precarización de las condiciones de vida (que ellos mismos precarizan) para ampliar su cantera de esclavizables. Cada día, los grandes capitalistas degradan más el planeta, y esclavizan y cosifican a más seres vivos. Es urgente luchar contra este sistema perverso en el que los hombres-caja-fuerte capitalizan sobre la sangre, sudor y lágrimas de las mayorías.


viernes, 29 de diciembre de 2017

Análisis cuantitativo y cualitativo de los resultados electorales municipales del 10 de diciembre en el estado Barinas.

*JUAN MARTORANO.
Hemos realizado la evaluación post electoral de los comicios municipales del pasado 10-D de los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure y Aragua.  Ahora lo realizaremos sobre uno de los estados llaneros cuna del Gigante Chávez. Me refiero al del estado Barinas
El estado Barinas cuenta con un padrón electoral de 560.790 electores y electoras. En las elecciones regionales donde se eligió a Argenis Chávez Frías del PSUV/GPP como gobernador de dicha entidad federal el pasado 15 de octubre, la abstención se ubicó en 37,78%. En estas elecciones municipales, dejaron de votar 313.008 electores y electoras, lo que se tradujo en una abstención de 55,82%.
Asimismo, el chavismo en los comicios regionales de octubre, obtuvo el triunfo en nueve de los doce municipios que conforman la geografía barinesa, reafirmando la hegemonía del chavismo en la referida entidad federal llanera que data de 1998 con el primer triunfo electoral del Comandante Chávez, y en este caso en los comicios regionales previos a las presidenciales de 1998, celebradas el 8 de noviembre del referido año con el triunfo de Hugo De Los Reyes Chávez como gobernador, y quien fue padre de nuestro gigante inolvidable.
Previa a la realización de los comicios municipales del pasado 10 de diciembre, la correlación de fuerzas en Barinas era que diez  municipios de dicho estado estaban regidos por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y dos por la oposición, a saber: el municipio Antonio José de Sucre, y el municipio Barinas donde se encuentra la ciudad capital de ese estado.  Antonio José de Sucre fue regentado por el partido UNT en la persona de Ronald Aguilar, y el municipio capital Barinas fue regido por José Luis Machín del partido político Primero Justicia.
En el caso de Barinas, se proyectaba que  el PSUV/GPP obtuviera el triunfo en nueve de los doce municipios de la geografía barinesa, y la derecha obtuviera tres municipios, y específicamente a través del partido Voluntad Popular.  Pero tal y como lo expresamos en el análisis de Aragua, inexplicablemente la oposición desmovilizó su fuerte aparataje político en Barinas, por lo que en este caso el chavismo mejoró en la entidad federal los resultados obtenidos en las regionales de octubre, al alzarse con el triunfo en los doce municipios de dicha entidad federal, y obtener el PSUV la más alta votación en las referidas localidades, con respecto a los nueve en los que triunfo dos meses antes.
Fue ratificada la hegemonía del chavismo en esa zona llanera, y su potencial agrícola, maderero, turístico, hidrográfico, pesquero, pero lo importante de Barinas son las vías de comunicación que posee con otros estados llaneros como Cojedes, Portuguesa,  Guárico y Apure.
Además de ello, el triunfo en los doce municipios barineses encierra un importante significado simbólico, y en especial en el municipio Alberto Arvelo Torrealba donde se encuentra la población de Sabaneta, que fue en donde nació Hugo Chávez Frías. De ahí también la importancia del triunfo y la magnitud de éste en dicha entidad federal y sus localidades.
La derecha pulverizó la ventaja que le hubiese dado el dominio territorial del municipio capital del estado y en municipios cuya topografía se prestaba para crear una base social importante para torpedear el proceso revolucionario, además del control de la minería no metálica y del área comercial y de servicios. El triunfo del chavismo en esas zonas producto de los errores políticos de los enemigos de la patria, permitiría conjurar, por lo menos en teoría, las amenazas en contra de la seguridad y defensa en dicha entidad federal.
En fin, el estado Barinas superó con creces la tarea en las pasadas elecciones municipales, y vaya desde aquí nuestras felicitaciones por ello.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional  Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail  ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)

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El narcoestado colombiano y su guerra económica contra Venezuela (crónica)

María Fernanda Barreto



Cuántos de los más magníficos relatos de la literatura universal inician en los cruces de fronteras. Con el paso del tiempo, las fronteras fueron condensando los conflictos sociales, la complejidad política y un híbrido cultural que las hacen fascinantes. Pero cruzar en este momento la frontera que divide a Venezuela y Colombia llevando en la mochila cierta conciencia histórica, implica además encontrar un orificio para mirar dos guerras: la guerra contra la Revolución Bolivariana y la guerra del Estado colombiano contra su propio pueblo.
Una primera imagen de la Colombia de estos tiempos se me presentó tan pronto crucé el puente: los vigilantes privados que custodian las oficinas de migración y tratan a la ciudadanía con la misma prepotencia de una policía nacional. Estos organismos de vigilancia privada proliferan ahora por Colombia como verdaderos cuerpos parapoliciales. Los grupos paramilitares parecen haberse diluido en el propio Estado, los sicarios controlan los pueblos, impera al respecto un silencio parecido al miedo y la pobreza del campo contrasta con un progreso de centros comerciales y espacios públicos llenos de luces que enceguecen en las ciudades. No hay paz en Colombia, solo un cambio en la modalidad de la guerra.
-¿Dónde están ahora los grupos paramilitares más "constituidos" que se veían en las ciudades de Colombia? -pregunté a una compañera que vive en uno de los pueblos otrora controlados por el "Cartel de Cali".
-Pues los más duros migraron a Venezuela -me respondió-. Acá lo que queda es un montón de sicarios.
Trago grueso. En Colombia, hasta el narcotráfico perdió soberanía. Otras preguntas ansiosas interrumpen mis reflexiones.
-¿Es verdad que en Venezuela están comiendo cucarachas para sobrevivir? ¿Es verdad que Maduro es un dictador?
-Pues yo me cuido para no engordar -respondo sarcásticamente-. ¿Dónde escuchaste esas cosas sobre Venezuela?
-En RCN, en Caracol… en todas partes.
-¿Y escuchaste en RCN y Caracol que han matado más de 187 líderes y lideresas populares en Colombia este año?
-No.
-Es porque mienten sobre lo que pasa en Venezuela, del mismo modo que mienten sobre lo que pasa en Colombia.
-Ah. Y ¿por qué tantos venezolanos cruzan la frontera cada día? ¿Por qué hay gente de Venezuela pidiendo plata en las calles de Bucaramanga?
Satisfago las preguntas de mi interlocutora con un análisis sobre las cifras que da el propio gobierno colombiano y aunque ella queda satisfecha, yo quedo pensativa. Donde hay frontera hay contrabando, donde hay controles hay negocios paralelos pero en el Norte de Santander hay esto y más. Hay una verdadera economía paralela, hay parapolítica y, por supuesto, hay paramilitares.
La segunda imagen es la que dibuja esa economía paralela que se mueve en Cúcuta: a sólo 200 metros. Del puente que marca la frontera, aparecen varias cuadras de casas de cambio que se dedican exclusivamente a la compra y venta de bolívares y donde hay facilidad absoluta para obtener billetes venezolanos de 100, 500 y 1000.
-Buen día. ¿A cuánto compra el bolívar?
-A cinco y medio.
-¿A cuánto lo vende?
-A seis y medio.
-¡Véndamelo a mí, señorita, yo se lo compro a ocho!
Aturdida, trato de procesar la respuesta y un millón de bolívares en billetes de mil es entregado frente a mis narices. Insisto.
-Señorita, disculpe, me explica qué quiere decir cinco y medio.
La respuesta fue una sobredosis de realidad:
-Cinco y medio es 0.055 centavos de peso.
Parpadeo, reflexiono. Mientras la semana pasada para el Banco de la República de Colombia 1 bolívar rondaba los 300 pesos, en Cúcuta ¡1 peso equivalía alrededor de 18 bolívares!
Es que Juan Manuel Santos, el premio Nobel, es especialista en ofrecer acciones para la paz para luego no cumplirlas. Lo hizo con las FARC-EP, lo hizo con el Gobierno venezolano. Ante la crisis económica que se desató en el Norte de Santander cuando el presidente Maduro tomó la decisión soberana de cerrar la frontera en el año 2015, el señor Santos ofreció solicitar la derogación de la resolución externa 8 del 2000 del Banco de la República de Colombia que permite a la mano sucia y criminal del mercado, regular -según la mítica relación de oferta y demanda- el valor del peso colombiano ante el bolívar, sin pasar por lo que establezca el Banco Central de Venezuela y, peor aún, sin utilizar ningún parámetro económico.
El presidente colombiano nada hizo, sigue vigente esa resolución que no es más que una versión colombiana del laissez faire es decir, "haga lo que se le dé la gana", en este caso, con la moneda del país vecino.
Hace más de un año escribí un artículo para explicar del modo más didáctico posible cómo opera la economía paralela que sustentan estos operadores cambiarios, poco ha cambiado desde entonces. Según la CEPAL, no existe explicación económica para ese dólar paralelo ni para el precio que se da al bolívar en Cúcuta, tampoco es Dolar Today el que fija el precio cucuteño del bolívar sino que es ese precio el que define el valor del dólar paralelo en Venezuela. Pero el Estado colombiano no va a derogar voluntariamente esa resolución porque ella le permite:
-Ser la vanguardia de la guerra económica contra Venezuela. Papel que le ha sido asignado desde el que aún (por ahora) continúa siendo el epicentro del capitalismo mundial.
-Obtener ganancias exorbitantes del contrabando de extracción de alimentos, combustibles y recursos mineros desde Venezuela. De esto se benefician principalmente las mafias ligadas a estos sectores, algunas transnacionales y Ecopetrol. Productos que cuentan con una serie de decretos para legalizarlos en Colombia e ingresarlos al PIB y generar fuentes de "trabajo" en las ciudades fronterizas.
-Y por último, pero no menos importante, esa resolución le permite legitimar capitales, es decir, lavar el dinero proveniente del negocio de la droga que, según el último informe de la misma DEA, ha crecido en más de un 30% este último año en Colombia.
El Gobierno venezolano ha tomado muchas medidas para tratar de amortiguar los efectos de esta guerra económica. Pero la verdad es que mientras esa resolución no se derogue, todo esfuerzo venezolano será en vano. El propio Santos, sus personeros, economistas venezolanos de derecha y economistas venezolanos de izquierda bastante "extraviados" para mi gusto, culpan de esta economía paralela a los controles y nos proponen liberar el dólar para que la "mano invisible" y ¿santa? del mercado, regule el valor de las divisas que en un 95% produce el Estado venezolano por la exportación de petróleo y no la empresa privada.
Un poco más coherente sería, por ejemplo, llevar la denuncia de las afectaciones que esta resolución del Banco de la República de Colombia está causando a la economía venezolana ante organismos internacionales, exigir su inmediata derogación y una reparación económica al país. Pero ahí aparecen de nuevo los que defienden al victimario: si hay contrabando de extracción es porque hay subsidios, si hay dólar paralelo es porque hay control cambiario y si te violan es porque saliste a la calle vestida de un modo muy provocativo. Seguramente, hay que admitir, por ejemplo, que hace falta algún tipo de divisa -no tiene por qué ser el dólar-, que permita el comercio legal entre Colombia y Venezuela. Pero es innegable que el Gobierno venzolano tiene el derecho y el deber de proteger sus divisas y sus bienes, y plantearse un modelo económico diferente al modelo colombiano, excluyente y violento.
Sin embargo, Venezuela no es una isla, está al lado de uno de los países más desiguales de América y el mayor productor-exportador de cocaína del mundo. El narcoestado colombiano asesina, explota y controla a su propio pueblo con múltiples aparatos legales (como las empresas de la comunicación) e ilegales (como la droga cuyo consumo es visiblemente mayor cada día), reprime la protesta popular con cuerpos de seguridad tan sanguinarios como el ESMAD, y se refuerza con cuerpos de seguridad privados, ejércitos paramilitares y sicarios. Firma acuerdos de paz que no cumple, deja en la más absoluta impunidad los asesinatos de quienes se atreven a disentir, instituye la privatización de los servicios básicos y la flexibilización laboral. Pero logra convencer a buena parte de su pueblo de que no es ahí, sino al lado, donde hay una dictadura.
Colombia no tiene soberanía para levantarse, pero le alcanza la condición de nación huésped de los Estados Unidos, para ser la protagonista de la guerra económica y la invasión paramilitar contra Venezuela.
Evidentemente, los procesos históricos no son cuentos de hadas. No basta la voluntad para que se cumpla la decisión soberana de Venezuela en este contexto geopolítico. La República Bolivariana de Venezuela será lo que pueda ir construyendo en su realidad concreta, sin perder nunca de vista los objetivos del proyecto bolivariano que construimos con la orientación del Comandante Chávez, es decir, sin hacer concesiones estratégicas. Pero también es evidente que en materia económica urgen medidas que le obligarán tácticamente a entrar en el juego del mercado internacional.
Es de esperar que eso se haga cuidando no ser devorada ni arrastrada por su inercia. Tarea político-económica difícil y compleja para el Gobierno venezolano, pero tarea inaplazable en los inicios del nuevo año. Es vital encontrar medidas económicas unilaterales que permitan solucionar el problema que estas casas de cambio generan al país. Se cuenta para ello con el respaldo de los poderes hegemónicos emergentes como un contrapeso que puede ser usado a nuestro favor, no como nuevos modelos a imitar. Venezuela no debe rendirse, ni la izquierda venezolana puede anquilosarse en purismos antidialécticos, abstractos e idealistas. En 2018 habrá que tomar medidas muy diferentes en materia de economía y finanzas, y por cierto, "El Petro" es un buen indicio.
Pero en la cotidianidad, pisan la tierra el hombre, la mujer, los niños y las niñas que hacen o no una revolución. Cruzan ríos y cruzan fronteras. Van y vienen de San Antonio del Táchira a Cúcuta o de cualquiera de las decenas de pueblos de esta frontera viva en la que hoy se despliega un frente de guerra económica contra la Revolución Bolivariana. Es ese el terreno de las grandes decisiones. Es ahí donde el Gobierno venezolano debe recuperar la gobernabilidad.
Finalmente, esta vez desde la frontera del tiempo, entre el año que termina y el año que comienza, me pregunto: si las principales víctimas del narcoestado colombiano, subordinado a los Estados Unidos, somos dos -por un lado el pueblo colombiano en resistencia y por el otro, el pueblo y el Gobierno venezolano que lucha por construir su propio proyecto histórico-, qué estamos esperando para unirnos más
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