Mi amigo @lenoguera23 me envio un articulo publicado en el site del periódico británico The Guardian, que despues de leerlo, con mi ingles tecnico-tarzaniado, pense "esto hay que publicarlo". Varios camaradas y amig@s se ofrecieron/realizaron la traduccion del articulo y, luego de varias revisiones, publicamos la version de Luis Matos, que nos llego a traves del correo de la Asociación Civil Inquilinos Bolivarianos @asocib
Antes de ir al articulo, este es un resumen curricular del autor, el Sr. Mark Weisbrot
Mark Weisbrot es un economista norteamericano con un Doctorado en Economía, a nivel de Ph.D., en la Universidad de Michigan.
Su tesis versó sobre “La ideología y método en la historia del desarrollo de la Economía”.
Ha escrito sobre economía para diversos diarios de alcance mundial como el Washington Post, Los Ángeles Times, el New York Times, el International Herald Tribune y el Boston Globe, y escribe periódicamente una columna en The Guardian de Londres, y el Folha de Sao Paulo, el diario de mayor circulación en Brasil.
Ha aparecido en declaraciones sobre economía en diversos programas de radio y cadenas de televisión, incluyendo la CBS, la CNN, la BBC de Londres, el PBS Newshour, la National Public Radio y el Fox News.
También pueden encontrar trabajos suyos en la red, en los portales AlterNet, The Common Dreams y el NewsCenter.
Su tesis versó sobre “La ideología y método en la historia del desarrollo de la Economía”.
Ha escrito sobre economía para diversos diarios de alcance mundial como el Washington Post, Los Ángeles Times, el New York Times, el International Herald Tribune y el Boston Globe, y escribe periódicamente una columna en The Guardian de Londres, y el Folha de Sao Paulo, el diario de mayor circulación en Brasil.
Ha aparecido en declaraciones sobre economía en diversos programas de radio y cadenas de televisión, incluyendo la CBS, la CNN, la BBC de Londres, el PBS Newshour, la National Public Radio y el Fox News.
También pueden encontrar trabajos suyos en la red, en los portales AlterNet, The Common Dreams y el NewsCenter.
Para quienes lean/entiendan el idioma, aca les dejamos el link del articulo http://goo.gl/5afvp
A continuacion, transcribo el correo recibido de Maglene Sierraalta:
"Hola Germán, la siguiente traducción, del artículo enviado por RENTSOC, fue realizada por mi esposo Luis Alberto Matos. Nosotros conducimos el programa ENFOQUES RNV, los jueves a las 8 pm, por el Canal Informativo. Es el caso que vamos a utilizar esta traducción, si el programa va al aire, para leerlo como editorial del programa, está muy apropiado para el momento que vivimos. Espero te sea satisfactorio. Siempre a la orden en la lucha integradora de esta revolución. Copio a Luis Matos para que te quede su correo. Maglene Sierraalta."
Intrigantes de la ruina en la devaluación en Venezuela
La reciente devaluación, en Venezuela, ha generado predicciones sobre un colapso de su economía. Afortunadamente, estos deseosos están muy mal informados.
por Mark Weisbrot para The Guardian, Reino Unido, 03-03-13
por Mark Weisbrot para The Guardian, Reino Unido, 03-03-13
Traducción de Luis Alberto Matos
La reciente devaluación en Venezuela ha desatado bastante discusión a través de la prensa internacional. La oposición venezolana, por supuesto, lo ha asumido como una decisión desesperada para desviar el inevitable colapso económico.
El planteo de la oposición, apoyado por gran parte de los medios de información internacionales (quienes, irónicamente, se basan en lo que le señala la oposición) es mas ó menos el siguiente:
- “Venezuela tuvo que devaluar su moneda porque el gobierno se quedó sin dinero. Pero tal devaluación es muy pequeña y demasiado tarde. No podrán controlar la inflación. Vendrán más devaluaciones; más dinero saldrá del país; el gobierno quebrará y colapsará”.
La oposición venezolana aspira y espera que una espiral ‘inflación-devaluación’ los ayude a tumbar al gobierno. En tal escenario, la devaluación eleva los costos de las importaciones impulsando así a la inflación. Con tales precios y en términos reales, la moneda local terminará sobrevaluada. Sobrevendrá otra devaluación y así -sucesivamente- repitiéndose ese ciclo. A medida que las personas le vayan perdiendo confianza a su propia moneda, más gente comprará dólares, incrementando a su vez la presión que impulse la devaluación continua y mermando las reservas internacionales de la nación. Sería la crisis de su balanza de pagos.
Por supuesto, en la medida en que la oposición pueda convencer a la gente de que realmente está sucediendo, eso puede coadyuvar en el proceso de desencadenarlo; un caso similar a cómo los rumores sobre su insolvencia pueden generar una corrida de fondos en una institución bancaria. En Venezuela y Argentina los medios de información son opositores en su mayoría; no es entonces ninguna sorpresa que tales consideraciones tengan predominante cobertura en ambos países.
Analicemos sus razones: su primera premisa, que Venezuela tiene que devaluar su moneda para conseguir más Bolívares por cada dólar de ingreso petrolero, ha sido la base de la mayoría de los reportajes de la prensa. Pero esa aseveración no tiene realmente mucha validez económica. Cuando el gobierno devalúa de 4,30 a 6,30: ¿qué consigue? acreditarse dos bolívares adicionales por cada dólar de ingreso petrolero que recibe.
Por supuesto, pudiera también crear la misma cantidad de dinero sin tener que devaluar. La oposición objetaría que “tal generación de dinero aumentaría la inflación”.
Sin embargo, la actual generación de dos bolívares adicionales, por cada dólar, también es creación de dinero, similar a hacerlo sin tener que devaluar. La principal diferencia es que, adicionalmente al impacto inflacionario de la creación de dinero adicional, la devaluación también crea inflación adicional por el aumento de los precios de los bienes importados.
Conviene aclarar que la creación de dinero no siempre incrementa la inflación. El organismo encargado de esa tarea en Estados Unidos de Norteamérica, su Reserva Federal, ha emitido más de dos billones de dólares desde el año 2008, pero su inflación no se ha incrementado significativamente. Pero si el gobierno de Venezuela simplemente quisiera tener más Bolívares para gastarlos, generaría menor inflación si emitiera dinero sin devaluar su signo monetario.
¿Por qué entonces devaluar?
La devaluación genera otros efectos. Los nuevos y mayores precios de los productos importados aumentan la inflación, pero también ayudan a los productos fabricados en el país a que compitan con los importados. Y, quizás incluso más importante, la devaluación encarece a los dólares; en consecuencia, se incrementa el costo de la fuga de capitales. Esto ayuda al Gobierno a mantener más dólares en el territorio nacional.
Todos sabemos, y no debe ser ninguna sorpresa, que buena parte de los análisis publicados en la prensa se basan en datos falsos y lógica errada. Esta vez, el mayor “premio” por falsas cifras se le otorga a Moisés Naím, quien escribió, en el diario ‘Financial Times’, que “durante la presidencia de Hugo Chávez el Bolívar se ha devaluado en un 992%”.
Cualquier persona, con alguna habilidad numérica, nota de inmediato que tal suceso es matemáticamente imposible. El mayor porcentaje que una moneda puede devaluarse es ¡lógicamente! el 100%, lo cual sucede cuando se llega a un punto donde su valor es exactamente ¡cero dólares!. Aparentemente, un muy amplio márgen de exageración es permitido cuando se escribe sobre Venezuela; especialmente si se hace en forma negativa.
Por diversas razones, las espirales ‘inflación-devaluación’, en LatinoAmérica, son algo pasado de moda. Ya no se producen como antaño. De allí que, una devaluación cada tantos años, suena como un lejano grito de tales espirales. De hecho, aunque la prensa afirmaba -después de Enero 2010- que la inflación alcanzaría el 60%, mayor que la inmediata anterior, la inflación a mediano plazo ni siquiera se elevó y la inflación a corto plazo subió sólo temporalmente. A partir de entonces y a pesar de que el crecimiento económico se aceleró hasta el 5,2% el año pasado, la inflación descendió durante más de dos años.
La inflación que genere esta devaluación dependerá de otras medidas que tome el Gobierno y la forma como sean implementadas, por ejemplo: controles de precio, controles de capital y asignación de dólares para los importadores, incluyendo principalmente a quienes importen alimentos. Y, si el pasado reciente sirviera como ejemplo e indicación de lo que pudiera suceder ahora, podemos deducir que el gobierno hará lo que sea necesario hacer para manejar la inflación y la escasez de bienes, sin perder su debido control.
Y en cuanto a la situación de la deuda pública venezolana, el gobierno siempre ha sabido conducirla sin los problemas que surgen de deudas inmanejables. El Fondo Monetario Internacional estima que la Deuda Pública venezolana, en el año 2012, alcanzó el 51,3% de su Producto Interno Bruto, lo cual se compara muy favorablemente con la Deuda Pública de la Comunidad Europea que superó al 90% de su Producto Interno Bruto. Y de esa Deuda Pública, la parte que se debe al exterior representa apenas el 1% de su Producto Interno Bruto que es el 4.1% de sus exportaciones.
Hay un buen número de distorsiones y problemas relacionados con la economía venezolana, incluyendo problemas de escasez; pero muchos de estos problemas se derivan del manejo de su sistema de cambio. Pero ninguno de estos problemas representa realmente una amenaza sistémica a la economía venezolana, como lo fueron por ejemplo las crisis hipotecarias presentadas en España, Inglaterra y el propio Estados Unidos, en el año 2006.
A pesar de estos deseos exagerados por los medios de información, la economía venezolana crecerá durante muchos años, tantos como su gobierno continúe apoyando al crecimiento y al empleo.
Lo dije y lo mantengo, se solicita oposicion inteligente dispuesta a construir un país.
Salu2...
Presidente, comandante, amigo Chavez, no se preocupe,
aquí hay patria y nosotros seguiremos luchando por ella.
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