viernes, 24 de mayo de 2013

Diferentes y aprendiendo.

GABRIELA DEL MAR RAMÍREZ.


Por tercera vez en menos de una hora la maestra le llamó la atención al niño por levantarse de su lugar "tú siempre molestando; Martín… siéntate de una vez!". Martín tiene ocho años y le cuesta mucho mantenerse sentado o atento. Frecuentemente interrumpe a sus amigos cuando ellos ya están jugando pelota o habla a destiempo cuando están conversando. Por esta razón muchos lo evitan o se burlan de él, y cuando hay una discusión todos lo señalan con el dedo. Rara vez la maestra duda que no haya sido Martín el perturbador.
El síndrome de déficit de atención con hiperactividad es una leve irritación de la corteza cerebral que ocasiona ondas más lentas que se traducen en una gran dificultad del niño para centrarse o parar de moverse. La mayoría de los educadores los toman por traviesos o maleducados y no propician las condiciones para evitar el aislamiento o la discriminación del niño por parte del resto de los estudiantes. En la mayoría de los casos, los niños ascienden con mucha dificultad en el sistema escolar y son estigmatizados, pues se atribuye su comportamiento a acciones deliberadas para causar molestia entre quienes les rodean. En los casos, que lamentablemente se les medica, los educadores le preguntan al niño en voz alta "si tomó su pastilla", lo cual los incomoda, pues asumen que no pueden autocontrolarse.

La Defensoría del Pueblo persigue, a través de su Escuela de Derechos Humanos, la formación de los educadores y padres de niños con estas características para transformar el ambiente permanente de hostilidad en el que se desenvuelven, y eliminar la fuente de sufrimiento, inseguridad y angustia que padecen desde que son muy pequeños por razones que les son ajenas.

Es importante comprender que las particulares características de cada niño o niña en el aula deben ser catalizadas por el docente para que todas las personalidades puedan fluir en el respeto, haciendo del espacio de aprendizaje un lugar emocionalmente seguro para los niños.



gabrieladelmar.ramirez@gmail.com
Defensora del Pueblo 

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